El colapso de un puente precario los precipitó a las bravías aguas del río. Uno de los hermanos logró ganar la orilla y al más joven se lo llevó la corriente. 24 días después, apareció en un “sifón” del río Varvarco.
”Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea…”. Así lo sintieron y así lo vivieron hasta el último momento los hermanos Javier y Sandro Valdez hasta que una trampa del cruel destino se les atravesó en el camino y los separó para siempre. El dolor hoy es indescriptible.
No hay palabras que puedan llevar paz y tranquilidad al corazón de una madre y de una familia que acaban de confirmar la peor noticia. Es que exactamente a 24 días de un accidente en las aguas del río Varvarco una comisión de Guardaparques Domuyo logró encontrar el cuerpo de Javier, de 21 años, quien había caído a las bravías aguas del río Varvarco junto a su hermano Sandro. Este último logró ganar la orilla rápidamente, pero el menor de los dos fue arrastrado por la portentosa correntada que bajaba desde las alturas cordilleranas. A partir de ese momento todo fue esperanza, incertidumbre y por último desconsuelo. Nada se supo de Javier hasta este lunes, cerca de las 18 horas, cuando un rastrillaje de rutina logró finalmente encontrarlo y poner de alguna manera un freno a tanta pesadilla.
Un baqueano y veranador de esta porción del norte neuquino, en contacto con LMNeuquén arrojó una teoría sobre el hallazgo de los restos del infortunado joven criancero. El mismo señaló que “el domingo estuvo tormenteando en el Domuyo y el río Varvarco creció bastante y con mucha turbidez. Al crecer y al aumentar la fuerza de las correntadas tal vez desenganchó el cuerpo de alguna piedra o de algún lado que estaba enredado sino no hay otra explicación porque justamente ayer apareció en un lugar que había sido ampliamente rastrillado”.
El hallazgo se produjo entre las 17 y 18 horas de este lunes y fue protagonizado por los Guardaparques Domuyo. Entre ellos, Daniel Castillo, quien confirmó la información, pero se excusó de brindar detalles sobre el suceso por respeto a la familia y por considerar que debería ser la justicia o policía quienes deberían proceder al respecto. “Nosotros hicimos la parte que nos correspondía y hasta ahí llega nuestra información, por una cuestión de respeto a la familia y al duelo que están haciendo”, expresó el guardaparque.
Cómo fue el rescate del criancero
Por su parte el comisario inspector Cristian Vázquez, Coordinador de la Dirección Seguridad Interior Chos Malal en contacto con este diario detalló algunos pasajes del proceso de rescate del cuerpo del joven Valdez de las aguas del río Varvarco en el sector que se conoce como Piedra del Toro y que se ubica a unos 18 km río abajo desde lo que se denominó en un momento como Punto 0, el lugar de la caída a la altura del paraje “Los Cheuques”. Al respecto, el funcionario policial indicó que “desde el 20 de diciembre hasta el día jueves pasado se mantuvieron los rastrillajes en todos los sectores. Aquel día el Director de Seguridad tuvo una reunión con la familia y le hizo saber que no íban a dejar de rastrillar, sino que simplemente se establecieron algunos puntos de verificación visual. Entre esos estaba la Piedra del Toro, que era el lugar que más fe le tenían los pobladores y baqueanos del lugar. También el sector de la malla sima y algunas otras piedras y pozones”.
Asimismo, confirmo la versión de guardaparques que el cuerpo emergió en ese sector y que anteriormente había sido el mismo lugar donde fueron encontradas gran parte de las tablas que formaron parte de la estructura del puente colapsado. “Una vez divisado el cuerpo, rápidamente se le dio intervención a la Comisaría 38 de Las Ovejas a través del destacamento policial Varvarco y de manera inmediata se diagramó el operativo rescate que demandó más de tres horas hasta los primeros minutos de este martes”, precisó Vázquez.
Seguidamente, comentó que a través de un sistema de anclaje y poleas que ayudaron a subir una tabla rígida lograron rescatar por un faldeo el cuerpo desde la profundidad de las aguas del río Varvarco. Allí, sobre la ruta personal de criminalística y la fiscal del caso Natalia Rivera, llevaron adelante las diligencias de rigor. “El médico policial hizo toda la inspección en el cuerpo. No se encontraron lesiones más que los indicios de ahogamiento y algunas señas particulares que teníamos establecidas que lograban permitir la identificación del cuerpo. A partir de eso la doctora Rivera dispuso la entrega de los restos a su familia”. Javier Valdez fue velado en las instalaciones del gimnasio municipal y recibió cristiana sepultura en horas del mediodía de este martes.
Las causas establecidas de la muerte
La fiscal del caso, Natalia Rivera, a través del área de prensa del Ministerio Público Fiscal, hizo saber las causales de la muerte. “El cuerpo de Javier Valdez fue identificado por la ropa y por cicatrices que tenía y que la familia había referenciado. Participaron 13 personas del operativo de rescate. Y la causal de defunción: Anoxia cerebral debido a ahogamiento como consecuencia de su caída al río”, informó la letrada.
A su vez es digno de destacar un aspecto de la declaración del comisario inspector Vázquez, quien indicó que “ayer antes de cualquier confirmación o difusión del hallazgo, la primera en recibir la noticia fue la mamá que fue algo que había encargado al director seguridad, mayor Reyes, y que el personal de la Comisaría 38 cumplió y respetó. Ella fue la primera en enterarse y después se notificaron al resto de las autoridades”. Para añadirle más dramatismo al hallazgo se pudo saber que uno de los guardaparques rescatistas es un tío del joven Valdez. Entre las varias instituciones que participaron de este lamentable final, se pueden destacar a las autoridades judiciales, personal policial, médico policial, personal de criminalística, bomberos de Las Ovejas, personal Guardaparques hospital de Las Ovejas, integrantes de Rumbo Norte.
La foto que ilustra esta nota muestra a los hermanos Javier y Sandro Valdez, juntos hace un tiempo compartiendo los usos y costumbres del campo, que eran su pasión. Hoy, en el medio del dolor, su mamá Estela Almuna tendrá un rincón del cementerio local para llevarle una flor y para visitar y honrar a su querido hijo Javier que murió como un héroe levantando en alto la tradición ancestral de estas tierras: la trashumancia.
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