Ya nadaron 1.640 metros en las aguas heladas de La Antártida. Un viaje en imágenes, el paraíso que buscan proteger de la depredación y el cambio climático.
Oficialmente, llegaron a La Antártida hace dos semanas y ya se sumergieron en el océano para realizar las primeras brazadas: 1.640 metros sin protecciones, en contacto directo con el entorno y a una temperatura que oscila entre los 3 y 4 grados bajo el agua.
Las protagonistas de este viaje increíble son dos nadadoras neuquinas, Cristina Ganem y Carolina Modena, quienes cuentan con el soporte de un gran equipo que navega en un velero, compuesto por un médico especialista del hospital Castro Rendón, Agustín Sánchez, y una coach ontológico profesional y patrón de yate, vela y motor, Virginia Luc, también de la ciudad de Neuquén. Se suman un fotógrafo documentalista, Sebastián Vereertbrugghen; el capital del velero y Angel Emilio Stoll, asistente técnico de nado.
"En la isla Decepción nadamos los primeros dos tramos, y en total sumamos 1.640 metros y 1.370 Brazadas. La isla Decepción forma parte de las islas Shetlands del sur, todas islas Subantárticas. La caleta en la que fondeamos con el velero nos ofrecía un buen reparo del viento, lo que fue ideal para la primera prueba", contaron en su cuenta de Instagram.
Es una cráter de volcán, por eso tan arenoso. La última erupción fue en el año '70. Tiene la forma de una herradura y es un buen lugar para fondear con el barco porque quedan protegidos. El agua, allí, promedia los 3 grados.
Recordemos que viajaron para visibilizar el paraíso que están recorriendo con un velero y concientizar así sobre la importancia de que exista un área marítima protegida.
"La Península Antártica es la zona que concentra gran cantidad de fauna y se encuentra amenazada por el impacto de las actividades de la pesca del kril y el cambio climático", indicaron.
Proteger un área marina
El cambio climático es la mayor amenaza para la región. Algunas partes de la Antártida experimentan un aumento de la temperatura cuya consecuencia es el retroceso del hielo. La disminución del hielo marino afecta al kril antártico, que es la base de la cadena alimentaria antártica y es fundamental para el ecosistema marino. "Es urgente establecer nuevas áreas marinas protegidas", reiteraron.
Solo el 5 por ciento de su océano está protegido. “Nadamos en la Antártida porque creemos que no podemos cambiar todo, pero podemos cambiar algo. Gracias por esatr cerquita”, recordaron.
En su travesía por La Antártida, fueron testigos de varios icerberg, tan grandes como montañas, que les cortaron el aliento. Entre la belleza y el asombro, pudieron dimensionar lo pequeño que somos. Estas enormes placas de hielo que flotan en el océano se mueven por la acción del viento y las corrientes marítimas. "Uno más lindo que otro...es una belleza que explota. La verdad, estamos super felices", destacó Cristina.
También los acompañaron, por algunos tramos, algunas ballenas; y las costas son un paraíso repleto de aves. Entre muchas especies conviven los pingüinos que, aunque no pueden volar, son excelentes nadadores y se alimentan de crustáceos marinos. Su principal depredador es la foca leopardo. En tierra, sus enemigos son la Skúa (o gaviota parda) y la Paloma Antártica, que atacan a los polluelos y nidos.
"Vinimos a visitar una pingüinera, hay que mantenerse alejados y respetar a los pichones, hay muchos por suerte", expresó Carolina; mientras que Cristina acotó: "No nos olvidemos de respetar todo lo que es La Antártida, lo que significa proteger estar áreas marinas para que después tengamos un futuro mas amigable".
En tanto, en la Isla Enterprise, dieron con el buque Governoren, una factoría flotante que se incendió en 1915, en el puerto de Svend Foyn. Se trataba en un carguero reformado con calderas para derretir grasa de ballena y almacenarlas en sus bodegas.
Quieren sacar un documental
Además de completar las 5 mil brazadas con un propósito ambiental, la expedición de este grupo se focaliza en documentar una serie de Nados en la Península Antártica para demostrar que "a través del deporte podemos unirnos con aquellas personas que sienten la misma responsabilidad de proteger La Antártida".
Otro de los registros toma nota de los amaneceres, cuando el mar Antártico es de un azul profundo que contrasta con la espuma blanca de las olas. Entonces se ven algunos petroles y albatros. Hacia las 22, atardece. Pero es un atardecer diferente. En el horizonte se puede observar una línea de azul que permanece. "Estamos muy bien de ánimo y el mareo cedió, o bien, ya nos estamos acostumbrando", comentó Virginia.
Mientras siguen navegando, van camino a concretar las 5 mi brazadas antárticas. "Gracias por acompañarnos", expresaron.
Los integrantes del equipo
Cristina Ganem tiene 58 años. Nació en Comallo, Rio Negro, y es arquitecta, madre, fundadora y dueña del local comercial Océano Virgen, ubicado en la zona centro de Neuquén.
Es nadadora de aguas abiertas. Reconocida por realizar cruces épicos a nivel internacional como el Canal de la Mancha, el Estrecho de Gibraltar y el Estrecho de San Carlos (Malvinas Argentinas) entre otros.
A los 42 años y por indicación médica comenzo a nadar, pero la pasión la llevó a ampliar sus horizontes nadando en lagos como Chocón, Mari Menuco, Lacar, Espejo, Nahuel Huapi. Ha participado en competencias de aguas abiertas en Cuba, Brasil y Nueva Zelanda.
Carolina Modena tiene 49 años. Nació en Río Gallegos, Santa Cruz, y es psicóloga social. Fundadora y dueña de ALmacén B Ecotienda. Madre de dos hijas y nadadora de aguas gélidas.
A los 41 años comenzó a nadar en pileta y dos años después en aguas abiertas. A sus 49 años logró el título de Campeona Mundial en la Winter Swimming World Cup que se realizó en el Lago Argentino - Glaciar Perito Moreno, en agosto 2024.
En 2023 se consagró sub campeona mundial Winter Swimming World Cup. En 2024 participó de travesías Invernales en el Canal de Beagle, nadando en aguas de 1° y temperatura ambiente de -10°.
También nadó en la travesía Estrecho San Carlos - Is. Malvinas y certifica por Prefectura Naval Argentina una milla sin protección térmica en el lago Nahuel Huapi en invierno. Ha participado en distintos circuitos competitivos de aguas abiertas.
Agustín Sanchez es médico especialista en Clínica Médica, con extensa trayectoria en el Hospital Castro Rendón de Neuquén. Realizó cursos de ACLS (soporte vital cardiovascular avanzado) y ATLS (soporte vital avanzado en trauma).
Virginia Luc es una de las asistentes de nado. Ella es coach ontológico profesional y patrón de yate. Tiene experiencia en expediciones en alta montaña y senderismo. Integra, organiza y participa como patrón en travesías de instrucción en “Lares Experiencias Náuticas”, en el lago Villarrica (CL), Baleares e Isla Grahnde (Brasil). Participó en travesías en el Mediterráneo, Brasil, Uruguay y Argentina.
Ángel Emilio Stoll es otro de los asistentes de nado. También buzo y timonel de vela, yate y motor. Se relaciona de forma óptima con equipos de expediciones de montaña, senderismo y es tripulante de regatas. Como buzo se desempeña en técnicas de buzo deportivo y de rescate.
Sebastián Vereertbrugghen es el fotógrafo y documentalista especializado en naturaleza y deportes.
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