Receta: albóndigas con arroz, sabor casero que atraviesa generaciones
Una receta simple y deliciosa que combina tradición y sabor. Albóndigas con arroz: el plato que siempre nos hace sentir en casa.
En tiempos donde la cocina rápida y los delivery ganan terreno, hay platos que resisten el paso del tiempo y nos devuelven a lo más profundo de nuestras raíces. Las albóndigas con arroz son uno de esos clásicos, una receta que no pasa de moda. Esta preparación, típica de muchos hogares argentinos, tiene el poder de reunir a la familia alrededor de la mesa y transportar a más de uno a la cocina de la abuela, donde el aroma del tuco invadía cada rincón.
Las albóndigas, esas bolitas de carne tan versátiles, combinadas con un buen arroz blanco o pilaf, forman un plato completo, nutritivo y reconfortante. Aunque existen muchas versiones, esta receta se caracteriza por su simpleza y por los ingredientes al alcance de todos. Además, es una excelente opción para cocinar en cantidad y guardar porciones para otra ocasión.
Un plato con historia
Si bien la palabra “albóndiga” proviene del árabe al-bunduq, que significa “bola pequeña”, este plato tiene múltiples variantes en distintas culturas. En la Argentina, la receta fue heredada principalmente de la cocina italiana y española, pero fue adaptándose al paladar criollo.
Aquí, las albóndigas suelen cocinarse en salsa, y el acompañamiento varía según la región o el gusto personal: pueden servirse con puré, fideos, papas o, como en este caso, con arroz. Esta última combinación es una de las más tradicionales y también de las más rendidoras.
Receta clásica de albóndigas con arroz
Ingredientes (para 4 personas):
Para las albóndigas
500 g de carne picada (puede ser vacuna, mezcla o incluso pollo)
1 huevo
1 diente de ajo picado
2 cucharadas de pan rallado
2 cucharadas de perejil fresco picado
Sal y pimienta a gusto
Un chorrito de leche (opcional, para ablandar la mezcla)
Un poco de harina para rebozar
Para la salsa:
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
1 zanahoria rallada (opcional)
1 lata de tomate triturado (o puré de tomate)
Sal, pimienta, orégano y laurel a gusto
Aceite de oliva o girasol
Para el arroz:
2 tazas de arroz blanco
4 tazas de agua
Sal a gusto
Desarrollo
Formar las albóndigas: En un bol, mezclar la carne con el huevo, el ajo, el pan rallado, el perejil, sal, pimienta y un chorrito de leche si se desea. Amasar bien hasta integrar todo. Formar bolitas del tamaño de una nuez y pasarlas por un poco de harina. Reservar.
Dorar las albóndigas: En una sartén con un poco de aceite, dorar las albóndigas por todos lados. No es necesario que se cocinen por completo, solo sellarlas para que mantengan su forma en la salsa. Retirar y reservar.
Preparar la salsa: En la misma sartén (o en una olla), saltear la cebolla y el ajo picados hasta que estén transparentes. Agregar la zanahoria rallada si se desea, y cocinar unos minutos más. Incorporar el tomate triturado, el azúcar, los condimentos y un poco de agua si está muy espeso. Cocinar a fuego medio durante 10 minutos.
Cocinar las albóndigas en la salsa: Agregar las albóndigas a la salsa, tapar y cocinar a fuego bajo durante 20 a 25 minutos, hasta que estén bien cocidas y tiernas.
Cocinar el arroz: En paralelo, hervir el arroz en abundante agua con sal, escurrir y reservar.
Servir: Emplatar el arroz como base y colocar las albóndigas con su salsa por encima. Decorar con un poco de perejil fresco picado o queso rallado si se desea.
Un plato económico y rendidor
Además de ser sabroso, este plato tiene otra gran ventaja: rinde mucho y es económico. Se puede hacer con carne molida de segunda o incluso aprovechar restos de otras comidas. También admite variaciones: se le puede agregar avena, arroz cocido o verduras a la mezcla de carne, o cambiar la salsa por una más cremosa o picante.
Otra opción cada vez más popular es hacer albóndigas vegetarianas o veganas, usando lentejas, garbanzos, berenjenas o soja texturizada. La clave está en mantener el sabor y la textura, y, por supuesto, no olvidar el toque casero.
Tradición que se transmite
Como muchos platos de la cocina argentina, las albóndigas con arroz no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma. Hay algo en esa combinación de carne, tomate y arroz humeante que genera abrigo, que habla de hogar, de mesa compartida y de historias contadas entre bocado y bocado.
No hace falta ser chef ni tener una cocina de última generación para prepararlas. Solo se necesitan ganas, algo de tiempo y, sobre todo, amor por la cocina casera. Esa que, aunque no gane estrellas Michelin, siempre se lleva el premio más importante: el “¡qué rico!” de los que se sientan a la mesa.
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