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El sueño del pibe: la historia de Matías Bravo, jugador profesional de videojuegos

Matías Bravo es neuquino y jugó profesionalmente al League of Legends por dos años. En ese tiempo pudo disputar campeonatos nacionales, jugar con coreanos y experimentar la escueta escena profesional argentina.

Matías Bravo tiene 21 años, es estudiante de programación en el Instituto Técnico Superior y al mismo tiempo trabaja de DJ en fiestas electrónicas. Sin embargo, durante dos años de su vida fue "14Mat", un jugador profesional de uno de los videojuegos más grandes, el League Of Legends(LoL).

Su recorrido por la escena competitiva, aunque breve, es similar al de muchos jugadores de Argentina que sueñan con desempeñarse profesionalmente en los deportes electrónicos o e-sports, pero que por una serie de causas no llegan muy lejos. En diálogo con LMNeuquén, Bravo expresó que una de las razones por las que es muy difícil que un jugador de LoL argentino aspire a profesionalizarse es la ausencia de una escena competitiva real.

Matías empezó a jugar LoL a los 9 años, según estima. Sin embargo, fue a sus 15 que sus sueños de profesionalizarse comenzaron a verse más cerca. Con esa edad y un ELO (puntaje que determina el nivel de habilidad) alto, Matías empezó a streamear sus partidas en Twitch.

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Según contó, no había estrategia por detrás de su streaming: él quería que su juego hablara por sí solo, sin necesidad de publicitarse más allá de emitir sus partidas. "Nunca streameé eh con con la intención de querer mostrarme. No era estratégico. No es que stremeaba para hacer un reel y subirlo a Instagram. Streameaba porque me puse a pensar: 'Si juego 10 horas en la compu y esas 10 horas la stremeo, posiblemente tenga más oportunidades que jugando sin transmitir'", relató.

Matías experimentó el auge de los esports en Argentina

Al mismo tiempo, mientras Matías comenzaba su streaming, los esports atravesaban una oleada de popularidad en el país: Clubes deportivos importantes (como Boca y River) empezaban a hacer sus equipos de distintas disciplinas (videojuegos a nivel competitivo) que entran en los esports; empresas invertían en competencias como la "LVP"; y personalidades importantes como el basquetbolista medallista de oro Fabricio Oberto o el streamer Martín Perez Disalvo "Coscu" armaban sus propios equipos competitivos.

A nivel local, un cíber de Cipolletti organizaba torneos amateur auspiciados por la empresa dueña de League Of Legends "Riot Games" en los que se competía por recompensas dentro del juego. Allí, Matías pudo competir y jugar codo a codo con jugadores mayores y con más experiencia que él. Cuenta que eso fue muy enriquecedor para su recorrido.

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El equipo argentino Isurus Gaming clasifica al mundial de 2022.

El equipo argentino Isurus Gaming clasifica al mundial de 2022.

Esos torneos eran posibles a través de un programa que League Of Legends había implementado antes de la pandemia. Según estimó Matías esto ocurrió en 2017. Para fomentar los torneos amateur, Riot ofrecía, tras llenar un formulario, códigos que se podían canjear por recompensas en el juego, con la condición que se ofrezcan como premio de las competencias.

Matías tuvo la suerte de que el dueño de Undead Gaming (uno de los clubes con más trayectoria del país), Fermín Quilodrán "Quilodranfer", es neuquino y participó de los torneos que se organizaban en Cipolletti. Así, el joven pudo hacerse de un valioso contacto que, al cumplir sus 18 años, lo catapultaría a la escena profesional.

Sin embargo, la ausencia de un club que lo contenga y ayude a mejorar, sumado a su carga horaria en la EPET 20, donde cursó sus estudios secundarios, lo fueron alejando de a poco de su sueño. "Llegué medio quemado del juego a los 18", expresó Bravo. Explicó que hubiera pasado menos horas en frente de la pantalla de haber tenido un entrenador que lo guíe. "Tiraba muchas partidas seguidas. Jugaba, jugaba, jugaba. Las primeras jugaba bien, pero después lo hacía en piloto automático".

Igualmente, a sus 18 años, su pasión se renovó cuando entró en Undead Gaming como suplente. El neuquino contó que el equipo participó en competencias a nivel nacional, y que él, puntualmente, tuvo la oportunidad de entrenar con dos jugadores importados de Corea del Sur, Naa "Wiz" Yu-Joon y Park "Cepted" Wi-Rim. Corea del Sur es considerada la capital mundial de los esports.

"La experiencia fue muy fructífera", dijo Matías. Igualmente, al ser suplente, no pudo jugar la cantidad de veces que quiso en su temporada con Undead Gaming. "No llegué a experimentar lo real", expresó.

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Matías Bravo (superior derecho) en el equipo de Maycam Evolve.

Matías Bravo (superior derecho) en el equipo de Maycam Evolve.

Así fue como, luego de terminar su temporada con Undead, Matías buscó un equipo donde desempeñarse, finalmente, como titular. De esta forma, el joven pasó, a finales de 2021, a jugar como titular en el equipo Maycam Evolve durante la Supercopa, un torneo de verano con alcance nacional. Lamentablemente, los resultados del equipo no fueron los esperados y Matías dejó el equipo tras tan solo dos meses.

Tras el trago amargo de un torneo que no cumplió sus expectativas, Matías se alejó de la escena profesional y continuó jugando League Of Legends de forma casual, mientras comenzaba su carrera de programación.

La importancia de los clubes para fomentar los hábitos sanos en los esports

Matías destacó la importancia de las "academias" para jugadores de categorías formativas, que no pueden recibir un sueldo. La ausencia de categorías menores provoca que adolescentes de 15 o 16 años, tengan que armar estrategias publicitarias para sí mismos, ya así poder empezar a jugar a los 18.

En los deportes electrónicos, la visibilización de un jugador muchas veces depende de él y de las cosas que pueda hacer para hacerse ver. "El jugador debería concentrarse solamente en jugar, como en cualquier otro deporte", recalcó Bravo.

Esto refleja una ventaja y una desventaja que tienen los deportes electrónicos sobre los convencionales. El recorrido de profesionalización de un aspirante puede ser más corto en los esports. Sin embargo, también es uno más solitario, en el que el jugador depende mucho de lo que pueda lograr por su cuenta sin una estructura que lo respalde.

Esto no solo hace que jóvenes busquen trabajar en vez de concentrarse en el colegio, sino que también fomenta estar muchas horas detrás de una pantalla.

Un ejemplo de equipo que busca acompañar a los jugadores en categorías formativas por sobre todas las cosas es el de Patagonia Esports, el primer club deportivo sin fines de lucro dedicado exclusivamente a esports. Con base en Neuquén, el club busca fomentar los hábitos sanos en chicos que quieren dedicarse a los esports o que los quieren practicar como un deporte. "Yo soy de la escuela que dice que el deporte es vida", dijo Bruno Astete, presidente y fundador del club "Yo quiero que los chicos transpiren y se duerman temprano".

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Matías Bravo y Bruno Astete

Matías Bravo y Bruno Astete

Matías Bravo hoy acompaña como jugador inactivo las actividades de Patagonia Esports, porque cree en la impronta del club, que se preocupa por los jugadores y busca acompañarlos en su desarrollo, fomentando la competencia respetuosa, los hábitos sanos y la buena salud.

Como en los deportes convencionales: entrenamiento de calidad, no en cantidad

Matías expresó que no es necesario jugar tantas horas para llegar alto. De hecho, afirmó que dos horas de calidad bastan para mejorar y mantener los estudios u otras actividades. Son muchos los casos de jugadores que abandonan cualquier otra actividad debido a la alta carga horaria que le implica ser un aspirante a jugador profesional. "Incluso impacta tu vida social y eso ayuda a promover un estigma que no está bueno".

La historia de Matías refleja la necesidad, no solo de una escena competitiva más presente en Argentina, sino de una estructura de clubes que contengan a los jóvenes en etapas formativas.

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Una de las conclusiones a las que llegó Matías es que una escena competitiva que pueda compararse con la de otros lugares del mundo y, al mismo tiempo, se presente como una actividad viable y que fomente la vida sana para los jóvenes, es posible. Sin embargo hace falta que organizaciones establecidas apuesten por los esports en general.

Matías cree que esas organizaciones desperdiciaron una oportunidad durante el auge del League Of Legends, a finales de la década pasada. Sin embargo, existen otras disciplinas dentro de los deportes electrónicos que hoy concentran más audiencias y resultan más atractivas, tanto para espectadores como para nuevos jugadores. En uno de ellos, Valorant, es donde "KRÜ", el equipo del "Kun" Agüero, se destaca y puede ser una puerta de entrada para el competitivo en Argentina.

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