El siniestro vial, ocurrido en la tarde del domingo, conmociona a la localidad de Las Lajas, donde se había radicado hace poco.
Tristeza y dolor invaden las calles de Las Lajas y en especial entre la vida y corazones de compañeros docentes y alumnos de la escuela secundaria del pueblo, el CPEM 5. En este establecimiento trabajaba la docente Yanina Soledad “Sol” Ramírez, que en la tarde del domingo murió en la Ruta 40 en un accidente de tránsito cuando regresaba de la ciudad de Chos Malal.
La joven se desempeñaba como profesora de ESI y de Organización y Procesamiento de la Información. Esto lo confirmó la vicedirectora del establecimiento, Mercedes Espinoza, en diálogo con LMNeuquén. Comentó, además, que la docente era oriunda de la ciudad de Quitilipi, provincia de Chaco.
Había llegado a Neuquén en el año 2021 y un año después se radicó en la localidad lajeña junto a su hijo Lucio, hoy de 10 años de edad aproximadamente.
Colecta para pagar el sepelio
Aún conmovidos con la noticia de la trágica partida de la joven docente chaqueña, sus compañeros de trabajo y amigos iniciaron una colecta solidaria denominada “TODOS JUNTOS POR SOL” con el propósito de costear los gastos del traslado de sus restos y velatorio que alcanzaría la suma de 3 millones de pesos. Para ello habilitaron una cuenta de Mercado Pago a nombre de Rosana Elizabeth Barboza. CVU: 0000003100054219131989. Alias: Ro.barboza34.mp CUIT/CUIL: 27348294909.
Cabe indicar que este lunes, después de las 14 horas, arribó el féretro en medio de escenas de profundo dolor y según se informó, el velatorio se llevará a cabo en el salón de ATEN de Las Lajas. Además, se conoció que en la jornada del martes en las primeras horas del día arribará su familia a la ciudad de Neuquén.
La despedida de sus colegas
Sus compañeras y amigas “Vale” Ramírez y “Aye” Núñez escribieron una conmovedora carta de despedida para la querida profesora, que por su carisma, dedicación y responsabilidad se había ganado el corazón de toda la comunidad educativa.
“Hoy nos toca despedirte, y encontrar palabras que expresen lo que sentimos parece imposible. Desde que llegaste en 2021, dejando tu hogar en Quitilipi, Chaco, y viajando más de 2000 kilómetros hasta Neuquén capital, vimos a alguien que llegaba con una mochila cargada de sueños, con Lucio de la mano y una sonrisa que jamás abandonabas. En 2022, cuando te estableciste en Las Lajas, supimos que habías llegado para iluminar nuestras vidas y nuestras aulas de una manera única e inolvidable”, escribieron sus colegas.
Agregaron además que “en 2024, tu paso por el CPEM marcó una etapa especial. No solo compartiste tu sabiduría como profesora de Educación Sexual Integral, enseñando desde el respeto y la empatía, sino que también nos dejaste ver otra faceta de ti, esa que tanto amabas. Como bailarina en los interbandos, llenabas de vida y color cada evento, te movías con una alegría tan contagiosa que, por unos momentos, nos olvidábamos de todo y solo queríamos bailar contigo. Verte en el escenario era ver la esencia de tu espíritu libre, esa energía que parecía no tener fin, esa pasión que reflejaba el amor con el que hacías cada cosa”.
En otro párrafo de la extensa carta expresaron que: “Tus amigas norteñas, tus colegas y todos los que tuvimos el honor de conocerte llevamos en el corazón el recuerdo de esa persona bondadosa, alegre y profundamente humana que siempre fuiste. No hay palabras suficientes para expresar cuánto nos haces falta ni cuánto nos duele esta despedida”.
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