Mientras se colgaba la medalla plateada en París 2024, la velista convivía con un recuerdo del pasado que la atormentaba.
Eugenia Bosco, oriunda de San Pedro, provincia de Buenos Aires, es una velista de 27 años que participó en sus primeros Juegos Olímpicos en París 2024. Allí pudo colgarse la medalla de plata en vela Nacra 17 junto a su compañero Mateo Majdalani. Tiempo después de convertirse en medallista olímpica, denunció a su ex entrenador por abuso sexual.
El terrible hecho ocurrió cuando ella tenía 12 años y entrenaba en el Yacht Club Olivos y se alojaba seguido en sus dormitorios.
En una entrevista con La Nación, la velista reveló cómo vivió todo el proceso que implicó recordar los traumáticos episodios y avanzar y trabajar sobre eso para poder dar el paso de denunciar.
La medallista olímpica Eugenia Bosco reveló cómo revivió su trauma
“Sabía que había algo en mí, no sabía de dónde venía, pero sabía que había algo. Y cuando esto vino a mi mente empecé a entender un montón de cosas”, señala. Y agrega lo que en estos casos surge con frecuencia: “Pasé por mil etapas de vergüenza, de no aceptarlo, de pensar que yo era la culpable. Después de un tiempo lo puse en la mesa y dije: ‘Yo era chica, no tenía el control de esta situación’”.
La medallista olímpica relató que fue mediante un documental que finalmente le "cayó la ficha". Ese documental es Atleta A, de Netflix, y narra la historia de las gimnastas de la federación estadounidense que denunciaron abusos sistemáticos del médico Larry Nassar (condenado a penas de 40 y 175 años de prisión), entre ellas, la mejor gimnasta de la historia, Simone Biles.
"Lo aparté de mi vida hasta hace un par de años que lo pude ver, trabajando obviamente y con gente acompañándome", contó. Destacó el rol de su psicólogo y el de sus padres como acompañantes en el proceso de animarse a denunciar.
"Me acuerdo de que la noche anterior a hacerla [la denuncia] no paraba de llorar", reconoce. Al final, asume sentirse “liberada” y haber experimentado un sentimiento “sanador” por poder efectuar la denuncia: “No lo vas a poder sacar nunca de adentro tuyo, pero sí avanzar y seguir adelante. Convivir con eso”. Y cierra: “Es un camino de mucha lucha interna, de mucha resiliencia, de seguir creciendo. Es un camino que lleva su tiempo”.
Eugenia Bosco relató cómo revivió la situación de abuso sexual en París 2024
Al momento de revivir el traumático episodio que padeció a sus 12 años, Eugenia se encontraba en carrera hacia París 2024. En la entrevista con La Nación, recordó un consejo que le dio su padre: “Mirá, sácalo de tu cabeza, tenés un objetivo mucho más grande en siete meses, los Juegos Olímpicos, y no te digo que no le des bola o que no te vaya a resurgir mil veces, pero tenés que tratar de dejarlo a un costado y concentrarte en lo que estás haciendo y más adelante vas a poder trabajar en eso”.
Hoy Eugenia le da la razón a su padre: "Era importante el momento en el que estaba. Dije: 'Me voy a concentrar. Si conviví con esto tanto tiempo, la puedo desplazar un poquito más'. Y lo logré."
Relató que luego de toda la euforia que significó convertirse en medallista olímpica, con la cabeza más calmada, el tema resurgió: "No sabía qué hacer. No sabía cómo llevarlo adelante. Ahí, entre mucho asesoramiento y mucha ayuda, conseguí hacer esta denuncia y me sentí muy liberada.
Cómo fue la denuncia
La Nación reveló que el entrenador denunciado es Leandro Tulia, que trabaja desde hace 20 años en el Yacht Club Olivos (YCO). Tulia está licenciado de su cargo, justamente a raíz del conocimiento de la acusación, que quedó radicada en la UFE Género de Vicente López, a cargo de la fiscal Lida Osores Soler.
Tras la denuncia, Tulia negó los hechos por intermedio de su abogado. A su vez, la Comisión Directiva del YCO señaló “ser neutral” en el asunto. Además, luego de la de Bosco, se sumaron tres denuncias más contra el entrenador, también de regatistas que entonces tenían edades similares.
Lo que la atleta relató en su presentación ante la Justicia es su experiencia como integrante de un equipo. Describe un ambiente en el cual muchos niños y niñas que llegaban desde otras ciudades se alojaban en dormitorios del YCO. En ese contexto, Tulia, que durante unos años vivió en el club, manipulaba a las víctimas para obtener “favores”. Esto se hacía bajo amenaza o, a veces, a cambio de privilegios, como el uso de teléfono celular y computadora y el acceso a los mejores barcos para entrenar. Además, detalla comentarios sexuales permanentes. Bosco asegura que fue víctima de abuso sexual en el dormitorio de Tulia el verano en el que ella tenía 12 años.
Bosco contó que el proceso que llevó a la denuncia fue largo: "hay gente que en el momento hace algo, hay gente a la que le lleva cinco años, a otra toda la vida y hay gente que no lo puede hablar nunca", dijo. "Me encantaría que esto haga un efecto y genere un cambio. Sobre todo eso, que llegue mi mensaje.", cerró la atleta.
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