Alquileres a precio petróleo: los estudiantes, al borde del ahogo en Neuquén

Neuquén padece los contrastes económicos que genera el mundo de Vaca Muerta. Un polo de crecimiento, con sueldos petroleros, y un dinamismo que no da respiro. Pero para quienes intentan alquilar, sobre todo los estudiantes y trabajadores sin acceso a los altos salarios del sector energético, la situación es asfixiante.

“Hoy, alquilar en Neuquén es un ahogamiento”, graficó Lorena Krause, integrante de la Unión de Inquilinos de Neuquén, en declaraciones radiales, respecto a la temporada 2025 para estudiantes, en este contexto de distorsiones, donde la provincia maneja precios muy superiores al de otras localidades del Alto Valle.

El término no parece exagerado, a pesar de que la ciudad está constantemente construyendo departamentos para alquilar. La oferta nunca parece ser suficiente y cada plaza que se deja por falta de dinero, es ocupada inmediatamente por una familia o un trabajador de la industria. Pese a que la oferta de alquileres creció, los precios se mantienen en niveles que dejan a miles fuera del mercado.

Los alquileres nunca fueron tan caros como ahora, indica el trabajo de la Unión de Inquilinos.

Los alquileres en Neuquén son caros por la alta demanda. Gente que viene de otras provincias, seducidas por el petróleo.

Krause sostuvo que el fenómeno no es nuevo, pero se agrava con la llegada de un nuevo ciclo lectivo y el regreso de estudiantes que buscan dónde vivir. Muchos terminan agrupándose en departamentos pequeños para dividir costos, mientras que otros directamente desisten de estudiar en la capital provincial por la imposibilidad de afrontar los gastos.

Alquileres extorsivos: "O aceptás, o viene otro"

“Estamos con valores a precio petróleo”, explicó la integrante de Unión de Inquilinos de Neuquén, que deslizó algunos datos de la encuesta anónima que realizaron para conocer en qué situación viven los neuquinos respecto al alquiler y la vivienda.

Según Krause, el cálculo es sencillo, pero lleva a que estudiantes y familias se queden fuera del sistema. Si un alquiler cuesta un millón de pesos, el inquilino debe contar con al menos el doble para poder ingresar, entre depósito, comisión y gastos extra.

“Es una situación que se complica aún más porque si vos no aceptás un alquiler, otro lo va a aceptar y quizás a cualquier precio”, agregó la referente de los inquilinos.

El problema va más allá del monto mensual, que en la ciudad de Neuquén no baja de 550 mil pesos por un departamento de un dormitorio, sino la accesibilidad a los inmuebles.

“Un estudiante que busca un departamento cerca de la Universidad puede tardar meses en encontrar algo dentro de su presupuesto”, dijo Krause, al tiempo que agregó que muchos deben conformarse con opciones alejadas o directamente postergar sus planes de estudio.

Neuquén vs Alto Valle: una brecha abismal

El impacto de los precios neuquinos es evidente cuando se comparan con los del Alto Valle rionegrino. Un departamento de una habitación en pleno centro de Villa Regina puede costar unos 350 mil pesos. "Eso en Neuquén no existe, ni cerca”, comentó.

La diferencia es tan grande que algunos estudiantes y trabajadores optan por mudarse a ciudades como Cipolletti, Plottier o Senillosa, donde los alquileres son apenas más accesibles. Sin embargo, esa alternativa implica costos adicionales en transporte y tiempo de traslado, lo que termina siendo una ecuación difícil de sostener.

Krause dijo que hay un fenómeno de “ahogamiento” que afecta a quienes buscan alquilar por primera vez, y también a aquellos que ya tienen un contrato vigente.

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Omar Novoa

“Muchos llegan a un punto en el que deben decidir si siguen alquilando o si directamente dejan la vivienda porque no pueden pagar”, advirtió.

La situación es especialmente muy dura para los estudiantes, más allá de afrontar el pago del alquiler, tienen el transporte y otros gastos básicos. “Lo recomendable es que busquen compartir con compañeros, en zonas con buen acceso a transporte. Pero aun así, los costos son elevados”, señaló.

En algunos casos, un departamento de dos o tres habitaciones tiene costos millonarios que se reparten entre los estudiantes. Sin embargo, es un riesgo para cualquier familiar sostener este esquema.