El asombroso mundo que revelan dos estudiantes micronautas de la UNCo

Allí donde el ojo humano por sí mismo no ve nada, ellos revelan un mundo microscópico fascinante. Son jóvenes y estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), reconocidos en el mundo por su talento para procesar fotografías científicas con resultados asombrosos.

"Somos de Costa Rica y queremos ser científicos", indicó Brandon Antonio Segura Torres (32), el joven estudiante que comparte un propósito con su esposa, Priscilla Vieto Bonilla (27), la otra micronauta de esta historia.

Oriundos de Costa Rica, llegaron a Argentina en plena pandemia de Covid-19 y no se fueron más. Venían con la idea de estudiar Ciencias Biológicas, pero entonces era imposible presenciar un laboratorio, de modo que volcaron sus propios ahorros a la compra de un microscopio para comenzar a observar en su propia casa.

fotografía científica UNCo

En la foto, la pareja de jóvenes estudiantes de la UNCo.

Muy atraídos por el arte y la fotografía, conjugaron esa pasión con la ciencia. Incluso Antonio ya había tenido la experiencia previa de un año en El Bolsón, donde un amigo lo recibió para que estudie Diseño Artístico Audiovisual en la Universidad de Río Negro. "Eso ayudó a afianzar un poco la cocina artística", reconoció.

Tuvieron una parada en Mendoza y luego se radicaron en Bariloche, donde actualmente cursan la carrera de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).

Con el tiempo fueron perfeccionando las imágenes que obtenían a través de un microscopio, aplicando distintas técnicas. Algunos profesores pudieron identificar su talento y motivaron a la pareja de estudiantes a presentar sus producciones en distintos concursos nacionales e internacionales, donde cosecharon numerosos premios. "Nos ha ido muy bien, más de lo que hubiésemos imaginado", confesó Segura.

Muchas de las investigadores se presentaron a través del CONICET y de la Universidad Nacional del Comahue.

Muchas de las investigadores se presentaron a través del CONICET y de la Universidad Nacional del Comahue.

Su desembarco en Bariloche no fue producto del azar. Ellos tuvieron la visión de ser científicos hace bastante tiempo.

En Costa Rica, de donde provienen, forman muchos ingenieros. Pero no existe un desarrollo fuerte en el ámbito de la ciencia. Sin embargo, el amor entre ellos nació en un campamento científico para estudiantes del secundario organizado por el gobierno. Allí se conocieron y no se separaron más.

"Somos micronautas. El equivalente al astronauta que investiga el espacio en el cielo, pero nosotros investigamos el espacio en lo micro". Brandon Antonio Segura Torres, joven estudiante de la UNCo.

El año que se casaron, planearon venir a la Argentina a estudiar. Actualmente, se podría decir que están a mitad de carrera, mientras avanzan con el arte de hacer fotografía científica como pasatiempo.

fotografía científica UNCo

"Uno de los motivos por los que estamos acá, es porque hay un foco importante de ciencia en Bariloche. Para nosotros, es el lugar perfecto con todo el panorama científico que hay; y estamos muy contentos porque el recibimiento ha sido muy bueno", destacó Segura.

Un profesor del Centro Atómico les abrió las puertas generosamente para compartir sus conocimientos y enseñarles a usar un microscopio electrónico de barrido, valuado en un millón de dólares, que les permite observar y estudiar la microscopía más a fondo. "Nosotros valoramos mucho lo que hace el profesor con nosotros", confesó el joven estudiante.

Así y de a poco se fueron metiendo en la fotografía microscópica. "Vimos que las imágenes se podían mejorar, aplicando distintas técnicas y las comenzamos a compartir", agregó.

fotografía científica UNCo

Los premios que recibieron

Después de un tiempo de práctica y muchas horas de laboratorio, cosecharon algunos resultados como el premio Internacional Wikipedia, donde sacaron el primer puesto en la categoría “Set de imágenes”. Allí muestran el desarrollo del ajolote Ambystoma mexicanum. El proceso duró un total de 18 días, mostrando todas las fases de su crecimiento.

fotografía científica UNCo

El ajolote es un animal -endémico de México- que está en peligro crítico de extinción por la contaminación de sus aguas. En estado salvaje, se estima que hay menos de mil. En acuarios no hay cifra exacta, pero se cree que hay más de 100 mil en el mundo. Este ser vivo tiene la particularidad de poder regenerar partes de su cuerpo, incluso del cerebro. "Se mantiene siempre joven. No envejece físicamente. Algo muy interesante", remarcó Segura.

También ganaron el premio internacional Faseb BioArts Award (primer puesto, en dos categorías), por un video de la microfauna en el microscopio electrónico de barrido (sobre insectos de la Patagonia) y un video del desarrollo del huevo del ajolote.

Otro premio nacional de Bio Optic fue la foto del ajolote dentro de un huevo sin eclosionar que parece una gota de agua. El ser vivo que sirvió para la muestra fue una cría de los ajolotes que tienen de mascotas en su casa.

Al respecto, Segura aclaró que las fotos no son imágenes intervenidas con aplicaciones de la IA (Inteligencia Artificial) o programas de diseño. "Procesamos y mejoramos la calidad de las imágenes que sacamos con técnicas de microscopía que ya aplican en el ámbito de la astronomía, como un programa especial que apila y enfoca las imágenes. Esto, a simple vista, no se puede lograr", explicó.

Con el microscopio electrónico de barrido al que acceden en el Centro Atómico Bariloche pueden ver en detalle organismos en pequeña escala que no son visibles con otras lupas. "Un profesor nos está enseñando a usarlo desde hace casi dos años. Llevamos muestras que nos gustan por curiosidad y hemos ganado premios con imágenes generadas con este microscopio electrónico", resaltó el joven estudiante.

El peculiar collage con parásitos de peces

En cualquier caso, se buscan imágenes científicas atractivas, como el collage que realizaron sobre parásitos de peces y recibió una mención de honor en un concurso internacional de Olympus.

El estallido de color que lograron para resaltar los parásitos se logró mediante otra técnica microscópica. "La foto no está intervenida. Fue tomada con un microscopio común con una técnica que se llama 'campo oscuro', donde los colores salen de la tinción química que se realiza en el laboratorio y resalta diferentes tejidos y órganos. Por eso se ven así de coloridos. La luz cae solo sobre la muestra. No está pintada con Photoshop", explicó Segura.

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Por eso, todos estos concursos buscan combinar la ciencia con el arte, de eso se trata justamente. "Cada uno de esos parásitos fueron tomados en dos tandas. Cada mitad tiene 32 imágenes (superpuestas). Cada uno de estos parásitos está formado por 60 u 80 imágenes. Todas procesadas -no intervenidas- para lograr mayor calidad", describió.

Digamos que es un trabajo de cirujano, muy cuidadoso, que le rehúye a la IA porque en ese universo también fascinante no se puede saber del todo qué es real y qué no.

"Nos interesa observar y estudiar la microscopía, de la mano con la biología y todas las ramas. Además, nos gusta la fotografía. Así, combinamos dos ases distintos". Brandon Antonio Segura, estudiante de la UNCo.

Más allá del pasamiento que comparte Segura con su esposa y la carrera que siguen juntos, realiza mantenimiento para los microscopios de la universidad, ya que del secundario salió con el título de técnico en electrónica (de la óptica se encarga un profesor).

Años anteriores, trabajó como docente de robótica en distintos colegios de la zona y ahora está dedicado al 100% al estudio y al diseño 3D industrial on line, donde le encargan trabajos.

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