Mensajes internos de la Casa Blanca revelan críticas hacia sus socios europeos y planes para trasladarles los costos de una operación militar.
Una filtración accidental de chats privados entre altos funcionarios de la administración de Donald Trump dejó al descubierto no solo los planes de Estados Unidos respecto a los rebeldes hutíes en Yemen, sino también la manera en que algunos dirigentes perciben a sus aliados europeos.
La revista estadounidense The Atlantic accedió a parte de estos mensajes tras un error en el envío de información dentro de un grupo privado de mensajería en el que participaba un periodista de la publicación.
Entre los involucrados figuran el vicepresidente estadounidense, JD Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y el consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz. En la conversación, centrada en el conflicto en el mar Rojo y la intervención militar estadounidense, aparecen críticas dirigidas a la capacidad de Europa para garantizar la seguridad en la región y referencias a posibles costos económicos que Washington podría trasladar a sus socios.
Desprecio a Europa en mensajes privados
Durante el intercambio, Waltz compartió un documento con cifras sobre comercio y seguridad marítima, sugiriendo que Europa carece del poder militar necesario para reabrir las rutas comerciales en el mar Rojo. "Tarde o temprano, Estados Unidos tendrá que asumir esta responsabilidad. A petición del presidente, trabajamos con el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado para calcular los costos y trasladarlos a Europa", escribió Waltz.
La respuesta de Vance fue contundente: "Si crees que debemos hacerlo, vamos. Detesto tener que rescatar a Europa otra vez".
Hegseth coincidió con esta posición y respondió: "VP, comparto tu rechazo al gorroneo europeo. Es patético. Pero Mike tiene razón: somos los únicos en el planeta capaces de hacer esto. Nadie más se acerca. La cuestión es el momento oportuno. Creo que ahora es tan buen momento como cualquier otro, dada la directiva del presidente de reabrir las rutas marítimas".
A la discusión se sumó un usuario identificado como "SM", presuntamente Stephen Miller, subjefe de gabinete, quien aseguró que Europa tendrá que pagar por la intervención estadounidense. "El presidente fue claro: luz verde, pero pronto les explicaremos a Egipto y a Europa qué esperamos a cambio. También debemos definir cómo hacer cumplir este requisito. Por ejemplo, si Europa no remunera, ¿entonces qué? Si Estados Unidos restaura la libertad de navegación a un alto precio, debemos obtener algún beneficio económico adicional".
Negación y ataque a la prensa
Tras la publicación de la filtración, Pete Hegseth negó haber enviado mensajes mediante una aplicación de mensajería instantánea y cuestionó la credibilidad de The Atlantic y de su director, Jeffrey Goldberg. "Es un personaje desacreditado que se dedica a vender bulos una y otra vez. Es el tipo de persona que trabaja con basura. Eso es lo que hace", declaró Hegseth.
Pese a estas declaraciones, la filtración generó un fuerte impacto en los medios internacionales. Analistas políticos destacaron que la postura expresada en los mensajes confirma una tensión latente entre Estados Unidos y sus aliados europeos en temas de defensa y seguridad. La revelación de estos intercambios podría afectar futuras negociaciones sobre estrategias conjuntas en el mar Rojo y otras zonas de interés estratégico.
Consecuencias políticas y diplomáticas
El contenido de estos mensajes no solo deja en evidencia la percepción que algunos altos funcionarios estadounidenses tienen sobre Europa, sino que también siembra dudas sobre la política exterior de Trump. La idea de imponer costos a sus aliados por operaciones militares en áreas estratégicas podría generar fricciones en la relación transatlántica.
Expertos en relaciones internacionales consideran que la filtración podría provocar reacciones en los gobiernos europeos, especialmente en aquellos que colaboran con Washington en operaciones militares y seguridad marítima. Algunos países podrían exigir aclaraciones y garantizar que sus contribuciones a la defensa colectiva sean reconocidas y valoradas de manera equitativa.
En paralelo, esta situación subraya el riesgo de seguridad en el manejo de información confidencial dentro del gobierno de Estados Unidos. Un error en un chat privado derivó en la exposición de detalles internos de alto nivel, lo que podría motivar revisiones en los protocolos de comunicación y medidas más estrictas para evitar futuras filtraciones.
Mientras tanto, el debate sobre la política exterior estadounidense y su relación con Europa sigue abierto, con implicaciones que podrían ir más allá de la seguridad marítima y alcanzar otros ámbitos de cooperación internacional.
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