Fue homenajeado recientemente por la UNCo. Su partida generó un profundo pesar en las redes sociales y entre referentes culturales de todo el país.
El mundo de la cultura argentina despide con dolor a Raúl Mercado, reconocido músico, compositor y uno de los fundadores del emblemático grupo folclórico Los Andariegos, quien falleció este martes a los 88 años en la ciudad de Neuquén. Su trayectoria dejó una huella imborrable en la música popular argentina y su figura fue recordada por artistas, periodistas y seguidores a través de sentidos mensajes en redes sociales.
Su vida, marcada por el arte, el compromiso social y una intensa carrera internacional, estuvo también atravesada por el exilio, el reconocimiento tardío en su país y una pasión inquebrantable por la música. Radicado en Neuquén desde hace varios años, Mercado fue homenajeado por la Universidad Nacional del Comahue, que lo distinguió como Miembro de Honor por su trayectoria.
Raúl Mercado nació en 1934, en La Rioja, pero su crianza transcurrió en Córdoba, donde desde muy joven mostró una inclinación natural hacia la música. Autodidacta, a los 11 años ya tocaba la quena, el charango y la guitarra. Admirador de los Hermanos Ábalos y de la música clásica, especialmente de Bach, dio sus primeros pasos en la música popular con el grupo Los Chayeros.
Fue en un festival en Olivares donde su talento llamó la atención de Los Andariegos, quienes lo invitaron a sumarse como nueva voz del grupo. A partir de ese momento, la historia de Mercado cambió para siempre. Con el grupo grabó más de 15 discos, compuso clásicos como “La Trunca Norte” y “Hacia el surco”, y fue autor de la célebre “Canción para un niño en la calle”, inmortalizada por Mercedes Sosa, con quien compartió giras internacionales.
Sin embargo, su carrera también se vio afectada por el contexto político de los años '70. Debido al contenido social de sus canciones, Mercado fue víctima de la censura y la persecución durante la dictadura militar, lo que lo obligó a exiliarse en Francia en 1979. Allí desarrolló una prolífica carrera como solista y quenista, y estableció vínculos con figuras como Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Jairo, Julio Cortázar y Horacio Ferrer, entre otros.
En Francia grabó discos, realizó giras por Egipto, Marruecos, Japón, Israel, Suiza y Estados Unidos, y se convirtió en una figura de referencia en la escena cultural latinoamericana en el exilio. “Lo vivía con cierta naturalidad, sintiéndome parte de algo que era importante”, recordaba sobre aquellos años en el Barrio Latino de París.
Aunque muchos artistas exiliados regresaron tras la vuelta de la democracia en 1983, Mercado decidió permanecer en Europa, donde había rearmado su vida familiar y profesional. Recién en 2015, por motivos de salud, volvió de manera definitiva a la Argentina. Tras una breve estadía en Mar del Plata, se trasladó a Neuquén capital para vivir junto a su hija Alejandra, con quien compartió sus últimos años.
Ya instalado en la ciudad, su salud comenzó a deteriorarse. Un glaucoma lo dejó completamente ciego y lo alejó definitivamente de los escenarios y de la composición. “No fui yo, sino esta enfermedad que me afectó y que hace que no pueda escribir ni hacer música”, dijo en una de sus últimas entrevistas.
Pese a su retiro forzado, Mercado conservaba una lucidez notable y seguía entusiasmado con la posibilidad de que sus obras inacabadas fueran grabadas por sus sobrinos músicos. Su historia reciente fue reconocida y celebrada en un acto organizado por la Universidad del Comahue, en el que recibió aplausos y mensajes de afecto de referentes culturales como Teresa Parodi, Juan Falú y Víctor Heredia.
Su muerte provocó una gran conmoción en las redes sociales, donde amigos, colegas y seguidores expresaron su admiración y gratitud. La mayoría coincidió en recordar no solo su talento, sino también su calidez humana, su humildad y su coherencia ideológica. En Neuquén, donde vivió sus últimos años, vecinos y artistas lo despidieron con cariño.
Raúl Mercado se fue en silencio, rodeado del afecto de su familia y de quienes supieron valorar su legado. Pero su voz, su quena y su compromiso seguirán resonando en cada canción, en cada festival y en cada joven artista que lo reconozca como lo que fue: un auténtico andariego de la música popular latinoamericana.
Despedida en las redes
La noticia del fallecimiento de Raúl Mercado generó una ola de mensajes sentidos en las redes sociales, donde amigos, colegas y admiradores despidieron con profundo respeto a quien fuera una figura esencial del folclore argentino. Las publicaciones se multiplicaron con el correr de las horas, con fotografías antiguas, videos de actuaciones y palabras de admiración hacia su trayectoria artística y su calidad humana.
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