Los 5 peores hábitos a la hora de desayunar que debes quitar de tu rutina

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, y empezar consumiendo alimentos que no son beneficiosos para el organismo puede traer algunos problemas de salud en el mediano y largo plazo. Por ello, es importante ser consciente de llevar buenos hábitos y conocer las propiedades y beneficios para el cuerpo humano de cada alimento.

Mantener una dieta balanceada no sólo es recomendable por una cuestión de estética y de perder grasa corporal, sino que también ayuda a mantener el correcto funcionamiento de los músculos y órganos, además de aportar la energía con la que contará el cuerpo a lo largo del día. Elegir alimentos llenos de azúcar u otras opciones ultraprocesadas para empezar el día puede generar algunas complicaciones de salud cardiovasculares, como también problemas hepáticos y de diabetes.

Los 5 peores hábitos en el desayuno

A menudo, la rutina matutina se ve acompañada de decisiones alimenticias que pueden perjudicar la salud a largo plazo. Uno de los errores más comunes en el desayuno es el consumo excesivo de carbohidratos refinados. Estos incluyen alimentos como el pan blanco, las tortas, donas y facturas, como también los cereales procesados.

Si bien pueden parecer opciones atractivas y rápidas, estos alimentos carecen de valor nutricional y son altos en calorías, lo que puede llevar a un aumento de peso y a picos de glucosa en sangre. La ingesta excesiva de estos carbohidratos también puede dejar a las personas con hambre antes del almuerzo, fomentando un ciclo de consumo poco saludable.

En ese sentido, el exceso de azúcar es un problema común, no solo en el desayuno sino en la dieta en general. Muchos desayunos, especialmente aquellos que incluyen cereales azucarados, galletitas dulces y tortas, pueden contener niveles alarmantes de azúcares añadidos.

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Los 5 peores hábitos en el desayuno

Sebastian Fariña Petersen

El consumo elevado de azúcar está asociado con diversos problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Elegir alimentos bajos en azúcar y endulzar con alternativas más saludables puede ayudar a empezar el día con más energía.

Comidas bajas en proteínas y fibras

Otro hábito perjudicial es optar por desayunos con bajo contenido de proteínas, las cuales son esenciales para la reparación y el crecimiento muscular, además de contribuir a una sensación de saciedad y mantener estables los niveles de energía a lo largo del día.

Un desayuno que carece de proteínas puede dejar a las personas con una sensación de fatiga y puede llevar a un aumento del apetito más tarde. Alimentos como los huevos, los yogures griegos o batidos de proteínas son opciones más saludables que pueden ayudar a equilibrar el desayuno y fomentan la sensación de saciedad.

A su vez, la fibra es un nutriente fundamental que a menudo brilla por su ausencia en el desayuno que se hace de forma rápida. Una dieta rica en fibra ayuda a la digestión, contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y promueve la saciedad. Sin embargo, los desayunos compuestos principalmente de carbohidratos refinados suelen ser muy bajos en este nutriente esencial.

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Comidas bajas en proteínas y fibras

Sebastian Fariña Petersen

Incluir frutas con piel, verduras, y granos enteros en el desayuno, como avena o panes integrales, puede mejorar significativamente la ingesta de fibra.

Incluir jugos naturales en el desayuno

Aunque el zumo de fruta puede parecer una opción saludable, muchos de los disponibles para comprar en el supermercado son altamente procesados y contienen azúcares añadidos que no solo elevan las calorías, sino que también carecen de la fibra que se encuentra en la fruta entera.

Esta combinación puede llevar a un aumento rápido del azúcar en sangre, seguido de una caída abrupta que puede dejar a las personas sintiéndose fatigadas y desanimadas.

En estos casos, la mejor alternativa es crear un jugo natural con frutas enteras y sin ningún agregado de azúcar o leche. Incluso, lo ideal es sumar dos o más frutas en un mismo batido. Esto permitirá aprovechar al máximo los nutrientes y vitaminas que aportan cada una de ellas.