Neuquén: una provincia rica con una economía frágil y sin cambios a la vista

(*) Por Pablo Cervi

Hablar de Neuquén es hablar de una provincia con recursos naturales envidiables, una de las mayores productoras de hidrocarburos del país, con una recaudación en constante crecimiento y récords de producción de gas y petróleo que se anuncian casi todos los meses. Sin embargo, a pesar de estos números multimillonarios, la realidad es otra: la estructura económica sigue siendo la misma de siempre, altamente dependiente del petróleo, con un Estado provincial gigante y un sector privado que no logra despegar.

Mucho dinero, pero siempre la misma historia

Los números no mienten: el presupuesto provincial creció de 2.400 a 5.000 millones de dólares, la recaudación pasó de $316.815 millones en 2023 a $1.153.829 millones en 2024 creciendo un 264,3%, muy por encima de la inflación y el dólar oficial saltó de $360 a $1.060. Todo esto en un contexto donde la provincia sigue batiendo récords en producción de hidrocarburos y, por lo tanto, en regalías.

Pero, ¿Qué cambió en la economía neuquina? Nada.

El Estado sigue llevándose las mismas proporciones de los ingresos, las regalías siguen cubriendo el gasto del enorme Estado provincial en lugar de destinarse a infraestructura o diversificación productiva (como lo establece el artículo 99 de la Constitución Provincial) y la presión tributaria sigue siendo asfixiante para cualquier PyME o emprendedor que intente crecer en la provincia.

¡AH! PERO MILEI

Un Estado voraz y una economía sin diversificación

Neuquén sigue atrapada en el mismo esquema de siempre: un Estado que crece sin control, financiado por recursos no renovables, y un sector privado que no logra expandirse porque los impuestos y la falta de incentivos son asfixiantes.

Hoy, el Gobierno Provincial afronta el pago de 67.459 empleados públicos y 207.380 horas cátedra, lo que representa un gasto en personal de 2,8 billones de pesos. En Neuquén, 1 de cada 10 habitantes trabaja en el Estado, en este sentido el sector privado cuenta con alrededor de 149 mil empleados, con lo cual queda de manifiesto que casi 1 de cada 3 asalariados en la provincia depende del Estado.

Más de la mitad del presupuesto provincial se destina a salarios, evidenciando una fuerte dependencia de los ingresos por petróleo. Cualquier caída en su precio o desaceleración en la producción pondría a la provincia en una situación de extrema fragilidad.

Mientras tanto, Neuquén sigue teniendo una de las tasas más bajas de PyMEs por habitante en comparación con países desarrollados: solo 12 PyMEs cada 1.000 habitantes, cuando en Europa el promedio es de 70. Este no es solo un problema de impuestos altos, sino también de un modelo que desalienta la inversión privada y fomenta la dependencia del empleo estatal.

La presión tributaria: un freno para el desarrollo

El principal impuesto recaudatorio provincial es el Impuesto a los Ingresos Brutos, una carga distorsiva que afecta a toda la cadena productiva, encareciendo costos y desincentivando la inversión. Es un impuesto regresivo y acumulativo, lo que significa que afecta más a las PyMEs y a los consumidores finales.

A pesar del aumento de la recaudación, los servicios que brinda el Estado siguen siendo de pésima calidad. Salud, educación y seguridad se deterioran año tras año, lo que demuestra que un mayor presupuesto no significa mejores servicios, sino simplemente más gasto del enorme Estado provincial.

Frente al aumento de la recaudación por las regalías uno de los principales dinamizadores de la economía productiva podría ser la reducción del impuesto sobre los ingresos brutos aliviando la presión sobre quienes desean emprender.

Vaca Muerta, la pampa húmeda patagónica

Si bien la formación geológica de Vaca Muerta representa una gran oportunidad, también plantea un desafío significativo: representado en la creciente concentración económica y poblacional en las zonas cercanas a la explotación hidrocarburífera. Esta concentración se refleja en la alta creación de empleo en la región, que atrae a personas de otras áreas de la provincia y del país. Además, cerca del 90% de la recaudación impositiva se concentra en los departamentos Confluencia, Añelo y Pehuenches. Ante esta situación, es crucial diversificar la matriz productiva. Aprovechar los recursos extraordinarios de Vaca Muerta debe ser una oportunidad para impulsar otras regiones de la provincia, promoviendo un crecimiento más equilibrado y sostenible.

El sinceramiento del dólar y una oportunidad perdida

Hasta la llegada de Milei, el dólar oficial estaba artificialmente bajo, en un valor ficticio un 300% menor al real. Al sincerarse la economía, Neuquén se benefició enormemente, aumentando su recaudación. Sin embargo, en lugar de aprovechar estos recursos extra para invertir en infraestructura o diversificación económica, el dinero siguió yendo al gasto del enorme Estado provincial.

Esto demuestra que el problema de Neuquén no es la falta de recursos, sino la forma en que se administran. La Constitución Provincial prevé que los recursos no renovables deben destinarse a generar actividades renovables y fortalecer la competitividad de la provincia, pero nada de eso sucede.

El futuro no espera, y el cambio que no fue

La ventana de oportunidad de los hidrocarburos es limitada. No podemos seguir dependiendo de un recurso que tiene fecha de vencimiento. Neuquén debe diversificar su economía, reducir su presión tributaria y generar incentivos para el crecimiento del sector privado.

Con este esquema impositivo, es prácticamente imposible sostener y expandir actividades productivas. Si realmente queremos una provincia con futuro, hay que tomar decisiones estructurales hoy, antes de que sea demasiado tarde.

En este punto, estamos perdiendo nuevamente una oportunidad clave. Nos encontramos en un momento histórico en el que los argentinos apoyan los cambios estructurales propuestos por el gobierno nacional, y esta a la vista que los neuquinos demandan también una ola de reformas en la provincia, que promuevan un crecimiento y desarrollo sostenibles. Sin embargo, lo que observamos es un esquema provincial que replica las mismas lógicas de gobiernos anteriores.

Al final de cuentas, a pesar de la existencia de condiciones inmejorables para que este sea un gobierno de transformación provincial, se parece más un gobierno de transición.

(*) Pablo Cervi - Diputado Nacional por Neuquén