La pesca de truchas desafiantes son las más buscadas en el embalse Piedra del Águila. Cómo acceder y qué tener en cuenta sobre el Paraje Yuncón y Zaina Yegua.
La provincia de Neuquén, reconocida a nivel mundial por sus ríos y lagos provechosos para la pesca guarda un lugar único entre los cañadones que lindan al río Limay. Se trata del lago del embalse de Piedra del Águila, a solo 30 kilómetros de la localidad, donde las truchas de más de cinco kilos son las más buscadas.
"Si sacás, felicitaciones. Y si no, felicidad", dijo Luis Núñez, un amante de la naturaleza que cada temporada de pesca vuelve al Lago Piedra del Águila para disfrutar de la naturaleza. En diálogo con LMNeuquén, el pescador dio detalles de cómo es pescar en este lugar donde en verano incluso muchas familias disfrutan de bañarse en el agua fría.
"Hay lugares con sombra de los sauces, juntás leña, te permiten hacer fuego, cocinás, jugás un truco, acampás y al otro día otra vez al agua tempranito", indicó Luis, que desde hace 20 años elige recorrer unos 280 kilómetros desde su domicilio en Neuquén para pescar en el embalse.
Las increíbles truchas del Embalse Piedra del Águila
Cada vez más pescadores eligen la costa del lago para probar suerte y disfrutar, aunque los conocedores recomiendan optar por una embarcación en busca de más posibilidades de pique. Una buena opción es el trolling, la técnica con señuelo de arrastre que trabaja con la velocidad de la lancha.
Si bien, excepto por la noche, la pesca está habilitada durante todo el día en el Embalse Piedra del Águila, con los calores del verano es preferible pescar al amanecer y al atardecer. Además, es el momento en que las truchas están más activas, alimentándose. Por supuesto, un gorro que tape el cuello, anteojos de sol y protector solar no pueden faltar en la jornada.
A diferencia de la pesca en el río Limay, donde está la posibilidad de enganchar truchas marrones, en el embalse hay más pique de arco iris, y en menor cantidad, percas. Consultado por su experiencia, lo importante -señaló Luis- es que las truchas arco iris alcanzan un buen peso: "son muy buenas piezas, el peso y el estado físico, o sea, están bien alimentadas, entonces la lucha que vos tenés con el pez es más intensa, es un desafío de no perderla".
Además, consideró que como pescador es importante sólo guardarse los pescados que superen el kilo y manifestó: "Particularmente, los pescadores que somos veteranos, cuando sacás una de las truchas peleadoras de cinco kilos ya estás hecho, te volvés al campamento a festejar, a disfrutar el día, el sol, las aves, el agua, el aire, que es tan puro".
Naturaleza cuidada
El paisaje nutrido del embalse regala a los visitantes una vista con distintos tonos de azul del lago, algo de vegetación y tierra colorada de los cañadones. Lo bueno que destacan y celebran los pescadores, es que a Piedra del Águila no ha llegado la problemática de las cianobacterias presentes en el Embalse Ramos Mexía, en El Chocón.
Por su parte, este embalse es cuidado por agentes de la División de Fauna que llegan en motos o lanchas, y realizan controles por caza furtiva con apoyo de Policía o Gendarmería sobre la ruta 237. Además, exigen el permiso de pesca en el embalse Piedra del Águila, que permite pescar hasta cinco truchas por persona.
Además del uso de mosca o fly, en el embalse puede hacer casting, es decir, con señuelos o cucharas, pero bajo ningún punto de vista se puede utilizar carnada o redes.
"Que lo cuiden es maravilloso, me gusta que controlen. Yo pesco desde los 8 años, y siempre me enseñaron a respetar la reglamentación de pesca. A uno, cuando es criado así, le molesta la gente que viene y actúa antirreglamentariamente, porque yo quisiera el día de mañana que mi nieto de 6 años agarre una caña y se vaya a pescar", opinó Luis.
Cómo llegar al Embalse Piedra del Águila y dónde quedarse
El embalse Piedra del Águila está ubicado a 20 kilómetros aproximadamente del desvío desde la ruta 237. Para llegar hay que tomar un camino de ripio y seguir las indicaciones como la cartelería hasta el Paraje Zaina Yegua, o el Paraje Yuncón. En la época de noviembre, cuando empieza la temporada de pesca, todavía está en actividad la escuela 233.
Una vez ahí, en los puestos de crianceros los pescadores pueden pedir indicaciones del estado de los caminos a la costa del Lago para elegirme el mejor. Lo más importante para los que gustan de quedarse al menos una noche, es que hay un complejo turístico a cargo de la comunidad mapuche Ancatruz. A escasos metros del lago, ofrece a los visitantes dormitorios equipados, zona de camping, quincho, baños y una proveeduría a precios populares.
Además, del emprendimiento turístico, en el embalse Piedra del Águila, la comunidad administra el segundo centro de cría acuícola de la provincia. Ubicada a un kilómetro, la granja produce hasta 4500 kilos de truchas arco iris que se faenan en Aluminé para comercializarlas en Neuquén capital y en menor medida en Junín de los Andes y San Martín de los Andes.
Este emprendimiento productivo que implica la presencia de criaderos de truchas en el lago es un arma de doble filo para los pescadores. Efraín Castro, alias Tornillo, especialista y profesor de pesca con mosca, expresó a LMNeuquén que no es uno de los lugares que prioriza al momento de ir a pescar porque las jaulas tienen escapes que hace que haya más truchas de criadero acostumbradas a alimentarse de manera artificial.
"Para algunos no es tan importante que el pez sea salvaje, pero para el pescador serio sí, entonces trata de evitar eso, porque las truchas que logran escaparse no representan dificultad", dijo.
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