La fractura es total. Los que fueron gobierno con Cristina ahora le cierran la puerta. Rolando Figueroa los dividió. La visita de Mayra Mendoza agitó aguas.
El gobernador electo, Rolando Figueroa, con dirigentes del peronismo que lo acompañaron. Son parte de Neuquinizate en guerra contra el kirchnerismo clásico.
El peronismo neuquino está en llamas, aunque le interese a un acotado círculo rojo, cada vez más desteñido de la política. Lo que alguna vez fue una estructura monolítica, con la “mística de la Jefa”, alineado a Cristina Kirchner como bandera, hoy es un campo de batalla donde se enfrentan dos facciones irreconciliables.
De un lado, el llamado (o mal llamado) PJ rolista, el sector que se subió al barco de Rolando Figueroa y que hoy ostenta lugares de poder secundario en el gobierno provincial. Del otro, los históricos kirchneristas que aún resisten con dos bancas en el Senado (Oscar Parrilli y Silvia Sapag) y una en Diputados (Pablo Todero).
El quiebre se vio venir desde que Rolando Figueroa se alzó con el gobierno provincial y armó su gabinete con peronistas desencantados del esquema K o que vieron la oportunidad de reciclarse ante la debacle que se venía ante el cambio de época después de la pandemia. A pesar de que todos apoyaron sin restricciones a Cristina y el intento de gobernabilidad del expresidente Alberto Fernández.
Soledad Martínez en Educación, Lorena Barabini en Género y Marcelo Zúñiga en Producción son solo algunos de los nombres que dejaron atrás la liturgia kirchnerista para sumarse al Frente Neuquinizate. Y no solo abandonaron a sus excompañeros de lucha (y movimientos sociales), sino que ahora les declaran la guerra abierta, desde el poder del Estado.
Peronismo en Neuquén: ¿Guerra por el sello?
Son referentes que se han llevado un puñado de militantes, pero que todavía no se ha puesto aprueba la lealtad hacia el sello. Hubo un intento en 2023 de un sector del PJ alineado con el gobernador, de quedarse con el partido, pero fracasó. Precisamente, el sector de Parrilli y Martínez (y Rioseco pero con otro sello) que han dejado poco espacio para la oxigenación de la nueva dirigencia.
“Los mismos de siempre y el mismo discurso de siempre”, dispararon en redes Martínez, Barabini y la diputada nacional Tanya Bertoldi, en un comunicado que puso de manifiesto que hay varios peronismos en la provincia. Hablan de la “autocrítica que nunca llegó” y de un gobierno provincial que sí está garantizando derechos mientras en Nación la motosierra arrasa.
El mensaje y comunicado se replicó en las redes y estados de Whatsapp del peronismo alineado con Figueroa, que promulga la neuquinidad, por encima del dogma. Es más, si se analizan los números finos, el sello del peronismo en el Frente Neuquinizate sacó 3% en 2023 y no obtuvo ninguna banca en la Legislatura de Neuquén.
Como contrapeso, sí sacaron los partidos satélites de Mauricio Macri (4,14% el PRO) Nuevo Compromiso Neuquino (3,51%), Avanzar Neuquén (Lucas Castelli con 3,97%) y Arriba Neuquén (ex Nadia Márquez cuando estaba en ese frente con 3,85%). Es decir, ni el peronismo rolista tiene representación legislativa, al contrario de sus compañeros "de derecha" del Neuquinizate, que sí lograron bancas.
La pelea de fondo y el debate es saber si el PJ o el sello para estas elecciones legislativas, sale segundo o tercero y conserva al menos una banca de senador. Sorpresa sería que el espacio gane las elecciones, algo que asoma muy complejo. Es un escenario difícil, ante la probabilidad de un gobierno que, pese a los castigos diarios, está fuerte como el de Javier Milei. Al menos es la foto actual y con un fuerte respaldo del sector petrolero de Vaca Muerta.
"Siempre pensamos cuánto pierde el tiempo esta persona en ladrarle a la Luna. Quizá es lo que les gusta construir, humo permanentemente. Y yo creo que ese humo permanentemente que hablan fue lo que nos terminó llevando hasta este lugar”, sostuvo Figueroa durante un acto en la ciudad de Neuquén en la que le habló directamente al kircherismo neuquino.
Por qué critican a Tanya Bertoldi
Dentro del PJ K, las diferencias internas también son bastante evidentes. Tanya Bertoldi, que debería ser una de las espadas del espacio, se convirtió en una figura cuestionada por sus propios compañeros que le hicieron la campaña en 2021. No solo ocupa tres cargos simultáneos (diputada, titular de la UPEFE y subsecretaria de Obras Públicas), sino que además le pasan factura por faltar a votaciones importantes como las de las PASO y Ficha Limpia. Se la ve más en Neuquén que en Buenos Aires, lo que alimenta los rumores de que ya juega de manera definitiva en otra liga.
De hecho, un grupo de afiliados enrolados en la Unidad Básica Rogelio Córdoba de Centenario elevó una nota al presidente del PJ neuquino, Darío Martínez, donde exige la desafiliación de Tanya y Gonzalo Bertoldi (hijo del tres veces intendente de Centenario y presidente del Consejo Local) de esa ciudad. ¿La razón? Su incorporación al gobierno de Figueroa.
El documento, firmado por referentes de la agrupación, sostiene que Tanya Bertoldi “traicionó el mandato popular” al que fue electa como diputada nacional por Unión por la Patria. La acusan de no haber asistido a sesiones clave en el Congreso y de haber aceptado un cargo como subsecretaria de Obras Públicas en la provincia, lo que consideran “incompatible” con su banca.
Mario Bustos, afiliado histórico del PJ y opositor acérrimo a Figueroa, no se guardó nada y disparó con un comunicado incendiario. “Se llenan la boca hablando de representación, pero abandonaron el barco cuando más se los necesitaba”, apuntó en referencia a los que se pasaron al oficialismo provincial.
El peronismo que cerró la puerta a Cristina
El fin de semana, la llegada de Mayra Mendoza a Neuquén para reunirse con el sector de Oscar Parrilli y Ramón Rioseco terminó de encender la mecha. Desde los sectores peronistas en el gobierno provincial, la reacción fue casi inmediata, con los comunicados que se distribuyeron en las redes este lunes.
"Los mismos de siempre y el mismo discurso de siempre; sin autocrítica, sin reflexión sobre las demandas de nuestro pueblo que no supimos atender. Neuquén tiene garantía de una representación que lo proteja frente a un gobierno nacional que intenta avanzar sobre nuestros derechos. Aquí la educación pública se defiende con acciones concretas, escuelas nuevas y becas para lxs pibes, la obra pública también, la salud pública es prioritaria y las empresas públicas siguen creciendo, así como el trabajo y los salarios. No necesitamos internas ajenas ni iluminadxs que nos digan que hacer, solo a un peronismo que trabaje para resolver los problemas de lxs neuquinxs. En eso estamos", publicaron.
La neuquinidad es la nueva bandera y la lealtad a Cristina parece que es cosa del pasado en Neuquén. Hoy, el PJ se parte entre los que siguen atados a una vieja melodía (como diría Axel Kicillof) de los K, y los que prefieren gestionar haciendo la vista gorda y no hablar mal de Javier Milei. Desensillar hasta que aclare.
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