Río Limay, un imán para vendedores ambulantes: precios y productos en los balnearios

Las famosas tortas fritas, empanadas caseras, pan relleno, jugos, helados y churros son algunos de los productos que los vendedores ambulantes ofrecen a los bañistas que se acercan a las playas de los balnearios en las costas del río Limay en Neuquén.

Se aguantan altas temperaturas, personas alcoholizadas y hasta a veces queden en el medio de alguna pelea. Por lo general disfrutan de trabajar en la calle y están más que satisfechos con lo que venden.

La temperatura trepó el fin de semana pasado los 40 grados y, sin embargo, los vendedores ambulantes no abandonaron sus puestos y recorridos por el río para hacerse su dinero.

"Yo vendo tortas fritas rellenas de jamón y queso. Empecé este verano en el río y en invierno en Parque Central. Vendo muy bien, pero por los precios accesibles que pongo para que todo el mundo pueda comprar", contó a LM Play Mateo, uno de los vendedores, quien dijo además que él elabora sus productos.

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Omar Novoa

El joven contó que ingresa en el balneario de la calle Linares y que solamente llega hasta la mitad con tortas fritas. "Por lo general vendo todo enseguida", aseguró el vendedor, quien ofrece media docena de tortas fritas rellenas de jamón y queso a 3.500 pesos.

Gerónimo, otro vendedor ambulante, ofrece pan relleno de jamón cocido y mozzarella. Si bien empezó la venta junto a su novia, ahora lo hace solo. "Buena venta, está movidito, está bueno. Cuando me canso de gritar voy solo con el cartel", contó el joven, que dijo que hace 30 por día y vende 25. Los panes rellenos salen 7000 pesos.

"Es el primer año que estoy saliendo a vender pan relleno. Yo los vendo y los hace mi esposa. Las ventas van de diez", dijo Kevin, un hombre que camina todos los días desde el balneario municipal hasta el Paseo de la Costa. Los panes valen 5 mil pesos.

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Omar Novoa

Otro joven vende heladitos caseros que hace él mismo. Esta semana hizo de melón y, para elaborarlos, solo necesita fruta, agua y azúcar. Tiene solo 13 años y con la plata que gana de estas ventas planea comprar un nuevo asiento para su bici. "Voy ahorrando y voy a comprarme cosas para la bici. Esto es rentable", aseguró el joven que vende sus helados a 1.500 pesos cada uno o dos por 2.500. "¡Al heladito casero de melón!", se fue gritando Benjamín.

Frutillas bañadas en chocolate es el producto que una joven produce para salir a vender por los balnearios. Este es su primer año de ventas junto a su prima y dijo que les va "bastante bien". Salen 3.000 pesos la brocheta.

"Yo hago raspadillas. Esto normalmente se vende en mi país, yo soy de Colombia. Estoy emprendiendo con esto, tengo de varios sabores, de maracuyá, de mora, de chicle y de frutilla. Y es el primer año que estoy emprendiendo y las ventas van bien. Especialmente los fines de semana", contó Jonathan, el hombre detrás de su carrito que hace hielo raspado a 2.000 pesos.