Los grandes desafíos para la mandataria de centroizquierda en México, en un país dominado por el narcotráfico y dependiente de Estados Unidos.
Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México.
México, un país con fuerte tendencia machista, tiene por primera vez a una mujer jefa del Poder Ejecutivo. Claudia Sheinbaum logró la presidencia con un importante apoyo popular (59,7%) y el respaldo del exmandatario Andrés Manuel López Obrador, que dejó varios temas pendientes de solución.
Una mujer de centroizquierda -algunos la consideran más inclinada hacia la izquierda que al centro- que debe gobernar un país dependiente del máximo exponente del capitalismo, Estados Unidos, y dominada por la violencia de los carteles del narcotráfico.
Sheinbaum ganó las elecciones con el 59,7% de los votos
López Obrador le dejó un país ordenado en lo económico y lo institucional, pero convulsionado en algunas áreas, especialmente la inseguridad y el flagelo de la migración constante.
El escenario es complejo para Sheinbaum, y todos se preguntan si tendrá todo el apoyo necesario de su partido, Morena, que se convirtió en algo similar al criticado PRI, por los niveles de corrupción y control de las instituciones.
En el mensaje de asunción del cargo, el 1 de este mes, la mandataria hizo constantes referencias a la lucha histórica por los derechos de las mujeres, el combate a la corrupción y la singular promesa de los políticos: “No los voy a defraudar”.
Quién es Sheinbaum
Es una mujer apasionada por la ciencia, pero también muy comprometida políticamente con la sociedad.
Claudia, de 62 años, viene de una familia de científicos que formaban parte de la comunidad judía asquenazi en México. Su madre es bióloga y su padre químico.
Segunda de tres hermanos, Sheinbaum estudió física e ingeniería energética en la Universidad Autónoma de México. Luego hizo una maestría y un doctorado.
Es una científica de marcada militancia política
Vivió cuatro años en California, Estados Unidos, donde hizo la tesis doctoral. Allí también conoció a su primer marido, con quien tiene dos hijos.
Cuenta con una larga carrera como profesora e investigadora, y también como funcionaria en puestos claves.
Se interesó especialmente en el cambio climático, campo en el cual elaboró metodologías vinculadas a medir la contaminación y crear sistemas de alerta.
En forma paralela, siempre estuvo vinculada a lo político, algo que lo palpó de chica en su propio hogar donde habitualmente se conversaban los temas de Estado. Incluso fue una activa militante durante su juventud.
El primer cargo político fue a los 37, como secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal. Para ello tuvo que abandonar sus investigaciones científicas.
Sheinbaum intenta separarse de la figura de López Obrador
En el 2000 empezó a trabajar con López Obrador. Y ocho años después ganó la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Una buena gestión le permitió candidatearse para estos comicios presidenciales, con el obvio respaldo de López Obrador.
Para algunos, es una extensión del poder político del exmandatario. Sin embargo, ella afirma que no es lo mismo que López Obrador y que no será manipulada por él.
A días de asumir tuvo con choque con España por no haber invitado al acto al Rey Felipe VI, en una acción vinculada a la postura política de López Obrador.
Hace un tiempo se separó de su esposo y volvió a formar pareja con un viejo novio de la universidad, Jesús María Tarriba, con quien se casó el año pasado.
Principales desafíos
1-Narcotráfico e inseguridad: Es el primer problema y el más grande que debe enfrentar, como les pasó a todos los presidentes mexicanos. Ninguno pudo resolverlo.
Hay zonas en México donde los carteles controlan la región, como sucede en el norte, en el límite con Estados Unidos, y en el sur, dominado por la pobreza.
López Obrador asegura que revirtió la tendencia al alza de los homicidios en el país, un dato cierto ya que cuando llegó al poder había unos 170 homicidios diarios, cifra que cayó a 91.
Hay regiones totalmente dominadas por los carteles narcos
Pero esto es relativo si se tienen en cuenta algunas zonas donde mandan los narcos. Hay regiones donde las muertes y la violencia son algo cotidiano.
En sus seis años de gobierno hubo 180.000 muertes violentas, lo que convierte el mandato en el más violento en la historia moderna del país.
López Obrador optó por negociar con los carteles de la droga y eliminar la mano dura de sus antecesores en el cargo. Le dio cierta tranquilidad, pero ahora son los capos narcos quienes manejan algunas regiones.
Varias provincias viven el flagelo de la desaparición de personas y los desplazamientos forzados a causa de la injerencia del crimen organizado.
Es un tema candente que en algún momento Sheinbaum deberá enfrentarlo.
2-La frontera y la relación con Estados Unidos: México es muy dependiente de la relación económica con Estados Unidos, con quien comparte una frontera de 3.200 kilómetros.
México tiene un flujo constante de migrantes de distintos países que buscan cruzar hacia Estados Unidos, un tema crucial de la relación bilateral.
López Obrador hizo un pacto con el presidente estadounidense, Joe Biden, y antes con Donald Trump, buscando reducir el número de migrantes hacia el país del norte. Esto implicó que las fuerzas mexicanas se involucraran para frenar el caudal de viajeros.
Sheinbaum tendrá que tratar este punto con las nuevas autoridades que surgirán de las elecciones en Estados Unidos, donde compiten la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
3-Desigualdad social: López Obrador dejó el poder con buenos índices económicos y con alto empleo. Hay una situación económica fuerte y la tasa de desempleo es de sólo 2,6%.
Pero esto contrasta con los grandes bolsones de pobreza en algunas regiones del interior y un fuerte retroceso de algunos sectores sociales en el acceso a la salud pública y la educación.
Se calcula que hay un 39% de la población con carencias en salud. Y los años de escolaridad promedio se estancaron en 10.
El otro gran tema social es la situación de la mujer. De acuerdo a datos de la ONU, 9 mujeres son asesinadas por día en México, un país con altos niveles de violencia de género.
Otro dato dramático es que el 70% de las mexicanas sufrió algún tipo de violencia, ya sea psicológica, sexual, física, económica o discriminatoria.
4-Corrupción y política: El último punto está vinculado a la fuerte corrupción que hay en los distintos estamentos del poder en el país y la capacidad de Sheinbaum para combatirla.
Su partido, Morena, tiene un gran dominio de los distintos distritos del país. Incluso acaban de aprobar una ley por la cual se elegirán jueces por el voto popular. Un tema polémico porque así tendrían mayor poder a sus representantes.
Muchos se preguntan si la nueva mandataria corregirá esto para hacer un país más democrático, o profundizará la tendencia actual.
También está en duda qué peso tendrá la figura de López Obrador en su gestión. Ella afirma que es absolutamente independiente, aunque los críticos afirman que el exmandatario eligió a Sheinbaum como sucesora para extender su gobierno y mantener su influencia.
"Sheinbaum inicia su gobierno acotado políticamente, y será el tiempo el que mostrará si ella se independiza o se pliega a la figura de Lopez Obrador”, señala a BBC Mundo el consultor Luis Carlos Ugalde.
López Obrador “presionó para que se aprobara una reforma judicial que ha causado temor e incertidumbre y que ha impedido que Sheinbaum pueda dar a conocer las prioridades de su gobierno", remarca Ugalde.
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