En medio del conflicto entre Ucrania y Rusia, los drones se consolidan como la nueva vanguardia de la guerra moderna.
La tecnología toma un rol protagónico en los conflictos bélicos modernos, como se observa en la guerra entre Ucrania y Rusia. La incorporación de drones transforma las estrategias de combate, brindando a los militares herramientas para vigilancia, defensa y, en muchos casos, ataque directo. Esta innovación plantea una interrogante: ¿serán los drones los protagonistas de los conflictos bélicos del futuro?
Entre los dispositivos que destacan en el escenario actual se encuentran drones diseñados para realizar funciones específicas. Uno de ellos es el Lanius, un dron kamikaze que alcanza velocidades de hasta 20 metros por segundo y preparado para ejecutar misiones de búsqueda y ataque en áreas peligrosas o de difícil acceso. Este dron se suma a otros como el Harbin BZK-005C, un vehículo no tripulado que cumple funciones de reconocimiento en altura y puede desplazarse a una velocidad de crucero de aproximadamente 170 kilómetros por hora. Otra herramienta utilizada en estos conflictos es el MQ-9 Reaper, un dron de ataque diseñado para vigilancia de larga duración y operaciones en altitudes elevadas.
Estos dispositivos adquieren popularidad por su versatilidad y las ventajas que ofrecen en términos de protección y ataque, reduciendo los riesgos para los soldados en el terreno. Al operar de forma autónoma o remotamente, los drones cumplen tareas que antes requerían la intervención directa de tropas, lo cual representa un cambio fundamental en la dinámica de los conflictos.
Un cambio en la estrategia militar: el papel de los drones según Eric Schmidt
Eric Schmidt, expresidente de Google y ahora influyente en el ámbito de la tecnología militar, sostiene que la guerra entre Ucrania y Rusia demuestra la efectividad de los drones en el combate. Según el diario New York Post, Schmidt sugiere que el Ejército de Estados Unidos debería reducir el uso de tanques, artillería y morteros tradicionales, enfocándose en cambio en los drones aéreos. “Un dron de 5.000 dólares puede destruir un tanque de cinco millones de dólares”, declaró, señalando la ventaja económica y estratégica que ofrecen estos dispositivos.
Schmidt también destaca que las fuerzas ucranianas logran innovaciones en el uso de drones, lo que les permite enfrentar con éxito a un adversario con mayores recursos. Aunque Ucrania enfrenta pérdidas, Schmidt argumenta que su capacidad de adaptación tecnológica brinda una ventaja táctica.
La conexión de Schmidt con la industria de defensa: White Stork y drones de combate con IA
Más allá de sus declaraciones, Schmidt también participa directamente en el desarrollo de tecnología militar. A principios de año, la revista Forbes informó que Schmidt fundó White Stork, una empresa enfocada en la creación de drones kamikaze que emplean inteligencia artificial. Estos dispositivos están diseñados para patrullar un área de combate y, en el momento adecuado, lanzarse sobre un objetivo específico para destruirlo.
La compañía además trabaja en un dron capaz de localizar un objetivo en condiciones adversas, incluso cuando las comunicaciones se ven afectadas por interferencias de GPS. Esta tecnología abre un nuevo capítulo en el campo bélico, ya que permite operaciones precisas y eficientes en ambientes donde los sistemas tradicionales de comunicación podrían fallar.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario