El turismo local, entre la protección y la competencia

Estas vacaciones de verano se darán en un escenario distinto. El último enero, la inflación e incertidumbre desmotivaban los viajes. Hoy, los turistas argentinos recibirán el 2025 con una moneda algo más fortalecida y la supresión de impuestos que parecen abrirles, quizás no muchas puertas, pero sí al menos las de embarque en los aeropuertos.

Un video viral en redes sociales sembró el debate. El responsable de un parador en Mar del Plata apuntó contra los turistas argentinos que deciden veranear en Brasil, y aclaró que los servicios de las playas locales son superiores en calidad, por más que resulten más caros.

Tras criticar algunas costumbres brasileras, como la de comer porotos calientes en la playa, consideró que en Mar del Plata hay opciones para todos los bolsillos y se embanderó con la promoción de los destinos nacionales. "Se nota mucho que no son argentinos y no quieren a nuestro país", disparó.

Reclamo dueño de balneario mar del plata brasil

Más allá de una realidad cambiaria pendular, que oscila entre el turismo receptivo y los éxodos a Brasil o los tours de compras a Chile, viajar fronteras adentro o salir al exterior es, al fin y al cabo, una decisión personal.

Esta gestión, con la libertad atada a sus mástiles, es coherente en la eliminación de barreras para que cada viajero decida por su cuenta. Y en lugar de desmotivar los cruces fronterizos con impuestos y retenciones, o motivar los viajes internos con inyecciones de PreViajes que se traducen en emisión y -en consecuencia- más inflación, ahora dejan que los destinos argentinos ganen sólo por pura competencia.

Para los empresarios turísticos locales, el desafío es sostener servicios, atención y cortesía a precios competitivos. Que no los elijan sólo los turistas locales que quieren defender a su país, sino los viajeros de todo el globo que encuentran en ellos opciones de viaje de primer nivel.

Para los gobiernos, hay todavía más trabajo por hacer. Y no, no es emitir para subsidiar el consumo, sino estar a la altura con conectividad, infraestructura y protección ambiental y de los paisajes innegablemente privilegiados del país. Y quizás así, en esa articulación público privada, los destinos locales sean elegidos más por el deseo que por el patriotismo.