Lo denunciaron vecinos de la ex Ruta 234 de Centenario. Hace una semana que la Municipalidad está arreglando un ducto. La situación empeoró.
La ex Ruta 234, en plena zona de chacras de Centenario y que antiguamente era el viejo camino a Neuquén capital, está hecha un desastre cloacal. Desde hace una semana que vecinos del sector vienen denunciando un desborde de líquidos y napas, que va a parar directamente a las huertas con verduras.
El incidente comenzó hace una semana, cuando personal de Agua y Saneamiento de la Municipalidad de Centenario realizaba una desobstrucción de un caño, ubicado en la ruta vieja, entre las calles 3 y 4.
Pasó algo imprevisto y la rotura se agravó, y según los vecinos de ese sector, los municipales arrojaron los líquidos al desagüe principal y a una chacra con producción de verduras.
Desde la comuna dieron a conocer que estaban trabajando en el arreglo del caño, pero uno de los vecinos del sector se quejó y denunció que los empleados ingresaron a la chacra rompiendo un alambrado, y sin permiso.
Caño roto: desagote y cloacas
En el lugar se está desagotando con camiones vactor para controlar la situación y se evalúa la posibilidad de construir cámaras en el sistema de cloacas para poder generar vacío y detener el derrame.
El tránsito permanece cortado sobre la exruta entre las calles rurales 4 y 3, algo que generó trastornos y polémica entre los chacareros.
“Creo que cualquiera puede cometer un error trabajando, estas cosas pueden pasar, pero el tema pasa por el manejo de agua servidas. Hay una escuela primaria y gente que cultivar verduras, no puede estar brotando líquidos permanentemente”, dijo a LM Neuquén Fernando Galván, propietario de una chacra en la Ex Ruta 234, entre calle 3 y 4.
Galván advirtió que los municipales habrían ingresado a su propiedad, sin su consentimiento, con máquinas y motos dentro de la chacra.
El derrame y desborde de líquidos no sólo llegó a su chacra, que estaba por plantar nogales en la zona afectada, sino también a la de su vecino, la familia Iriarte, quien tienen alquiler a una familia boliviana que cultiva verduras. Es ahí donde precisamente se produjo el “riego con cloacas”.
La situación se fue de las manos, ya que lo que en principio era una rotura de un caño, terminó con una laguna por las papas altas, y camiones arrojando los líquidos al desagüe.
“Creo que si tirás medio día, podríamos decir que no pasa nada, pero con esta situación ya venimos casi una semana. La sonda se les trabó eso fue un jueves, y el lunes hicieron el pozo para destrabar esa sonda. Ahí se agravó la situación”, dijo Galván.
Constancia con un escribano
Al intentar solucionar el inconveniente, los operarios terminaron rompiendo más partes del sistema, lo que derivó en la utilización de maquinaria pesada y la intervención de empresas, según el relato de los vecinos.
La familia Galván aseguró además que envió la información a la Secretaría de Ambiente de la provincia, y a otros funcionarios relacionados con estos temas.
En el proceso, también se dañó el alambrado perimetral de la chacra, lo que provocó el enojo de los dueños. El propietario, preocupado por la falta de comunicación y los daños ocasionados, decidió acudir a un escribano para dejar constancia del incidente y exigir la reparación de los daños.
Además, expresó su molestia porque, tras los eventos, los responsables volvieron a ingresar al predio sin autorización. Ante la posibilidad de nuevas afectaciones, el Galván evaluó tomar medidas legales adicionales y documentar todo mediante videos y nuevas intervenciones del escribano.
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