Una estación que invita a caminar despacio, abrigarse y redescubrir cada rincón de la ciudad con nuevos ojos.
Neuquén se viste de postal durante el otoño. Con la llegada de esta estación, las calles, parques y rincones más recónditos de la ciudad se tiñen de una paleta cálida que va del amarillo más brillante al rojo profundo.
Las hojas secas crujen bajo los pasos de quienes pasean y la brisa fresca anuncia la inminente llegada del invierno. La transformación comienza sutilmente: una hoja dorada sobre el parabrisas, un árbol que empieza a desnudarse. Pero en pocos días, el cambio se hace total. Los árboles de todas las especies se convierten en protagonistas silenciosos del paisaje urbano, decorando no solo los espacios verdes, sino también los frentes de las casas, los patios y las veredas.
Muchos comparten su entusiasmo en las distintas plataformas: las redes sociales se llenan de fotos otoñales, y no faltan quienes aprovechan la estación para hacer sesiones de fotos o simplemente salir a disfrutar del aire fresco.
Entre los lugares preferidos para vivir el otoño a pleno, se destacan la Plaza de las Banderas, con su vista panorámica sobre el valle; el Paseo de la Costa, donde los árboles ribereños pintan el horizonte; y el Parque Norte, ideal para una caminata al atardecer.
El reportero gráfico de LMNeuquén, Sebastián Fariña Petersen, captó cómo se ve este otoño en Neuquén.
Neuquén en otoño
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