Estaba agotada, le faltaba una pata y transitaba una grave pulmonía. Gracias a un llamado llegó a la casa de un abogado animalista neuquino, que decidió sumarla a su "manada" de perros rescatados.
Un profesor que salió a caminar como todas las tardes por las calles de Cinco Saltos, se topó con una triste escena: encontró una tortuga que casi no podía caminar, con visibles rastros de maltrato, incluso le faltaba una de sus patas. En ese momento pensó de inmediato en llamar a su amigo Lucas Padín, un tenaz defensor de los animales y reconocido abogado de Neuquén, quien no dudó en ayudarla y darle un giro a la vida de la tortuga, algo que ya hizo en más de una oportunidad con todos los integrantes de su particular "manada".
Lucas es un abogado neuquino, tiene 44 años y hace un largo tiempo se dedica a defender los derechos de los animales. Además ayuda a rescatar perros en la ciudad y los alrededores. Se recibió en la Universidad Nacional de La Matanza, hizo dos diplomaturas en derecho animal, y tras su estadía en Buenos Aires volvió a Neuquén. Gracias a una amiga comenzó a conocer el mundo del maltrato de galgos. Adoptó tres y su vida cambió por completo.
Su lucha empezó hace unos cinco años con la llegada de "Adela", una galga rescatada en un lamentable estado de abandono y maltrato, llegó a su vida. Después, se sumaron Emilia y Salvador a la manada junto a su pareja Nancy. Luego llegó "Canela", otra perra cruza de pitbull que también fue rescatada. Y en los últimos días la manada sumó un nuevo y peculiar integrante: "Flora", una tortuga terrestre que tiene una dura historia de maltrato.
Fue un amigo que conoció durante alguna jornada de rescate de tortugas terrestres que llevan a cabo en Río Negro junto a voluntarios y personal de la Dirección de Fauna Silvestre, quien lo llamó desesperado el viernes pasado, para contarle que mientras caminaba había encontrado en las calles de la localidad rionegrina de Cinco Saltos, una tortuga en muy mal estado. "Estaba abandonada, caminando muy despacito con todo el caparazón pintado, con dibujos y perforaciones", detalló.
Al conocer el delicado y complicado estado de salud del animal, decidió hacerse cargo, tenerla en su casa y llevarla al veterinario. "Era primordial hacerle placas para ver qué había debajo del caparazón. Tiene una pulmonía bastante importante, está bastante maltrecho, no corre riesgo de vida, pero pudimos confirmar que la han mordido. Tiene amputada una pata trasera que puede ser producto de una mordida que creemos es de un perro y no va a poder liberarla. Está desnutrida y anémica", dijo.
Lucas contó además que "Flora", a quien finalmente adoptó para que forme parte de su familia, hoy se encuentra recuperándose en pleno tratamiento. Creen que el animal debe tener unos 20 años, y que estuvo viviendo con una familia, ya que los dibujos que tiene hechos con marcadores y lapiceras parecen ser de niños chiquitos.
Hoy Flora vive junto a tres galgos y una perra cruza de pitbull, "Canela", quien decidió adoptarla, protegerla y estar a sol y sombra con ella. "No se asusta con la gente ni con los perros. Canela se acerca, se sienta a su lado y ella se tira arriba, es por eso que creemos que ha estado con una familia", relató el abogado.
Hoy deben medicarla dos veces al día y hacerle nebulizaciones porque tiene los pulmones llenos de líquidos. Lo hacen de una manera muy particular, a través de una caja de cartón. En todo momento es vigilada minuciosamente por su fiel amiga.
Su vida ha cambiado por completo, tiene un patio con árboles frutales y está fascinada con los damascos y las cerezas. A las 7 de la mañana, cuando sale el sol, la llevan al patio, "Canela" le hace guardia todo el día y a las 6 de la tarde ya duerme hasta el otro día.
Debido a las secuelas del maltrato que recibió, no va a poder ser devuelta a su hábitat. "Acá en Neuquén hay una cuestión terrible con la cantidad de tortugas que tiene la gente que las va agarrando en la meseta. Me ha pasado de volver de El Chocón y ver tortugas en la ruta, la gente para, las agarra y las lleva".
El abogado recordó que la tenencia está penalizada, ya que la caza de especies de la fauna silvestre no está autorizada, y constituye un delito para la Ley Nacional de Fauna N° 22.421, y una infracción a la Ley Provincial de Fauna N° 2.056 que sanciona con multas.
La tortuga terrestre está considerada como el reptil más comercializado en el mercado ilegal de mascotas de Argentina. Su estado de conservación es vulnerable, siendo las poblaciones del norte de la Patagonia las que presentan mayor pureza dentro de la especie.
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