Estados Unidos amenaza con aranceles de 200% sobre el vino y bebidas alcohólicas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una amenaza contra la Unión Europea (UE), anunciando que podría imponer aranceles del 200% sobre el vino, el champán y otras bebidas alcohólicas importadas desde Europa. Esta medida responde a las contramedidas que Bruselas planea adoptar contra productos estadounidenses, como el whisky, que también estaría sujeto a un arancel del 25%.

Trump expresó su posición a través de redes sociales, acusando a la UE de actuar de manera agresiva contra su país y asegurando que, de implementarse, esta medida beneficiaría al sector estadounidense del vino y el champán.

Las tensiones comerciales entre EE.UU. y la UE

El conflicto entre Estados Unidos y la Unión Europea no es algo nuevo. Desde 2018, ambos bloques comerciales han estado inmersos en una guerra arancelaria, resultado de políticas proteccionistas y de respuesta a tarifas impuestas por el gobierno de Trump a productos europeos, como el aluminio y el acero. En respuesta a las últimas decisiones de EE.UU., la Comisión Europea anunció nuevas medidas que comenzarán a regir el 1 de abril. El valor total de estas contramedidas asciende a 26.000 millones de euros. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó que las nuevas tarifas, que afectarán a productos de una amplia gama, se basan en la necesidad de equilibrar los efectos negativos de las tarifas de Trump. Según la UE, estas nuevas medidas representan una respuesta "proporcionada" y "justa" a las políticas comerciales de EE.UU.

Donald Trump en uno de los encuentros con su par chino, Xi Jinping.

La guerra de Trump con China eleva aranceles en el comercio internacional.

Xinhua

La UE argumenta que los aranceles impuestos por Estados Unidos son injustificados, ya que afectan de manera directa a empresas y consumidores de ambos lados del Atlántico, elevando los costos de los productos. Bruselas expresó su preocupación por las consecuencias económicas de estos aranceles, que repercuten en el comercio transatlántico, perjudicando la competitividad de las empresas y aumentando los precios para los consumidores. Además, la medida podría generar más inestabilidad en una economía global ya afectada por diversas tensiones.

La respuesta de la Cámara de Comercio de EE.UU.

En Estados Unidos, la reacción ante la amenaza de nuevos aranceles fue inmediata. Malte Lohan, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la UE (AmCham EU), destacó que los efectos negativos de las nuevas medidas serían severos y que las consecuencias no solo afectarán a las empresas, sino también a los trabajadores y a la prosperidad económica de ambos lados del Atlántico. Lohan instó a ambas partes a sentarse a negociar antes de que las medidas entren en vigor, ya que considera que un aumento de los aranceles solo traerá más problemas y no generará soluciones efectivas.

Desde la perspectiva de la Cámara de Comercio, la clave del éxito es llegar a un acuerdo mediante la diplomacia y las negociaciones. Según el comunicado emitido por la Cámara, las tarifas adicionales no son una solución viable y solo perjudicarían a la economía global. Las empresas, especialmente aquellas vinculadas con el comercio de productos agrícolas y manufacturados, sufrirán las consecuencias de estas medidas.

La postura de Bruselas ante la guerra comercial

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Para la Comisión Europea, la postura de Trump es una amenaza directa al comercio libre y justo. En este contexto, Bruselas reactivará las medidas arancelarias que ya se habían implementado entre 2018 y 2020, durante un período similar de tensiones comerciales. La UE argumenta que estas medidas de respuesta, que afectan productos como barcos, motocicletas y bourbon, son necesarias para equilibrar las acciones de Estados Unidos. Se estima que los aranceles volverán a ser aplicados de manera total, afectando no solo a productos de consumo directo, sino también a industrias clave en Europa y Estados Unidos.

Con el inicio de las nuevas tarifas el 1 de abril, Bruselas llevará a cabo una consulta de dos semanas con las partes interesadas para identificar qué productos serán incluidos en las contramedidas. El objetivo de la consulta es asegurar que las medidas sean lo más eficaces posible, evitando causar demasiadas perturbaciones a las empresas y consumidores. Sin embargo, las tensiones comerciales continúan creciendo y la incertidumbre sobre el futuro del comercio transatlántico se mantiene.