Ajuste que quema: bosques en cenizas y el abandono de la política ambiental

Los incendios en bosques de Neuquén y Río Negro devienen en la postal más ingrata del verano. Desde vísperas de Navidad, el fuego ha consumido cuantiosas hectáreas en los parques nacionales Nahuel Huapi y Lanín; y también en otros puntos de esta provincia en donde los descuidos humanos tuvieron consecuencias drásticas.

Según los relevamientos de Greenpeace Argentina, en el Parque Nacional Huapi – Lago Martin, a 60 kilómetros de Bariloche, las llamas aún no lograron apagarse y ya arrasaron más de 3.500 hectáreas de bosques en reserva estricta.

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Brigadistas combatiendo el incendio que afecta al Parque Nacional Nahuel Huapi.

Parque Nacional Nahuel Huapi.

En tanto en la provincia de Neuquén, en el Parque Nacional Lanín, en la zona del Lago Meliquina, el fuego logró ser contenido, sin embargo, cerca de 10 hectáreas de bosque de coihue, radal y maitén se vieron afectadas, indicó la organización ecologista.

El 27 de diciembre también se registró un incendio forestal en el Cajón de Hualcupen, cerca de Loncopué y el saldo fatal es de 450 hectáreas de bosques de ñire y matorrales arrasadas.

En esta coyuntura, al gobierno nacional profundizó el desfinanciamiento a la protección de los bosques nativos de Argentina. Si bien nunca se alcanzó a dotar con los recursos que demanda la Ley de Bosques, el presupuesto 2025 presentó el porcentaje más bajo desde la implementación de la misma. Pero ese proyecto es historia, este año ni siquiera habrá presupuesto para el país, pues Javier Milei optó por una segunda prórroga consecutiva, sobre la base del proyecto de 2022 del anterior gobierno. Esta decisión, a un tiempo, impacta en las provincias que dejarán de recibir partidas para hacer frente a las contingencias.

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Un brigadista observa, resignado, las consecuencias del incendio sobre las especies nativas en el Parque Nacional Nahuel Huapi.

Parque Nacional Nahuel Huapi.

Según la Fundación Vida Silvestre Argentina, el territorio nacional cuenta con más de 53 millones de hectáreas de bosques en toda su extensión, que no pueden cuidarse con un presupuesto de 9.090 millones de pesos al año. “En definitiva, estamos pensando que 170 pesos alcanzan para cuidar una hectárea de bosque un año completo, un aproximado de 15 pesos por mes por hectárea”, sostuvo el titular de esa organización, Manuel Jaramillo.

Como si todo esto resultara poco, hace pocas horas se publicó en el Boletín Oficial Resolución 10/2025, que es la antesala de la eliminación de las investigaciones científicas relacionadas con el ambiente y el calentamiento global. En efecto, la medida faculta al desmantelado Ministerio de Ciencia y Técnica (degradado a secretaría) para avanzar con la motosierra sobre valiosos trabajos científicos en marcha y vaciar las políticas ambientales del país.

La brújula libertaria solo tiene como prioridad ahora la agenda electoral de 2025. Todo lo demás pasará a un segundo plano, incluso la pérdida de valiosos bosques nativos de extraordinario valor.