Qué decisión tomó el joven al que golpearon e intentaron secuestrar en barrio Confluencia

Cristian Gabriel López puso tuvo en vilo a toda la comunidad neuquina tras sufrir un brutal ataque en el barrio Confluencia a mano de tres jóvenes que incluso lo quisieron subir a un utilitario para llevárselo con fines temerarios.

El hecho trascendió porque un matrimonio lo grabó con el celular el incidente que ocurrió en la esquina de Félix San Martin y Carmen de Patagones, a una cuadra del mayorista Vital.

Llamativo e indígnate era ver como lo golpeaban y quienes filmaban no hacían nada como al igual varios automovilistas que pasaban. Los gritos de desesperación del joven clamando ayuda erizan la piel, pese a ello, el “no te metas” reinó.

Por suerte, López a puro forcejeo logró zafar de la situación y escapar, pero de no ser porque el video se viralizó, Cristian no habría sido asistido ni sus agresores estarían siendo buscados.

Gif atacan a golpes y secuestran a un hombre en barrio Confluencia.gif

El momento de la brutal agresión en el barrio Confluencia.

Búsqueda y atención

Tras el incidente, la Policía aclaró que el hecho ocurrió el martes 19:30 en dicha esquina de Confluencia, muy utilizada por jóvenes que limpian los parabrisas de los autos para juntar dinero.

No obstante, cuando llegaron los policías al lugar no encontraron a nadie y la viralización del video les permitió encontrar al joven golpeado que estaba en una plaza que suele frecuentar en Confluencia.

De Cristian Gabriel López, LM Neuquén reveló que tiene 30 años, es oriundo de Mar del Plata y desde hace dos años está en Neuquén, padece adicciones y está en situación de calle.

Se suele mover por Confluencia que es su zona de confort, por así decirlo, y tiene al menos cuatro causas por robos menores motivo por el cual debe firmar con cierta periodicidad en el Patronato del liberado.

Algún lugar encontraré: Confluencia

Detalles que hay que conocer. Como vive en situación de calle y sufre adicciones, pedir y robar son parte de las formas que tiene para obtener comida o droga. Es crudo, pero así funciona.

López en un primer momento no quiso denunciar a sus agresores porque la conocer de los códigos de la calle, sabía que eso le podía sumar problemas más que darle una salida.

De hecho, tanto la fiscalía como la Policía charló con él y finalmente aceptó denunciar, pero no quiso aportar nombres, pese a que los conoce.

Es que, para este joven, después que supera el umbral de las oficinas judiciales o policiales, las reglas y riesgos están ahí latiendo a la vuelta de cada esquina.

Por las lesiones que sufrió, principalmente en el rostro, a López se le ofreció quedarse internado en el hospital Castro Rendón para ver que evolucione bien. A cualquier otra persona le daban el alta y lo mandaban a la casa, pero como el joven está en situación de calle le ofrecieron la alternativa de pasar la noche en el hospital, dormir en una cama y tener un plato de comida. Lo rechazó.

Insistieron y le ofrecieron ir a un hogar de tránsito para hacer noche y cenar. También lo rechazó y volvió a la calle, pese a que ahí afuera están sus agresores que podrían volver a buscarlo.

El tema es muy complejo y habla de una problemática social que no sencilla de abordar.

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