A cuatro años de la muerte de Diego Maradona: no se explica, se siente
Este lunes se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de un ícono del fútbol y de la historia universal.
Habla de "la muerte" de Diego Maradona es una forma de describir el hecho objetivo, pero no hace justicia con lo que significa para su pueblo. Biológicamente hablando, el 25 de noviembre de 2020, su cuerpo dejó de funcionar, pero Pelusa está presente todos los días en la gente que lo recuerda. A través del fútbol se transformó, sin quererlo, en una referencia mundial que superó las fronteras del deporte y se convirtió en voz para muchos que nunca la tuvieron.
El nacido el 30 de octubre de 1960 trascendió hasta lugares increíbles por varias razones. De origen muy humilde y con un talento inigualable, construyó mediante el deporte más popular una carrera llena de momentos épicos. A partir de su irrupción, el fútbol fue un fenómeno global como nunca antes. Los dos goles a Inglaterra en 1986 sintetizan una forma de actuar ante la vida que solo se vio una vez.
Tanto adentro como afuera de la cancha acumuló un sinfín de momentos icónicos. Con la pelota en los pies se hizo indomable y con las palabras, también. Goleador, gambeteador, referente, capitán e ídolo por su fútbol, pero fundamentalmente por su personalidad. Lejos de ser un santo, siempre estuvo del lado de los humildes y confrontó al poder de turno muchas veces, incluso cuando hacerlo no era compatible con sus intereses.
“Quise ser un ejemplo en el deporte y lo logré. Si quieren un ejemplo en la vida, busquen en su propia casa”, dijo ya retirado de la actividad profesional, cuando era más noticia por algún escándalo mediático o judicial que por sus virtudes humanas y futbolísticas.
El fútbol es emoción y Diego es el fútbol. Cuesta encontrar un deportista que haya hecho llorar a tanta gente que no lo vio jugar como pasa con Maradona. Quizás porque el "Diegote" fue mucho más que un jugador de fútbol. Se ha escrito y dicho tanto sobre él, que cualquier cosa sabe a poco. Por que a Diego no se lo explica, se lo siente.
Intentar comprender el fenómeno Maradona es un esfuerzo que se quedará a mitad de camino y solo servirá para poblar los carriles de la formalidad, esos que Pelusa nunca estuvo interesado en recorrer. Lo mejor que se puede hacer es disfrutar para siempre que es argentino y que vivirá por los siglos de los siglos en el cariño de su gente.
Para resaltar sus errores y defectos hay otros espacios. Otras formas de ver las cosas. No será este el caso.
Eduardo Galeano lo definió como "el más humano de los dioses" por sus tiempos tormentosos y aquellas decisiones que, entre otras cosas, lo rodearon de gente que solo tuvo intenciones de aprovecharse de él. Así fue el final de su vida, con un entorno que no lo cuidó, lo aisló de su familia y que está sospechado de haberlo entregado a la muerte.
La causa por la muerte de Diego
Maradona murió pocos días después de cumplir 60 años en su casa de Tigre, provincia de Buenos Aires, a causa de un paro cardiorrespiratorio secundario a un edema agudo de pulmón, que fue producido por una insuficiencia ventricular izquierda.
La muerte del "Diez" provocó el inicio de un juicio contra ocho profesionales de la salud, entre los que se destacan el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.
El juicio por su muerte está programado para comenzar el 11 de marzo del 2025.
La hipótesis de la fiscalía asegura que la atención del equipo médico al capitán de la Selección argentina fue “deficiente, temerario e indiferente”.
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