Roberto Ibánez es velado en Oro y luego recibiría sepultura en el cementerio local. Los mensajes, la reflexión y el debate.
Escena de enorme dolor se viven en el velatorio de Roberto Ibáñez, el destacado jockey regional que perdió la vida trágicamente tras accidentarse en una carrera de caballos en Villa Regina. El querido piloto recibirá sepultura en el cementerio de Fernández Oro, su ciudad de origen donde familiares y amigos lo despiden en medio de una profunda angustia.
Tristeza que también se palpa en las redes sociales, donde cientos de vecinos expresan sus condolencias a la familia del eficaz jinete, en especial a su mamá Gloria, a su pareja, a su pequeño hijo y a sus hermanos.
"Dios te tenga en la gloria, amigo", fue por ejemplo el sentido posteo de Carlos Munarin, el propietario del Haras Lef Kawell.
El Municipio de General Fernández Oro recordó a uno de sus habitantes ilustres que falleció abruptamente y llovieron los mensajes. "Acompañamos, en este momento de profundo dolor, a la familia y amigos de Roberto Ibáñez, un vecino muy querido en la ciudad. Dejamos nuestro más sentido pésame. Q.E.P.D Roberto Ibáñez", señaló el triste comunicado.
"Que en paz descanses Robertito. Dios le de fortaleza a tu mamá Gloria, a tu esposa e hijito. Que tristeza!", manifestó Rosita.
También hubo mensajes de gente que se oponen al turf y de aquellos que llamaron a la reflexión sobre las exigencias y la ingratitud que padecen los jockeys de parte del público, teniendo en cuenta los riesgos a los que se exponen. "El turf está de luto, aprendan a no echarle la culpa a una monta. Todos critican pero ellos son los que van a arriba. Que descanses en paz Roberto Ibáñez", publicó Simón De La Costa.
Dolor generalizado
La noticia caló hondo en toda la comunidad y desde ATE Seccional Allen le enviaron fuerzas al compañero Sebastián Anrada, pariente cercano a la víctima: "Hoy abrazamos a nuestro compañero Sebastián Anrada y a toda su familia ante el fallecimiento de Roberto Ibañez, enviamos nuestras condolencias ante tan irreparable perdida. Q.E.P.D Robertito. Acá estamos tus compañeros Seba, para acompañarte", resaltaron ilustrando el texto con el logo de la Asociación de Trabajadores del Estado y el de luto.
El trágico episodio ocurrió en el club hípico "El Chiripa" de Villa Regina. La Justicia Investiga el hecho y se reabre el debate sobre las faltas de controles y el dopaje.
"Robertito" Ibáñez alcanzó a ver el disco muy cerca y pese a que el caballo que tenía por delante le había sacado algunos cuerpos de ventaja, arremetió los metros finales sobre el lomo de "Pobre Jorgito", el pura sangre que montaba en la cuarta carrera del encuentro que se disputó en el hípico de Villa Regina, el domingo cerca de las 10:00.
En medio de los gritos del público y el desaforado "dale nomás" de los apostadores que sienten pasión por el turf, "Pobre Jorgito" iba por la zona de los palos, se desplomó y rodó por la pista. El jockey "Robertito" Ibáñez nada pudo hacer para evitar la caída a toda velocidad ya que todo pasó en fracción de segundos. El animal se "clavó" con las patas delanteras y todo el peso del equino, más de 400 kilos, pasaron por sobre el cuerpo del jockey.
La polémica y el debate que se reabre
Luego de la impresionante rodada, el caballo murió y el jockey Ibáñez fue trasladado de urgencia al hospital. En General Roca se constató que había sufrido un traumatismo de cráneo severo e ingresó a la Terapia Intensiva, con la evaluación de una cirugía de urgencia. Lamentablemente, "Robertito" Ibáñez falleció en la tarde de este lunes, en el hospital de General Roca.
Sobre el hecho del domingo hay algunas versiones con un resultado trágico: que el caballo se desplomó porque pudo estar dopado y su corazón no resistió o que se "descaderó" solo por la potencia que llevaba, con el posterior colapso de su estructura ósea. Del otro lado del teléfono de LM Cipolletti hay un hombre que lleva toda una vida en el turf, entre las patas de los caballos. "No es la primera vez que un caballo se quiebra en plena carrera. El jockey, cuando se sube al lomo de un caballo, sabe a los riesgos que se expone. Es como cualquier otro deporte en el que el riesgo y el peligro están latentes", manifestó.
En otro llamado, también responde un cuidador de largos años en el turf de la Patagonia. Del mismo modo pide reserva de su nombre, pero a diferencia del otro testimonio, insiste en que hay que terminar con las "mañas" y las "trampas" de la actividad del turf. "Hay que sacarse la careta y dejar de hacerse los tontos. Acá murió un cristiano, no fue sólo un caballo. Entonces, el fiscal tiene que aclarar si se quebró o hubo dopaje con inyecciones tan agresivas que todo el mundo sabe que son muy riesgosas para la salud los caballos. Si el caballo estaba pasado de pichicatas, entonces hay que dejar de decir que fue un accidente porque podría haberse evitado. La cosa es clarísima. O una, o la otra", insistió.
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