Centenario apuesta a jornadas guiadas en la zona de El Picadero de Centenario. Serán caminatas y paradas con telescopios para contemplar estrellas y planetas.
El cielo promete un espectáculo que conecta lo humano con lo infinito. En la zona de El Picadero de Centenario, está programada una jornada, donde las estrellas se alinearán con un propósito: invitar a los vecinos a mirar hacia arriba en la noche, a redescubrir el cosmos desde la inmensidad de las bardas.
Con una propuesta de astroturismo, la Municipalidad de Centenario y la empresa Caelum Patagonia, unas 30 personas podrán vivir una experiencia que mezcla ciencia, naturaleza y magia. El cupo desbordó y estaba previsto para este jueves, pero el tiempo no acompaña todavía. Habrá otra oportunidad para los que quedaron afuera y cuando mejore el tiempo. La propuesta será de una caminata, reposera, mates o una copa de vino mirando el cielo.
“Son noches especiales. Vamos a tener a Venus, Saturno, Júpiter y Marte visibles en el cielo, y queremos que todos puedan entender cómo funciona esta dinámica celestial”, adelantó Amanda Manriquez, coordinadora de Caelum y especialista en turismo astronómico.
El evento va más allá de mirar las estrellas; se trata de una propuesta para sumergirse en ellas y en un relato fascinante. La jornada incluye una caminata guiada por las bardas, charlas educativas y la observación a través de telescopios. Para muchos, será su primer contacto con el brillo deslumbrante de Venus, que en la noche es uno de los protagonistas del cielo.
Noche en la barda con el telescopio
En una noche de dos horas, todo está calculado. El recorrido comenzará justo cuando el cielo se pinte de colores encendidos, un momento que los astrónomos llaman el Cinturón de Venus, ese degradé rojizo que anuncia la llegada de la noche.
“Va a ser una noche de observación, de explicar por qué el cielo se ve rojo, cómo cambia el tamaño de la luna al salir y de qué se trata esta alineación planetaria”, detalló Manríquez.
Y acotó: “La idea es que disfruten el momento para ver cómo es la dinámica del cielo, educar la vista y todo lo que ofrece nuestro cielo.
“Toda la actividad, la temática es astronomía, vamos a aprender cómo funciona el cielo y qué es lo que ven y de qué se trata. También habrá una caminata cortita para, ver qué pasa los crepúsculos”, dijo.
Indico que “después vamos a hacer entrada la noche observación por telescopios, y terminamos con la observación guiada en el cielo nocturno”.
El grupo atravesará un sendero de baja dificultad, en el faldeo de la barda, ese terreno que parece estar suspendido entre el cielo y la tierra. Durante el trayecto, los asistentes recibirán información sobre las constelaciones, los planetas y hasta la cosmovisión de los pueblos originarios, que encontraban en el cielo sus mapas y calendarios.
Es que para los pueblos originarios, cada estrella tenía un significado. No era solo un punto de luz, era guía, orientación, una conexión espiritual.
La directora de Agroturismo de Centenario, Victoria Rodríguez Rey, destacó el impacto positivo de la propuesta en la comunidad. “Estamos empezando a articular las bardas y cañadones como áreas naturales protegidas, y este tipo de actividades nos permite sensibilizar a la gente sobre su valor. Uno cuida lo que conoce”, expresó.
La iniciativa tuvo una recepción masiva. “El cupo de 30 personas se llenó en días. Estamos sorprendidos por el interés que generó el astroturismo. Esto nos empuja a organizar más ediciones en el futuro”, agregó Rodríguez Rey.
El Picadero, ubicado lejos de las luces urbanas, es un escenario ideal para esta actividad, ubicado a la vera de la Ruta 7 y Calle 4. Es un lugar que combina belleza y silencio.
"Este tipo de turismo astronómico es un concepto relativamente nuevo y tiene como objetivo atraer a personas interesadas en la astronomía desde un lugar recreativo, cultural o científico. Es una actividad innovadora en Centenario", dijo Rodríguez Rey.
La charla con los telescopios se dará una vez que la noche haya caído, después de las 22. Será el momento de observar de cerca algunos de los planetas más visibles y cercanos. Con el apoyo de láseres astronómicos, se guiará a los participantes para identificar constelaciones y entender cómo los astros se mueven a lo largo del año.
A llevar reposeras, mates, o vino
Los organizadores recomiendan llevar reposeras, linternas con luz roja, calzado cómodo y abrigo, porque incluso en noches cálidas, las bardas pueden enfriarse rápidamente. Además, quienes tengan binoculares o cámaras fotográficas podrán aprovechar al máximo la experiencia.
El astroturismo, una disciplina en auge en la región, ha llegado para quedarse en Centenario. “Este es solo el comienzo. Queremos integrar más actividades de este tipo en el verano, siempre con un enfoque ambiental y cultural”, aseguró Rodríguez Rey.
Esta noche, el Picadero no será solo un espacio en la barda; será un portal al cosmos. Un lugar donde el silencio será un libro abierto a la astronomía, donde las estrellas hablarán y la inmensidad del cielo nos hará sentir pequeños e infinitos.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario