Venden harinas, lentejas, prepizzas y productos altos en calorías.
Por Mario Cippitelli - [email protected]
Llegan los fríos del otoño y del invierno y es inevitable pensar en comer algo rico y calentito. Lo primero que se viene a la mente es un guiso. Puede ser de lentejas, de arroz con carne. También, un estofado de carne con papas, una polenta, un buen plato de pastas…
¿Pero hasta qué punto se puede dar uno esos gustos con tantas comidas calóricas? ¿Hay conciencia sobre la cantidad de energía que consumimos en las épocas de frío o la gente no se cuida?
El mejor termómetro para medir el consumo de estos platos siempre está en los almacenes de barrio, donde se hacen las compras básicas del día.
“En el invierno siempre vendemos más todo lo que es legumbres, arroz, papas, carne para estofado, harina para el pan o las pizzas”, asegura Andrés, un despensero que atiende un minimercado en República de Italia, frente al barrio Fonavi.
Asegura que es cierto que se notan también la crisis y el precio de los alimentos en el consumo, pero con los fríos la gente busca cocinar cosas “ricas y potentes”.
“Nunca nos quedamos sin lentejas, debe ser uno de los platos que más se preparan en el invierno”, asegura Andrés, que además siempre tiene chorizos colorados y panceta para completar esa receta tan irresistible cada vez que llueve o baja la temperatura. Pero aclara que la carne también se vende mucho.
Lo mismo opina Ricardo, encargado de un mercado con anexo carnicería ubicado en Belgrano al 2000. “Vendemos muchos recortes de carne para estofados o para guisos. Es más económico y la gente los combina con arroz o con papas, y eso rinde mucho para alimentar una familia”, opina. Y reconoce que en los inviernos hay una receta que nunca falta: el guiso de mondongo. Con papas, chorizos y garbanzos, este clásico de la cocina española también es una buena opción en los días fríos, aunque es una bomba de energía.
Pero no solo en las comidas principales de la mesa de los neuquinos se puede medir el consumo de calorías. También los desayunos y meriendas se refuerzan durante el otoño y, especialmente, el invierno.
“En mi casa amasamos pan, pero solamente los meses de frío”, reconoce Marta, mientras espera que la atiendan en una despensa de un minimercado en Islas Malvinas, entre Tucumán y Entre Ríos.
Con tres bocas que alimentar, la mujer siempre compra grasa y harina para el pan o para hacer las tortas fritas. “¿A quién no le gusta comer tortas fritas cuando hace frío?”, pregunta entre risas.
Grasa bovina o porcina, para freír o amasar. Estos productos también están siempre presentes en los exhibidores de cualquier almacén de barrio. Lo corrobora Guillermo, el propietario de una despensa en la calle Montevideo, en pleno corazón del barrio Belgrano. “Siempre vendemos mucho, pero solo en los meses del invierno porque a la gente le gusta ese contraste del frío y el horno prendido”, asegura, mientras atiende a una clienta.
En estas épocas del año también es común que las carnicerías vendan los recortes de grasa que tienen pequeños trozos de carne, algo ideal para hacer pan con chicharrones, una delicia que lleva mucho más tiempo de elaboración, pero que también constituye una fuente de energía para pelear contra el frío.
Una dieta saludable y flexible, la clave
Entrevista a Candela Ehulech, nutricionista
- ¿Cómo evitar el exceso de calorías durante en invierno?
Para reducir el aporte calórico en invierno, es importante realizar la cocción de alimentos sin agregado o con pequeña cantidad de aceite, manteca o margarina, o utilizar rocío vegetal. No es necesario consumir ensaladas, pero sí incorporar vegetales cocidos, al vapor, a la plancha, hervidos o salteados, en sopas, guisos, tortillas, pasteles o como guarnición. Evitar acompañar con queso rallado, pan o galletitas en almuerzo y cena. Y el agregado de azúcar o miel en te, café y mate.
- ¿Cree que la gente se cuida durante el invierno?
Creo que eso es muy individual, la persona que hace ejercicio y tiene hábitos saludables durante el año intenta mantenerlos en invierno. Pero en personas más sedentarias y que no llevan una alimentación equilibrada, suele ser más difícil. La clave está en llevar una alimentación saludable, variada en nutrientes y un tanto flexible, con gustitos de por medio.
- ¿Cuál es la recomendación en cuanto a la alimentación de los chicos?
Los niños no deben hacer restricción de calorías ya que están en período de crecimiento y requieren un gran aporte de energía. Lo importante es que lleven una alimentación equilibrada en nutrientes, incorporando frutas, verduras, lácteos, carnes magras, legumbres, cereales y aceites. Reduciendo el consumo de jugos azucarados, gaseosas, golosinas y snacks de todo tipo.
- ¿Se pueden hacer guisos y potajes saludables?
Claro que sí, para eso es necesario evitar la cantidad de alimentos altos en grasa, como panceta, chorizo, carnes grasas, aceite, manteca y margarina. Sumar vegetales bajos en calorías, como zapallito, berenjena, zapallo, brócoli y salsa de tomate natural reduciendo la cantidad de papa, arroz y legumbres.
- ¿Cuántas veces por semana recomienda comer carbohidratos?
Es necesario consumir carbohidratos de manera diaria, ya que son el principal aporte de energía. Nuestro cerebro funciona gracias a ellos, por lo que no debemos evitarlos. Lo importante es la cantidad y calidad de este nutriente, por lo que recomiendo incluir carbohidratos a partir de pan, harinas y arroz integral, frutas y verduras de todo tipo, avena y legumbres, evitando el azúcar, galletitas, golosinas, alfajores y facturas.
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