Las lagunas de Epulauquen durante el último fin de semana largo, como en toda la temporada, fueron “inundadas” de residuos por los turistas y visitantes. Hasta encontraron un tacho lleno de heces humanas.
Uno de los paraísos del norte neuquino, enclavado en una conjunción de montañas y cargado de belleza y de historia, desde hace un tiempo hacia esta parte ha visto “herida” su naturaleza con una sistemática contaminación de sus hermosos paisajes compuestos por lagunas interconectadas y rodeadas de especies arbóreas únicas como el roble pellín, la lenga y el ñire. Se trata del Área Natural Protegida Epulauquen, conocida popular y turísticamente como "Las Lagunas", ubicada a unos 38 kilómetros de localidad de Las Ovejas por la ruta provincial 45.
Este baluarte indispensable del turismo de la región del Alto Neuquén por la belleza única que posee, viene sufriendo reiterados “atentados” en su integridad ambiental por el descuido y la desidia de turistas y visitantes que, luego de visitar el lugar, dejan escandalosas cantidades de basura de todo tipo en los lugares habilitados y no habilitados. Ante este panorama y con el ánimo de preservar el área protegida, el cuerpo de Guardafaunas de Las Ovejas realiza continuos operativos de limpieza. A pesar de la frecuencia de estos hechos, este fin de semana largo los trabajadores hicieron notar y mostraron la indignación que les provoca la desaprensión de las personas en dejar toda la basura que producen en sus visitas.
Así lo hizo saber la guardafauna de Las Ovejas, Nélida Vásquez, en contacto con LMNeuquén. “En el área natural protegida Epulauquen, en los meses de enero y febrero, el ingreso de turistas fue importante y se hace difícil poder llegar a controlarlos a todos y cuesta para que tomen conciencia del daño que generan al ecosistema con la basura y desechos que cada uno deja en el lugar”, remarcó la trabajadora provincial.
Un problema difícil de controlar
Vásquez lamentó que la mayoría de la gente no registre o no tome en cuenta siquiera la cartelería existente en el punto de ingreso al área natural que recomiendan llevar de regreso los residuos, la prohibición de entrada de mascotas y de hacer fuego.
“La ley provincial de fauna silvestre y su hábitat 2539, nos faculta para infraccionar por contaminación ambiental a todas las personas que dejen sus residuos, pero sucede que muchas veces es difícil constatar quién realmente dejó la basura, porque en realidad lo hacen cuando uno no está”, señaló. En este sentido, añadió que “en algunas ocasiones hemos encontrado personas dentro del área buscando dónde dejar la basura. Obviamente, esas personas, al ser detectadas, se la llevaron porque nosotros no le permitimos que la dejaran en el lugar”.
Todo tipo de basura
La empleada provincial hizo también notar su malestar porque entiende que hay personas que consideran que el trabajo del guardafauna es limpiar. “En algunas publicaciones en las redes sociales manifiestan que para eso nos pagan. Y debo decir que no es así. Están muy equivocados. No nos pagan para ir a juntar la mugre que todos dejan. Nosotros levantamos los residuos que encontramos por amor a nuestro lugar y porque queremos cuidarlo y no porque alguien nos pague. Esa no es nuestra función”, destacó.
En procura de alimentar la conciencia ambiental, señaló: “Hacemos un urgente llamado a la solidaridad de la gente a que se concienticen en la preservación de nuestro entorno, y si ven a alguien dejar basura que denuncie, tome fotos, datos de patente y nos los hagan llegar y quizás así podamos entre todos empezar a cortar un poco estas situaciones”.
Un caso particular que pone en evidencia la falta de respeto y consideración es el hallazgo de un improvisado “inodoro” que fue encontrado en uno de los rincones de Epulauquen. Así lo contó Vásquez: “Encontramos un tacho que era utilizado como baño y lo dejaron ahí con todos sus desechos orgánicos, así que imagínense lo repugnante que puede ser”. Con mucha impotencia, añadió que “estas situaciones nos dan mucha indignación. Nosotros trabajamos todos los días y poniéndole lo mejor para conservar el lugar para que esté cada día esté mejor y para que el día de mañana nuestros hijos puedan disfrutar de este paraíso”.
Por último, la guardafauna puso en el foco de los cuestionamientos, la poca obediencia que hay por parte de los turistas y visitantes en hacer fuego en cualquier lugar, a pesar de la vigencia de la emergencia ígnea en el territorio provincial. “La gente sigue haciendo fuego por cualquier parte y no tienen en cuenta todos los bosques que hemos perdido por los incendios”, se lamentó.
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