El jefe de la Policía local definió a este caso de violencia familiar como “uno de los peores” en los que le tocó intervenir a lo largo de su carrera.
Una situación “absolutamente desgarradora”. Así describió jefe de policía de Franklinton, Justin Brown, el escenario que tuvo que afrontar en un caso que conmovió a todo Luisiana. Allí, en ese estado ubicado al sur de Estados Unidos, una mujer de 24 años mató a golpes a su hijo de apenas ocho meses.
Según un comunicado de prensa del sheriff de la parroquia de Washington, las autoridades tomaron conocimiento del caso el pasado martes y la mujer, identificada como Autumn Victoria Harper, fue llevada en calidad de detenida desde su domicilio en Franklinton hasta la cárcel de aquel pueblo sureño, acusada de asesinato en primer grado.
Hasta allí la información oficial. Luego, medios locales entregaron más precisiones. Indicaron, por ejemplo, que la pequeña víctima fue identificada como Sterling Rogers y reconocida por su padre, Joshua Rogers.
Revelaron, en paralelo, que el bebé fue llevado por su niñera al Centro Médico Riverside, en Franklinton, la semana pasada, luego de presentar una serie de vómitos después de que su madre lo dejara.
Tras comprobar la gravedad de las lesiones, los médicos dieron aviso a las autoridades y decidieron trasladarlo por vía aérea hacia el Hospital de Niños de Nueva Orleans, donde murió este lunes.
La cruda confesión del jefe de Policía y el dolor de la abuela del bebé
Brown admitió a WDSU 6 que se trató de, "probablemente, uno de los peores casos” en los que le tocó intervenir a lo largo de su carrera. Es que, de acuerdo con su versión, los abusos sobre la criatura eran continuos.
"¿Por qué no se vio? ¿Por qué no se impidió?", se preguntó el policía, quien además realizó otro cuestionamiento: si Harper “sabía que estaba teniendo dificultades, ¿por qué no le entregó a Sterling a otra persona que pudiera haberlo cuidado?”.
En tanto, la abuela de la criatura manifestó en Fox 8, entre lágrimas, que la muerte de su nieto resultó “devastadora”. “Voy a extrañar todo de él”, expresó Natasha Hano.
“Cada vez que cierro los ojos tengo pesadillas, veo imágenes desagradables”, añadió la mujer, que se cada vez que se refería al bebé lo hacía llamándolo “mi corazón”.
Los escalofriantes resultados de la autopsia
Según el testimonio de Brown, la autopsia determinó que el bebé presentaba “fracturas de cráneo” y que también tenía otros huesos rotos en el torso, los brazos y las piernas.
“Hay fracturas en las costillas, los brazos y las piernas”, declaró el jefe de Policía de Franklinton.
La madre de la presunta asesina, en tanto, reconoció que su hija le había confesado ciertas situaciones peligrosas para con la integridad física y emocional del bebé.
"Ella admitió pequeñas cosas, como ponerle la mano sobre la boca, tal vez cuando estaba llorando", comentó. Según Brown, la mujer “parecía estar luchando con su salud mental”.
Harper, se precisó, continúa detenida, sin derecho a fianza. Mientras tanto, Patrick y Cindy McIntosh, bisabuelos del niño y abuelos del padre de la víctima, habían iniciado una colecta online en GoFundMe para cubrir los gastos funerarios de Sterling.
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