Un eurodiputado francés reclamó la devolución de la Estatua de la Libertad y la respuesta fue contundente

Un acto partidario impulsó a un diputado socialista francés con deseos de competir por la presidencia de su país en 2027, para llevar a cabo un sorpresivo e insólito reclamo. "Devuélvanos la Estatua de la Libertad", exclamó Raphael Glucksmann, casi 140 años después de que el icónico monumento, que el país europeo regaló a Estados Unidos, fuera inaugurado en Nueva York.

En líneas generales, el legislador de centro-izquierda del Parlamento Europeo considera que el país que hace poco menos de dos meses volvió a ser gobernador por Donald Trump, no representa actualmente los valores que hicieron que la nación europea donara la estatua en el siglo XIX.

"A los estadounidenses que optaron por aliarse con los tiranos, que despidieron a investigadores por pedir libertad científica, les diremos: devuélvanos la Estatua de la Libertad", dijo el fundador del espacio Place Publique en medio del clamor de aquella reunión proselitista.

La guerra desatada en Ucrania después de la invasión rusa en febrero de 2022 causó efectos de todo tipo alrededor del mundo, pero seguramente nadie esperó que derivara en un reclamo de este tipo.

Para Glucksmann, un defensor del país liderado por Volodimir Zelenski en el marco de aquel conflicto bélico, la flamante gestión de Trump en Estados Unidos no adoptó una postura correcta con respecto a la guerra.

De todos modos, no fue

eurodiputado francés.jpg

El eurodiputado Raphael Glucksmann fue el autor de la insólita propuesta para que Estados Unidos devuelva la Estatua de la Libertad.

ese el único cuestionamiento que el también filósofo apuntó para justificar su reclamo. Mencionó, en paralelo, los recortes que el republicano llevó a cabo en las instituciones de investigación, que derivaron en una iniciativa del Gobierno francés para llevar a algunos investigadores a trabajar en Francia.

"Se la regalamos, pero parece que la desprecian. Entonces estaría bien aquí en casa", manifestó Glucksmann, poniendo un signo de pregunta sobre la actual concepción de libertad de Estados Unidos.

En ese sentido, agregó: “Estamos hartos de tener una pequeña, queremos la grande". La referencia fue hacia la copia de la Estatua de la Libertad que se encuentra en una isla en el río Sena, en Francia.

Luego, el eurodiputado abordó la parte restante de su crítica. "Lo segundo que les diremos a los estadounidenses es: 'Si quieren despedir a sus mejores investigadores, si quieren despedir a todas las personas que, con su libertad y su sentido de la innovación, su gusto por la duda y la investigación, han hecho de su país la primera potencia mundial, entonces les daremos la bienvenida'", expresó.

La contundente respuesta de Estados Unidos

Estados Unidos rechazó este lunes de manera enérgica la exigencia propuesta por Glucksmann. Lo hizo a través de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una rueda de prensa en la que la consultaron por la eventual devolución de la Estatua de la Libertad a Francia

“Absolutamente no”, respondió la vocera estadounidense ante esa pregunta. Luego, se dirigió directamente hacia Glucksmann, a quien no nombró pero sí se dirigió relativizando su importancia política.

Vocera estados Unidos.jpg

La contundente respuesta de Estados Unidos llegó a través de su portavoz, Karoline Leavitt.

"Mi consejo para ese político francés de bajo nivel no identificado sería recordarle que es solo gracias a los Estados Unidos de América que los franceses no están hablando alemán en este momento, por lo que deberían estar muy agradecidos con nuestro gran país", destacó.

Leavitt se refirió así a la participación de su país en la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania invadió Francia y luego Estados Unidos fue una pieza fundamental para su liberación.

La Estatua de la Libertad, un regalo francés para Estados Unidos

El monumento, de 93 metros de altura, fue diseñado por el escultor francés Auguste Bartholdi y entregado por Francia a Estados Unidos para celebrar la amistad que ambos países mantuvieron durante la Revolución Americana.

El encargado de diseñar la estatua fue Frederic Auguste Bartholdi, quien tenía como fecha de finalización de la obra el año 1876, para celebrar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

Era un proyecto que constaba de dos partes: Francia construiría y diseñaría la estatua, y Estados Unidos completaría el pedestal que la albergaría.

Sin embargo, no todo se dio como esperaban, por las dificultades con las que se encontraron para conseguir financiamiento. Fue así que recién agosto de 1885 pudo obtenerse el dinero para el pedestal en Estados Unidos y la construcción finalizó en abril de 1886.

En Francia, en tanto, la estatua se finalizó en 1884 y llegó al puerto de Nueva York en 1885 a bordo del buque francés "Isère". El 28 de octubre de 1886, diez años después del plazo instaurado inicialmente, la Estatua de la Libertad, fue inaugurada en la Isla de la Libertad, en la bahía de Nueva York, al sur de Manhattan.