El curioso decreto que firmó Donald Trump para "ducharse bien" y cuidar su "hermoso cabello"

En medio de la incertidumbre y los cambios constantes que atraviesa la economía mundial a raíz de su decisión de imponer aranceles a los productos que ingresan a Estados Unidos, medida que recientemente postergó, excepto para China, el presidente Donald Trump firmó un curioso decreto gracias al cual podrá volver a “ducharse bien” y a cuidar su “hermoso cabello”.

La normativa, que ya había instaurado durante su primer mandato y que fue revertida por Joe Biden, relaja las restricciones sobre la regulación del flujo de agua que se utiliza no solo en duchas, sino también en inodoros y en electrodomésticos como lavavajillas y lavarropas.

En resumen, dejará que el agua corra con mayor presión ya que el caudal de los cabezales de ducha disponibles en el mercado ya no estará limitado a nueve litros de agua por minuto.

"Cuando me ducho, quiero que el agua me caiga a chorro. Ahora hay que estar quince minutos debajo hasta que te mojas. Sale gota a gota. Es ridículo", manifestó el mandatario estadounidense en el Despacho Oval, antes de firmar la orden ejecutiva.

En ese sentido, luego, agregó:

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Luego de firmar el decreto, Trump manifestó: "Quiero ducharme bien y cuidar de mi hermoso cabello"

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"Lo que uno termina haciendo es lavarse las manos cinco veces más, así que es la misma (cantidad de) agua", argumentó Trump.

En paralelo, indicó: “Vamos a eliminar esas restricciones. Hay muchos lugares donde tienen agua, y tienen tanta que no saben qué hacer con ella. Pero la gente compra una casa, abre el grifo y apenas sale agua. Se duchan y apenas sale agua. Y es una restricción innecesaria”.

La insistencia de Trump con respecto a la presión de agua

La restricción que Trump volvió a eliminar estaba vigente desde 1992, cuando el también republicano George Bush las aprobó. De acuerdo con los datos aportados por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, con esos límites una familia podía ahorrar un promedio de 60 litros de agua por día y un total de 380 dólares al año.

Durante su primera gestión, el presidente estadounidense derogó las normas aprobadas por Barack Obama en cuanto a restricciones al flujo de agua en los cabezales de las duchas y otros electrodomésticos, que tenían como fin reducir el uso de ese recurso y de la energía.

Luego, volvió a la carga sobre las disposiciones que recuperó Biden al llegar a la Casa Blanca.

En ese marco, según una hoja informativa de la Casa Blanca la medida sirve para “poner fin a la guerra de Obama-Biden contra la presión del agua y hacer que las duchas de Estados Unidos vuelvan a ser excelentes”.

“En dos ocasiones en los últimos 12 años, estas administraciones promulgaron regulaciones masivas que definían la palabra ‘showerhead’. La definición de Biden constaba de la asombrosa cifra de 13.000 palabras. El Oxford English Dictionary, en cambio, define ‘showerhead’ en una sola frase”, comparó la Casa Blanca.

Qué dice el texto del decreto

Según la sección 2 del decreto, que habla sobre la orden de la derogación del Reglamento que define “Cabezal de Ducha”, Trump ordenó al secretario de Energía, Chris Wright, que publique en el Registro Federal un aviso de derogación del Programa de Conservación de Energía: Definición de Cabezal de Ducha.

“No es necesario presentar aviso ni comentarios, ya que ordeno la derogación. La derogación entrará en vigor 30 días después de la fecha de publicación del aviso, indicó el texto firmado por Trump, donde además se destacó que “la sobrerregulación asfixia la economía estadounidense y reprime la libertad personal”.

Para la Casa Blanca, “Trump está devolviendo la cordura a al menos una pequeña parte de las regulaciones federales, volviendo al significado sencillo de ‘cabezal de ducha’ de la ley de energía de 1992, que establece un estándar simple de 2,5 galones por minuto para las duchas”.

“La Orden libera a los estadounidenses de las regulaciones excesivas que convertían un artículo básico del hogar en una pesadilla burocrática. Los cabezales de ducha ya no serán frágiles ni inútiles”, advirtió el Gobierno estadounidense.

Además, subrayó: “Al restaurar la libertad de ducharse, el presidente Trump está cumpliendo con su compromiso de desmantelar regulaciones innecesarias y poner a los estadounidenses en primer lugar”.