Según explicaron fuentes judiciales, desde la compañía argumentaron "algunas demoras en la entrega”, por lo que se había reprogramado.
Un comprador online de Cipolletti consiguió que un juzgado de Paz fallara a su favor, luego de haber adquirido una heladera a través de la empresa Garbarino, la cual nunca fue entregada.
Según detallaron fuentes judiciales, desde la empresa -vía email- adjudicaron que experimentaban “algunas demoras en la entrega de su compra”, por lo cual se volverían a contactar con este a través del mismo medio “cuando se esté reprogramando la misma”.
Esa fue la última comunicación que tuvo con la compañía, y cuando intentó obtener información por email y por teléfono no lo consiguió. Sin embargo, pese a que el pago incluso había sido acreditado, el producto jamás llegó a su poder.
Ante esto, el consumidor envió una carta documento para que le entregaran el producto o le devolvieran el dinero. Incluyó como destinatarios de la intimación no solo a Garbarino sino a la fabricante Ludadel S.R.L.
En esa instancia, el hombre siguió sin obtener respuestas y por eso presentó la demanda por menor cuantía ante el juzgado de Paz de Cipolletti. Primero se realizaron gestiones con el objetivo de conocer los domicilios de las demandadas y cuando lograron notificarlas se fijaron tres audiencias, aunque no concurrieron ni contestaron.
Finalmente, la sentencia condenó a las empresas a devolver el dinero de la heladera, más una indemnización por el daño moral. También les impuso una multa civil por el incumplimiento de los derechos de las y los consumidores. Se consignó que no se cumplió con el deber de información que impone la ley ya que el cliente nunca recibió una respuesta.
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