En el sorteo de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana se empezó a tejer el plan de algunos equipos sudamericanos ante los hechos de violencia que se vive en Brasil.
La detención de hinchas de Peñarol en Brasil durante la semifinal de la Copa Libertadores contra Botafogo, en octubre de 2024, sigue generando un fuerte conflicto entre ambos países. Mientras 23 uruguayos permanecen en suelo brasileño, con dos de ellos aún en prisión, el club aurinegro y las autoridades uruguayas redoblan los esfuerzos para que el proceso judicial se resuelva y los detenidos puedan regresar a su país.
En este contexto, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, lanzó una polémica propuesta: crear una alianza entre clubes de Uruguay, Paraguay y Argentina para enfrentarse a lo que considera un trato desigual de las autoridades brasileñas en el fútbol sudamericano.
La estrategia de Peñarol y el reclamo de Ruglio contra los clubes de Brasil
Desde la detención de los hinchas carboneros en Río de Janeiro, el club y sus dirigentes han trabajado en la defensa legal y en gestiones diplomáticas para obtener una resolución favorable. Sin embargo, la demora en el proceso judicial y la dureza de las medidas impuestas por la Justicia brasileña han generado malestar en Uruguay.
"Está mal si hay un gesto racista, pero es un drama total y después ellos pueden hacerte lo que quieran y es zona liberada. En Brasil te matan, te hacen cualquier cosa, te liberan zonas, y después uno hace un gesto y es un drama. Te cagan a trompadas, te dejan cuatro meses a la gente detenida y no pasa nada", expresó Ignacio Ruglio.
En este contexto, el dirigente de Peñarol propuso que los clubes de Uruguay, Argentina y Paraguay formen un bloque en contra de los privilegios arbitrales y judiciales que, según él, benefician a los equipos brasileños en los torneos continentales. Su postura apunta a generar presión para que las reglas se apliquen con el mismo criterio en toda Sudamérica.
El apoyo del gobierno uruguayo y las gestiones diplomáticas
La frase "No se olviden de los pibes", que apareció en una pancarta durante la asunción del presidente uruguayo Yamandú Orsi, refleja el sentir de gran parte de la hinchada de Peñarol. El mensaje iba dirigido al nuevo gobierno para que no deje de lado la situación de los 23 uruguayos que aún no pueden salir de Brasil.
Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse recibieron el reclamo y ya han trasladado la preocupación a Lula da Silva, durante su reciente visita a Uruguay. Según el diario El País, el gobierno uruguayo solicitó formalmente que los hinchas procesados puedan esperar la resolución de sus casos en su país, una posibilidad que aún está en evaluación por las autoridades brasileñas.
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