Desde Las Coloradas a Ferro: el sueño de Natanael, el pibe que quiere seguir los pasos del Huevo Acuña
El joven neuquino viajó a Buenos Aires con su papá y lleva ocho días de entrenamientos. River también se fijó en él.
En cada rincón del país hay un niño con una pelota desde que da sus primeros pasos, y con ello el sueño de crecer y llegar al futbol grande. Natanael apenas tiene 10 años y desde Las Coloradas llegó a Buenos Aires en los primeros días de abril con su papá a Ferro Carril Oeste, una institución que vio pasar al neuquino campeón del mundo.
“Lo primero que se acuerdan cuando decimos Neuquén es que el “Huevo” Acuña pasó por acá. Él eligió Ferro porque el Huevo jugó ahí, tenía otros clubes para elegir para la prueba, pero eligió Ferro”, contó Luis de Prado, padre del pibe.
El pequeño fue seleccionado en la categoría 2015 y lleva ocho días entrenando con más jugadores de la misma edad. El viernes tendrá su última práctica, por el momento, y regresará a casa. "Estamos acá desde el 14, que fue su cumpleaños, vinimos a Mar del Plata, teníamos libre por temas de organización del club. Ferro jugaba anoche y por lo sucedido con el Papa, suspendió la actividad, así que Natanael va a estar entrenando el viernes, y ya el sábado tenemos el vuelo a San Martín", relató Luis.
Más allá del visto bueno que tienen en la institución y del gran salto deportivo que significa, la familia del pequeño sabe que esto recién está comenzando. "De todos modos esto es un proceso largo, Nata tiene apenas 10 añitos. Lo vamos a llevar despacito, en esto él tiene que divertirse y disfrutar el momento. La idea es que Nata termine la primaria allá en Las Coloradas, en la Escuela 88”, comentó.
Aún quedan un par de años para que complete el nivel primario y luego volver a analizar la vuelta a la gran ciudad. “Después veremos si se viene o no, pero esto es algo que se tiene que charlar en familia también, porque no es fácil, para un chico del interior llegar de golpe acá a Buenos Aires es un cambio de vida total”, afirmó Luis.
Este viaje para Natanael es el primero a Buenos Aires. Acostumbrado a su pueblo natal, la experiencia es increíble. Hoy el apuro del pequeño pasa por volver y ponerse al día con las tareas. "Sí, es la primera vez, le cumplí el sueño de poder traerlo primero y que conozca. Lo otro es suerte. Estamos contentos por él, y ahora ya está apurado para volver a Las Coloradas, porque tiene que estudiar, dijo, y tiene varios días de hacer la tarea”, dijo Luis entre risas.
En su localidad, el jovencito pasa sus horas junto a sus compañeros en una escuelita local "En Las Coloradas está entrenando con la Escuelita Nueva Esperanza, que lo han dirigido algunos chicos allá, Sandro Palma y Mariana Pérez, pero son escuelitas de fútbol. Integró el equipo de Juventud Unida en su momento y ahora nuevamente volvió a la escuelita Nueva Esperanza donde van muchos chicos de su categoría”, relató.
Más allá del viaje y la novedad de encontrarse con chicos de otros puntos del país, Natanael no tuvo inconvenientes a la hora de relacionarse en los entrenamientos en Ferro. “Ya tiene un paso importante, llegó a Buenos Aires y pudo integrarse. Fue enseguida con los otros chicos de la categoría de él, charlaba, comoque se conocían de hace rato, así que eso también es valorable”, comentó.
Desde lo futbolístico, el andar del pequeño es bueno y esto se le mencionó a Luis luego de cada práctica. "Ha jugado con su categoría en los entrenamientos, en las pruebas. Por suerte los veedores lo vieron bien y muchos me han dicho que Nata juega muy bien, así que por ahí un poquito me deja más tranquilo todavía”, aseguró.
River también lo tiene visto
Ferro no es el único club interesado en el joven, ya que River también puso el ojo en él.
El Millonario lo espera al neuquino para las vacaciones de invierno para una serie de entrenamientos. “Fue completo porque pudo conocer la cancha de River. También tuvo una invitación de River porque lo vieron bien. Tiene la posibilidad de venir a entrenar con su categoría 2015 en las vacaciones de invierno, cuando él tenga libre", afirmó el papá.
Para Luis, el haber podido acompañar a su pequeño no tiene precio y es uno de los grandes pilares para Natanael. ”Muy contento, y más por él. Como padre uno trata de brindar lo mejor, lo que está a su alcance y él tuvo la posibilidad”, concluyó.
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