Una receta de masa casera para hacer tus propias tartas. Tres rellenos imbatibles y super ricos para probar diferentes opciones.
La tarta es un clásico de la cocina argentina, un plato que, por su versatilidad, se adapta tanto a almuerzos como a cenas. La posibilidad de variar los rellenos según los ingredientes disponibles en la heladera o según la temporada la convierte en una opción práctica y creativa. Sin embargo, muchas veces el verdadero secreto está en la masa. Una buena masa casera puede transformar una tarta sencilla en un plato memorable, aportándole una textura y sabor únicos que las versiones comerciales no logran imitar.
Hacer una masa de tarta en casa no solo es fácil, sino también una opción más saludable, ya que podemos controlar los ingredientes que usamos y evitar conservantes. Además, podés personalizar la receta a tu gusto, haciendo variaciones según el tipo de tarta que desees preparar, ya sea más crocante, liviana o integral. En esta nota te compartimos una receta infalible de masa de tarta casera y te damos ideas para diferentes rellenos que van desde lo clásico a lo innovador.
- 250 g de harina (puede ser común o una mezcla con harina integral)
- 125 g de manteca fría cortada en cubos (podés reemplazarla por aceite si preferís una masa más ligera)
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 2-3 cucharadas de agua fría
Opciones de relleno: del clásico al gourmet
Una vez que tenés la masa lista, las posibilidades de relleno son infinitas. Desde las combinaciones clásicas hasta las más creativas, acá te dejamos algunas ideas que se adaptan a diferentes momentos y gustos.
Esta es la opción más clásica y sencilla.
- 200 g de jamón cocido
- 200 g de queso en fetas (puede ser muzzarella, dambo o port salut)
- 2 tomates cortados en rodajas
- Orégano y un chorrito de aceite de oliva
Colocá las fetas de jamón y queso sobre la masa prehorneada, distribuyendo los tomates por encima. Condimentá con orégano y rociá con un poco de aceite de oliva. Horneá hasta que el queso se derrita y la masa esté dorada.
Un clásico que nunca falla y es una opción más ligera y nutritiva.
- 300 g de espinaca cocida y escurrida
- 200 g de ricota
- 1 huevo
- 50 g de queso rallado
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Mezclá la espinaca picada con la ricota, el huevo y el queso rallado. Condimentá con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Rellená la masa y horneá durante 30 minutos a 180°C, o hasta que la tarta esté dorada.
Para los que buscan un relleno más gourmet.
- 3 cebollas grandes cortadas en juliana
- 2 cucharadas de azúcar
- 150 g de queso de cabra
- 1 chorrito de vino blanco
- Sal y pimienta
Caramelizá las cebollas con una pizca de sal y las dos cucharadas de azúcar, a fuego bajo. Cuando estén doradas, desglasá con el vino blanco y cociná hasta que se evapore. Colocá la cebolla caramelizada sobre la masa y desmenuzá el queso de cabra por encima. Horneá durante 20 minutos o hasta que la masa esté crujiente y a disfrutar!
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