La recolectora de residuos que no pone excusas y no hay día que la frene
Alejandra Mora trabaja en el municipio de San Antonio hace 10 años. Pidió pasar al servicio de recolección y está feliz. "Se banca" hasta cuando su naturaleza femenina se lo reclama.
Una foto de una mujer trabajando en un camión recolector de residuos se hizo viral en los últimos días. La toma fue lograda por Olga Baluczynsky, una vecina de San Antonio Oeste, que obtuvo mucha notoriedad por su habilidad para confeccionar artesanías con caracoles, que luego vende a los turistas en una histórica feria de la ciudad costera rionegrina.
En la imagen se puede observar a la recolectora, vestida con su propia ropa deportiva, mientras desarrolla su labor en la avenida costanera, donde se encuentra el popular balneario Los Tamariscos, y a metros de un antiguo barco de madera que fue montado sobre una plazoleta para convertirlo en oficina turística, según el proyecto original.
“Esta chica si tiene ganas de progresar, es un ejemplo para nosotras que si se puede. Capa”, expresó Baluczynsky en su Facebook. El posteo tuvo una notable repercusión y múltiples comentarios en el que destacan la fortaleza y la audacia de la vecina, que se aboca a una labor que, por lo exigente y sacrificada, hasta hace un tiempo parecía reservada para los hombres.
“Siempre que veía a los chicos corriendo junto al camión, saltando y a los gritos, es como que me generaba adrenalina y quería saber qué se sentía”, le contó a LMCipolletti Alejandra Vanesa Mora, la protagonista de la historia.
Alejandra tiene 31 años y cuatro hijos pequeños. Es una de las dos recolectoras que tiene la ciudad.
Hace 10 años ingresó a trabajar en el municipio de San Antonio, donde cumplió distintas funciones vinculadas a los servicios públicos.
Estuvo de barrendera de calles, recogió la basura de las playas y también se desempeño en el área de forestación, con el riego de plazas y otros espacios verdes.
Hace cerca de dos años logró el ansiado pase a planta permanente, lo que permitió alcanzar estabilidad laboral y seguridad para su familia.
Tentada por la inquietud que le provocaban sus compañeros de la recolección, ella misma pidió pasar a esa sección, de la que no tiene intención de dejarla.
“Me la banco igual”
Si bien es un oficial rudo y exigente físicamente, para ella no fue difícil adaptarse porque estaba entrada, ya que juega al fútbol y con sus 70 kilos de peso tiene un estado envidiable.
Aunque de todos modos admite que, ir colgada del vehículo, bajar, agarrar las bolsas y cajas, lanzarlas al receptáculo y subir nuevamente para seguir el recorrido, es un trabajo agotador. Sobre todo porque lo tienen que cumplir soportando el calor del verano y el frío en invierno.
“Es cansador porque no todos los días te levantás a las seis de la mañana con ganas de correr”, sostuvo.
Pero ya asumió la rutina y no pone motivos para que le otorguen labores más aliviadas, como cuando su naturaleza de su género se lo reclama.
“Como soy mujer una vez al mes ando con el período, pero me la banco igual”, asegura entre risas.
“Amo hacer mi trabajo y no me arrepiento de nada”, resaltó Alejandra, quien pese a la aspereza de su labor no deja de lado su actitud femenina, con delicadeza y elegancia, como se muestra en sus redes sociales.
¿Cómo tomaron sus compañeros hombre su incorporación al servicio?
Muy bien, subrayó. “Son tres y muy piolas”.
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