Las Grutas: dramático relato de testigo que vio caer al nene del acantilado

El nene de 10 años que cayó de lo alto del acantilado de Las Grutas se encuentra fuera de peligro. La buena noticia la confirmó Laura Gutman, directora del hospital Artémides Zatti, donde el chiquito fue derivado tras el accidente ocurrido el domingo por la tarde entre la Primera y la Segunda Bajada a la playa.

El menor, oriundo de Cinco Saltos, se encontraba hasta el lunes en observación y se esperaba que recibiera el alta médica.

Gutman destacó que se encontraba en “buen estado general” y explicó en una entrevista por Canal 10 que “por suerte no fueron lesiones graves”, aunque el trauma que padeció ameritaba su internación preventiva.

Se presume que el niño, que tienen un antecedente de implante coclear "que facilita el tratamiento de las hipoacusias profundas y severas”, se habría se escapó del cuidado de sus padres, con quienes había llegado de vacaciones a la villa balnearia.

"Fue tremendo verlo caer"

Había mucha gente disfrutando del sol y la playa la tarde en que ocurrió el terrible episodio.

Testigos contaron que lo vieron acercarse al borde del murallón natural costero, que en algunos puntos alcanza los ocho metros de altura. De inmediato se corrió la voz y la multitud centró su atención en lo que estaba sucediendo. Le comenzaron a gritar para que se quedara quieto hasta que lo fueran a rescatar, pero inesperadamente se tiró. Afortunadamente, lo hizo parado, lo que evitó que sufriera otras lesiones más graves.

“Fue tremendo verlo caer y no poder más que gritarle para que no se tirara”, contó Patricia, una vecina de San Antonio Oeste que estaba justo en el lugar.

Relató que estaban tomando mate con otros allegados, y advirtieron que comenzó a caer tierra desde lo alto del acantilado. Al levantar la vista advirtieron que el nene caminaba por el desnivel de tierra, en partes muy inclinada, que lo llevaba hacia el borde del precipicio.

“Le gritamos que no se moviera, que se quedara ahí hasta que alguien vaya por él”, agregó.

La desesperación fue generalizada y se fue propagando entre los veraneantes, provocando mucho pánico y un gran desconcierto.

El hombre que lo quiso "atajar"

Patricia destacó que apareció corriendo un hombre con la noble intención de “atajarlo”. El voluntario estiró los brazos para que cayera sobre ello "y amortiguar el impacto en la arena, pero no llegó a tiempo", sostuvo Patricia.

El momento fue de extrema tensión. La gente comenzó a pedir auxilio y los primeros en concurrir fueron los Guardavidas, quienes lo colocaron en una tabla de inmovilización y lo llevaron escaleras arriba, donde lo cargaron en una ambulancia que lo llevó hasta el hospital local, Violeta Villalobos.

El director del establecimiento, el médico Pablo Duna, indicó que el chiquito había ingresado estable y que decidieron trasladaron al hospital de Viedma para descartar lesiones. Tenían previsto, además de la evaluación general pediátrica, realizarle una Tomografía Axial Computada (TAC).

Los resultados revelaron que afortunadamente no sufrió heridas físicas de gravedad. Aunque será difícil de olvidar el susto que atravesó tanto él como su familia, además de los cientos de testigos del dramático incidente.