El emocionante trasfondo detrás de los almuerzos virales de una popular familia cipoleña
Juan Scopel junto a su hijo Attilio, ex Cipo, y su esposa Malena la rompen con los videítos: “Me reta el viejo y encima se ponen a favor de él”. La verdadera razón de la iniciativa y un emotivo mensaje a todos los hijos.
Son un “plato”. Por lo graciosos y porque todo gira en torno a los almuerzos y a la mesa familiar. Juan Scopel, colaborador histórico del club Cipolletti, su hijo Attilio, reconocido ex jugador del Albinegro, y su esposa Malena protagonizan divertidos videos que luego difunden en redes sociales y suelen ser sumamente exitosos y comentados.
El más reciente lo publicaron este jueves 31 de octubre en Facebook bajo el título “llegaron los ñoquis, tarde pero llegaron”, teniendo en cuenta que el tradicional día de esa pasta es el 29 de cada mes.
En la parodia se mantiene la tónica de las anteriores entregas: el picante ida y vuelta, las chicanas e indirectas, los consejos y retos entre un padre que la va de duro, quizá trasladando a la actuación cómo ha sido en la vida real; un hijo “amarrete” al que le gusta desafiar y hacer renegar al “viejo gruñón” para sacarle una sonrisa y una mamá totalmente cómplice con el muchacho. Y pensar que estas creaciones tienen un trasfondo sumamente emocionante.
“Los ñoquis están espectacular pero lo único, le voy a hacer una crítica constructiva; no me gusta que haya alita en la salsa, preferiría alita o muslo”, genera polémica Attilio tratando siempre de usted al otrora camionero.
Sanguíneo como todo “tano”, su padre entra una vez más. “Usted no sabe nada, es un mal agradecido. Delicado como cartón de huevos; ahí tiene carne picada si no le gusta”, le responde su progenitor cumpliendo el papel de recio que tanto disfruta y por su forma de ser mucho no le cuesta interpretar.
“Encima me ha dejado cantidad mínima de queso rallado pero no importa, me voy a rallar más”, mete otro bocadillo picante el hijo.
“O sea usted no come pasta con queso, como queso con pasta. No le gustó y por eso la llena con queso, basta de excusas”, agrega don Juan con sarcasmo.
“Gracias por invitarme”, intenta calmar los ánimos el menor de los dos. “Usted se invitó solo; para qué lo voy a invitar si se invita solo. ¿Sí me agrada su presencia? No mucho, me come todo el queso, imáginese que muy grato no es… A lo sumo trae papa, nunca queso que es más caro”, redondea el hombre que en una época se dedicó a descubrir talentos y llevarlo al club de sus amores, con el caso del Chala Parra como uno de los más emblemáticos.
En el final sí, tras mostrarse los dientes, se tiran centros. “Igual Juan yo lo sigo queriendo a pesar de que me cascotea todo el tiempo. Y en las redes me dicen cómo le das a tu viejo y es usted el que me liquida”, se despide Attilio.
“Yo también lo quiero mucho”, devuelve gentilezas Juan que en el fondo, cuando lo saben llevar, es tan tierno como la carne que cada tanto tiran a la parrilla. ¡Grande Pa! Lo primero es la familia.
La emocionante razón por la que surgieron los videos
El impulsor de la genial idea revela el sensible motivo por el que se decidió a elaborar y subir los videítos.
“Mi viejo, que le dedicó parte de su vida al club, ahora está jubilando, anda con varios problemitas de salud como un cáncer de pulmón que por lo pronto está controlado. Trato de disfrutarlo lo más que pueda. Es un tipo hiper duro así que lo ablando de esa manera. Al principio era medio reticente a los videos pero luego agarró viaje”, confiesa el gran Attilio a LMCipolletti.
“Todo empezó cuando le hice una cargada pesada. Resulta que él tiene un mástil de bandera argentina, es un tipo muy patriota y yo le hice una broma y le bajé el estandarte de Argentina para subir la de Chile. Se puso loco, un mes sin hablarme. Tuve que bajar el video y disculparme. Es un personaje total, para hacer un libro. Después lo empecé a chicanear, logré que todos los seguidores lo defiendan a él a muerte y me peguen a mí. Por lo general lo hacemos el 29, 30 de cada mes. La estrella es él, se hace el gil, el enojado pero se divierte”, agrega y asegura que en ningún lado se come como en su casa materna, allí donde se filma todo.
“El es consciente de su enfermedad, trata de llevarlo de la mejor manera y le ponemos la mejor onda. Habremos subido al menos 30 videos, siempre la tónica es que soy un rata con la plata, que no llevo nada, que voy ‘de arriba’… Para polemizar le meto algo de política, él es radical, fana de Arturo Illia, de Alfonsín, entonces le mojo la oreja, le tiro cositas de Cristina y explota”, dice y se tienta.
“Hijo de italiano, laburó como un burro desde chico, ha hecho lo que pudo como padre. Fue poco demostrativo, áspero, con el tiempo lo fui entendiendo, aceptando, aparte todo el amor que no me pudo expresar mi papá lo tuve a través de mi mamá…
El mensaje para todas las personas y los hijos en especial sería no tener rencor sino darle todo lo que está a su alcance, después cuando fallecen nos acordamos, les dedicamos posteos en redes, pero es ahora el momento de hacerle compañía, de darles amor. Todos los valores que me inculcó fueron claves para mí y me ayudan a ser la persona que soy, un padre ejemplar que no lo cambiaría por nada del mundo”, culmina emocionado.
Hijo e Tigre… ¡Es tuyo Juan!
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