Los médanos avanzan y se comen casas en el pequeño pueblo de Bahía Creek. Los vecinos tienen un plan para evitar que desaparezca el paraíso rionegrino, pero necesitan ayuda.
Es el paraíso de los amantes del mar y la tranquilidad. Un destino secreto hasta hace algunos años que se convirtió en destino obligado para aquellos que planean sus vacaciones con el sueño de desconectarse de todo. Se trata de Bahía Creek una playa rionegrina con kilómetros de mar y solo tres cuadras, que lejos de crecer, se va achicando por el implacable avance de la naturaleza.
"Hace 40 años estaban a unos 400, 500 metros del pueblo y ahora ya están tapando casas", cuenta un rionegrino que visita Bahía Creek desde que se abrió el primer camino. Se refiere a los médanos de arena que rodean Bahía Creek y avanzan en forma constante hacia el mar.
Bahía Creek es una de las playas del Golfo San Matías, cercana a Viedma. El acceso se realiza a través de la ruta Provincial N° 1, que ofrece un camino escénico de 60 kilómetros asfaltados hasta La Lobería, seguido de otros 70 kilómetros de ripio y arena. Otra opción es la ruta Provincial N° 51, con poco más de 100 kilómetros de ripio, que conecta con la capital provincial por la zona de la Cuchilla.
Al llegar los visitantes se topan con la inmensidad del mar y un pequeño pueblo de unas tres cuadras. Casas dispersas, en su gran mayoría de veraneo, y con pocos servicios. Es una playa agreste, ideal para el descanso y con un mar imponente que en las últimas semanas se volvió viral por la visita de youtubers virales que quedaron impactados por la playa y, especialmente, porque los médanos se están comiendo el pueblo.
Marcelo y Patricia, viajan por Argentina y lo registran en sus redes sociales, "País Turístico". En su paso por Bahía Creek mostraron cómo los médanos avanzan sobre el pueblo dejando, por ejemplo, casas de dos pisos a las que solo se les ve una porción de la planta superior.
El avance del gran médano
El avance de los médanos hacia el mar se intensificó hace unos diez años, afirman quienes viven en el lugar. El movimiento es constante, "como un metro por año" afirman los lugareños, quienes aseguran que las casas se construyeron originalmente muy lejos de las montañas de arena y que luego actuó la naturaleza.
Hasta hace algún tiempo, los vecinos que viven todo el año en la Bahía contrataban camiones para sacar la arena que se acercaba a sus casas, hasta que se resignaron. Era como tapar el sol con un dedo.
En los días de viento norte, "cuando hay viento te parás en el pueblo, a cientos de metros de los médanos, te cae arena todo el tiempo. Ésa es la arena que va a tapar todo el pueblo", cuentan.
Las montañas de arena volverán al mar si no se toman medidas, sepultando todas las casas y eliminando uno de los tesoros del Golfo San Matías. Los pobladores no se resignan a tener que irse tarde o temprano, investigaron por su cuenta y aseguran que se puede frenar el médano sin afectar el medio ambiente.
Bahía Creek es un remanso de paz alejado de las multitudes ubicado en el Golfo San Matías. Es ideal para quienes buscan escapar del bullicio y conectarse con la naturaleza. Con inmensas playas, se caracteriza por ubicarse entre los acantilados patagónicos y los inmensos médanos que se constituyen como uno de los más grandes de América Latina.
Desde su consolidación como asentamiento, en Bahía Creek se adoptaron medidas para proteger el entorno natural lo más puro posible. Por eso no hay suministro de luz eléctrica, ni se hicieron obras de agua potable. Y los vecinos quieren mantener esa esencia incluso para salvar el pueblo.
Según afirman los pobladores, si se desarrollan plantaciones de stevia el avance de los médanos se detendrá. Es una planta, tipo arbusto, que logra "fijar el médano" impidiendo que continúe avanzando, pero sin dañar el entorno natural. Reclaman al gobierno provincial que realice inversiones para ayudarlos.
Lo que hay que saber para visitar Bahía Creek
En cuanto a los servicios en Bahía Creek, hay una proveeduría, un camping y un hostel que ofrece habitaciones dobles y cuádruples, un domo, baños y cocinas compartidos, así como un comedor con platos típicos de la región. Siempre es una opción el alquiler temporario de casas y alojamientos que permiten compartir de la intimidad en familia.
A la hora de visitar el lugar, es importante tener en cuenta algunas advertencias. El consumo de agua corriente no está permitido, por lo que se recomienda a los visitantes abastecerse de agua mineral.
Asimismo, al visitar las playas, es crucial estudiar los horarios de las mareas y consultar el pronóstico, ya que fuertes vientos pueden modificar el comportamiento del mar y llevarlo hasta los acantilados. Las tablas con los horarios de las mareas se encuentran en la delegación municipal de jurisdicción de la playa o en la Prefectura Naval Argentina, y también se pueden consultar en línea en diversos sitios web.
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