Los últimos tres despidos a estatales de Neuquén: a uno le exigen que devuelva los sueldos

El gobierno de la provincia de Neuquén cerró el 2024 con una continuidad en su política de "tolerancia cero" a ñoquis e indisciplinados y concretó tres despidos de trabajadores estatales durante diciembre. En uno de los casos, el gobernador Rolando Figueroa instruyó a los organismos del Estado para que lo obliguen a devolver los salarios que cobró pese a no haber trabajado. Otro de los despidos se concretó tras ser denunciado por espiar a una de sus compañeras de trabajo mientras se bañaba.

Uno de los despidos por cesantía fue firmado el pasado 28 de diciembre, contra Roberto Walter González, que era personal de planta permanente de la dirección provincial del Registro Civil y Capacidad de las Personas. En el mismo decreto ordenó que la Coordinación de Gestión de Recursos Humanos Centralizado (dependiente del Ministerio de Economía) informe los sueldos que cobró el estatal, pese a que no se presentó a trabajar.

Además de instruir a la subsecretaría de Gobierno para que active los mecanismos de recupero, Figueroa indicó que se le dé intervención a la Fiscalía de Estado, ante la posible configuración de un enriquecimiento sin causa.

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Sebastián Fariña Petersen

El expediente se había iniciado el 25 de enero de 2023, cuando el entonces Ministerio de Gobierno y Educación, ordenó la realización de sumario administrativo por presunto abandono de cargo. “Se encuentra debidamente acreditado que el agente González no se presentó a trabajar entre el 5 de septiembre al 5 de octubre del año 2022 y el periodo comprendido desde enero a julio del año 2023 inclusive (…) no obstante ello, los haberes fueron abonados en tiempo y forma”, dice el expediente.

Despedido por acoso sexual

Por otra parte, el 13 de diciembre Figueroa firmó el despido de un ahora ex agente sospechado de espiar a una compañera de trabajo. El hecho que le endilgan ocurrió el 12 de enero de 2024, en el Hospital San Martín de los Andes. Fue entonces que, según consta en el expediente, “la subsecretaría de Salud resolvió instruir sumario administrativo, a fin de investigar la conducta incurrida por el agente Ramón Segundo Meza, por presunto acoso sexual”.

Hospital Ramón Carrillo San Martín de los Andes -VALIDA 1200-

También señala que “se ha probado con suficiencia el hecho que se le imputa al agente, dado se encuentran reunidos los recaudos enunciados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para probar el acoso sexual, cuando la única testigo es la víctima en un ámbito de relativa invisibilidad, ya que se ha acreditado credibilidad, coherencia y verosimilitud”.

También indica que “Maza no logró desvirtuar la denuncia efectuada por la víctima, en cuanto se habría probado que los baños eran exclusivos para mujeres, además había otros baños cerca de su puesto de trabajo y viendo que había una persona en los vestuarios se acercó con sigilo hasta la última sala donde estaban las duchas con la intención de espiarla mientras se encontraba bañándose”. El castigo a esa inconducta fue la sanción de cesantía. El hombre era auxiliar de atención al público.

Más grave que la cesantía: lo exoneraron

Por otro lado, en a través del decreto 1776/2024, el gobierno de la provincia de Neuquén le impuso la exoneración de los cuadros de la Administración Pública Provincial, a un estatal identificado como Rodrigo Duran.

La exoneración es un castigo más severo que la cesantía. Se trata de la máxima sanción contemplada en el régimen disciplinario. Está prevista para conductas graves que justifican el apartamiento del cargo y le impiden al agente volver a ingresar. En este caso, sin embargo, no se brindaron detalles sobre los motivos de la sanción.

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