Apuestas bajo sospecha: efectos del caso Spreen y de un escándalo entre diputados

La Fiscalía Especializada en Juegos de Azar (FEJA), a cargo de Juan Rozas, inició de oficio una causa para investigar si la escandalosa inclusión de un streamer en un partido de la primera división del fútbol argentino tuvo vinculaciones con el creciente negocio de las apuestas deportivas. La manipulación del deporte en pos de ganancias con las apuestas existe en el mundo desde que estas basan su oferta en las competencias deportivas.

La causa que instruye Rozas contra el entrenador de Riestra, Christian Fabbiani, y el influencer Ivan Buhajeruk, conocido en el ámbito streamer como Spreen, se basa en la sospecha de que el debut del comunicador santafesino en el fútbol profesional se enmarcó en una maniobra destinada a la captación de apostadores.

La intervención judicial se produjo mientras crecía el escándalo en el mundo del fútbol nacional por el caso. Riestra esgrimió que la movida se trató de una acción de marketing por el fútbol, tendrá que demostrarlo en el expediente de la Fiscalía de Juegos de Azar.

spreen deportivo riestra

El despliegue de las casas de apuestas en torno al torneo de la AFA avanzó desde 2019, cuando la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires emitieron las primeras habilitaciones para la operación del negocio a través de plataformas online. A cinco años, la oferta es amplia y está expandida en todo el país. Las casas de apuesta desarrollaron una estrategia de marketing superagresiva, que incluyó contratos de sponsoreo con la AFA y los dos clubes más populares: Boca y River.

Abono para las sospechas sobre las apuestas

El caso Spreen abonó las sospechas sobre la influencia de las apuestas en las decisiones deportivas cuando el debate sobre el impacto en la salud pública que genera la adicción asociada al juego llegó al Congreso, tras recorrer diversos ámbitos de la sociedad.

Este miércoles, en una reunión de comisiones de muy alta tensión, diputados de la oposición firmaron el dictamen de mayoría para regular las apuestas online. El proyecto propone la prohibición de la publicidad de las casas de juego en camisetas deportivas y estadios, entre una lista de restricciones que generan fuerte resistencia de los operadores de las apuestas.

La movida de Riestra avivó el frente crítico de la vinculación entre las apuestas y el deporte por considerarla una potente causal para la irrupción de la corrupción en las competencias. Mientras que el debate parlamentario de un marco regulatorio para el juego amplifica las críticas a los daños a salud que causan las apuestas, más allá del destino del trámite, y la exposición del lobby de las apuestas.

Escandaloso cruce entre diputados

La reunión del plenario, que reunió a cinco comisiones de la Cámara de Diputados –Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, Acción Social y Salud Pública, Comunicaciones e Informática, Legislación Penal, y Familias, Niñez y Juventudes–, incluyó un intercambio de insultos entre los diputados Maximiliano Ferraro, impulsor del dictamen mayoritario, y Silvana Giudici, férrea opositora.

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La radical Giudici rechazó la regulación planteada por considerar que establece restricciones violatorias de la libertad de prensa, mientras Ferraro, de la Coalición Cívica, insinuó que la postura respondía a los intereses de los dueños de las apuestas. Finalmente, Giudici fue retirada de la sala a pedido de la presidenta de la reunión, Mónica Frade (Coalición Cívica).

La derivación judicial del debut del steamer en primera y la discusión parlamentaria del juego representan dos golpes para las casas de apuesta, principalmente porque las ponen en el centro de la agenda pública, un lugar que fue siempre incómodo para los operadores de negocios en el sector.

El escándalo entre los diputados potenció las sospechas sobre la actuación de un lobby financiado por las casas de apuestas para defender sus intereses, mientras el caso Spreen avivó las creencias en los vínculos del juego con la manipulación del deporte.