La comunidad Mañke se adjudica la posesión de la tierra, con el aval de Provincia y Nación. La dueña denunció usurpación y el caso está en Fiscalía. Detalles.
En las 6.500 hectáreas de la estancia El Bosque, en El Huecú, crece un conflicto que otra vez tiene, de un lado, los papeles, las escrituras de los estancieros, y del otro, el reclamo de posesión tradicional de una comunidad mapuche. Un grupo ligado a los Mañke intentó tomar posesión de un lote que, aseguraron, ya figura como suyo en el relevamiento oficial firmado por Provincia de Neuquén y Nación.
Pero al otro lado esperaba la propietaria, la estanciera María de las Mercedes de Larminat, una mujer que no dudó en denunciar “lisa y llanamente una usurpación de tierras”, ante el pedido de la comunidad de dejar paso para el pastoreo de animales. "Vinieron de mala manera y rompieron el candado, le dije a la Provincia que no iba a mediar, porque tengo la escritura del campo", dijo De Larminat a LMNeuquén, quien se negó a una mediación con la comunidad.
"No tengo nada que mediar, porque no mostraron ningún papel, y yo tengo la escritura. Cada vez que me piden pasturas dejo entrar, no tengo problemas, pero no de esta manera", cerró la estanciera.
Para la comunidad, la legitimidad de la acción está amparada en que aseguraron tener el relevamiento territorial finalizado, según les comunicó el subsecretario de Gobierno de la Provincia, Juan "Johny" Gandi, la mano derecha del ministro Jorge Tobares. Las personas ingresaron el jueves pasado por la Ruta Provincial N°4, que conecta El Huecú con el paraje Colipilli. Ahí hay un puesto de invernada de la estancia y un galpón para animales.
Relevamiento mapuche: qué tierras reclaman
“La zona en discusión es Corral de Piedra, que hacemos pastoreo de animales, y en el relevamiento quedó para la comunidad. Está firmado por la gente de Provincia y Nación, lo tenemos en mano ese relevamiento”, explicó a este diario Juan Maripil, segundo lonco de los Mañke.
Y acotó: “El jueves quisieron hacer la ocupación de ese espacio, porque fue relevado en pastoreo comunitario; se tomó la decisión de hacerlo y, cuando estábamos en el lugar, llega Mercedes De Larminat, que es familia de la Sociedad Rural de Neuquén”.
La tensión empezó a subir rápidamente en esa vasta zona del centro de la provincia de Neuquén, donde muchos que eran vecinos y criollos, ahora formaron las comunidades mapuches.
“Alrededor de las 18 horas de ese día, la señora (De Larminat) se dirigió con muy mala expresión, que rajemos de acá, porque era de ella y nos iba a sacar por la fuerza. Y con una expresión racista, dijo ‘saquen eso de acá’ (por la bandera mapuche). Es una actitud racista para los pueblos originarios”, denunció Maripil.
“Estando en presencia de la Policía, nos obliga a salir. Nosotros no estamos haciendo ocupación sobre algo que siempre tuvimos y se ocupó el territorio. En ese momento, porque no alcanzamos a llegar para tomar posesión, cuando hace la denuncia judicial, y cuando pasaron algunas horas, hay un galpón, una casilla de chapa que ella había hecho, está todo ahí, no se rompió nada”.
“Estamos hablando de miles de hectáreas de campo”, insistió el referente. “Tenemos la resolución del INAI y la firma del ministro Tobares. Siempre la gente de la comunidad tuvo ese pastoreo, y cuando se hizo el relevamiento nadie dijo nada, lo hicimos sabiendo que ese lugar es nuestro”, dijo.
De Larminat: "Se metió gente que es de la familia Avello"
Pero la versión de la propietaria difiere por completo a la de los mapuches. “Se metió gente de la familia Avello, que dicen ser de la comunidad Mainque”, dijo De Larminat, y agregó que fue “lisa y llanamente una usurpación de tierras”.
“Había empleados municipales y hasta personas de ATE. Hice la denuncia pertinente a la Policía, vino el móvil, se apersonó en la tranquera, para no dejar entrar, y salir”, acotó.
Sobre el altercado, calificado de racista, sostuvo que no recuerda haber dicho nada, solo que le sorprendió la manera en la que abordaron la situación para ingresar a las 6.500 hectáreas de la estancia El Bosque, donde ella aseguró tener el título de propiedad desde 1994.
“El cuadro por donde ingresaron tiene menos de 6.500 hectáreas, la tranquera es de alambre, normalmente la tengo con candado. Lo rompieron, pusieron otro y remacharon la tranquera. Es una usurpación”, dijo la estanciera.
La denuncia recayó en la Fiscalía de Chos Malal, que ya recibió el título de propiedad original. “Por eso hice la denuncia, así que el título del campo está en perfectas condiciones, no solo de mi propiedad, sino de los anteriores propietarios, tiene más de 100 años”, afirmó. Además, indicó que “las personas que entraron al campo, no pueden salir porque hay una consigna policial. El que sale, no entra”.
Respecto al argumento del relevamiento, De Larminat señaló que “los mapuches adujeron tomar posesión de ese lote, por las carpetas técnicas con el relevamiento cerrado de tierras, por la Ley 26.160. Pero los miembros de la comunidad no mostraron papeles", dijo.
Este choque ocurre en paralelo a los últimos convenios entre el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y la Provincia, firmados en una reunión con la coordinadora Legal y Técnica del ministerio, María Belén López, y el director de Afirmación de los Derechos Indígenas del INAI, Alejandro Collia. Neuquén cuenta hoy con 57 comunidades con personería jurídica (56 mapuches y una günün a küna), de las cuales 29 ya tienen el relevamiento territorial completo.
El subsecretario Juan Grandi, enviado por el ministro Tobares, estuvo hace unos días y, según los miembros de la comunidad, llamó a un “diálogo institucional”, pero la mediación fracasó.
Donó tierras del campo para un basurero municipal
En abril de 2024, la misma familia Larminat había donado un predio al municipio de El Huecú para instalar el basurero, lo que derivó en la caída de un convenio de trabajo de la comunidad -que mantenía 11 familias empleadas- y en otra ocupación de reclamo. Nada parece detener la espiral de conflicto cuando se mezclan escrituras centenarias y posesiones ancestrales.
La discusión que parece que se viene en un contexto político adverso para las comunidades, que es el reconocimiento de la posesión tradicional y pública de la tierra a favor de los mapuches y las escrituras de los campos privados. Ya sucedió con Tratayén, donde el Tribunal Superior de Justicia no reconoció a una comunidad que ocupaba y estaba "al resguardo" de las tierras de Felíx Galvan. Pero en este caso, las cosas parecen ser distintas. Los Manke tienen personería jurídica y, además, la tramitación del relevamiento.
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