La Policía dio detalles sobre la desaparición del pequeño de 3 años que generó preocupación en Cipolletti.
La reunión del domingo en una iglesia cipoleña derivó en una escena de pánico y desesperación cuando los padres de un nene de tres años notaron su ausencia. Tras una búsqueda desesperada, el nene fue encontrado dormido en una camioneta. Tras el alivio, muchos de los vecinos que se sumaron a la búsqueda manifestaron algunas dudas, pero la Policía brindaron detalles que confirman que nunca estuvo en riesgo.
Que un nene de 3 años apareciera dentro de una camioneta generó algunas dudas en vecinos que se sumaron a la búsqueda, el domingo pasadas las 22.30. El episodio en la zona norte de Cipolletti, sumado a denuncias de intentos de secuestro de menores en Allen o la desaparición de niños pequeños en otros puntos del país generó preocupación en algunos de los cientos de vecinos que difundieron la búsqueda en redes sociales.
Si bien aún no está claro quién hizo subir a la camioneta al nene, llamado Yeicob, la Policía descartó cualquier hipótesis delictiva. Autoridades de la Regional Quinta aportaron un dato clave: el niño siempre estuvo cerca de sus padres, aunque presos de la desesperación, ellos no lo notaron.
El incidente se produjo en una iglesia del barrio 2 de Febrero, no en Barrio Obrero, como se viralizó en redes sociales. Una familia que había llegado al encuentro religioso desde General Roca perdió de vista el pequeño, que jugaba con otros nenes cerca del edificio de la iglesia.
Lo llamaron a los gritos, pero no obtuvieron respuesta. Se sumaron otros miembros de la iglesia. Y nada. No había rastro del niño. El pánico se apoderó de todos. Es una zona oscura, con acequias y zanjas cerca. Varios de los presentes se subieron a sus autos y salieron a buscarlo, incluidos sus papás.
La desesperada búsqueda del nene
Al mismo tiempo, se convocó a la Policía y se difundió el caso en redes sociales. En sitios de Facebook y grupos de Whatsapp se difundió una foto del niño, proporcionada por sus padres. Los mensajes evidencian que en el lugar temían que alguien se lo hubiese llevado.
Tras algunas recorridas por la zona cercana, ya con las balizas de los patrulleros iluminando la zona, alguien encontró a Yeicob durmiendo en el asiento trasero de la camioneta en la que lo buscaban sus padres. "Alguien lo dejó subir, el niño se acostó a dormir y los gritos no lo despertaron. Y sus padres simplemente se pusieron tan nerviosos, que no se dieron cuenta que estaba ahí", confió una fuente policial.
Muchos vecinos transformaron su preocupación en crítica tan pronto se enteraron de la buena noticia. Testigos del operativo afirmaron que en el lugar había varios niños y que jugaban dentro del predio de la iglesia. Uno de los agentes que participó de la búsqueda explicó que fue "más que nada un malentendido, que por suerte terminó bien". Se descartó cualquier hipótesis sobre algún delito.
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