El hombre fue acusado formalmente por la Justicia, mientras la dueña de la chacra reclama por su vivienda.
Después de varias dilaciones, finalmente la Justicia acusó formalmente al abogado que usurpó una chacra en Centenario y que a fines de enero atacó a los Bomberos y al personal de Justicia que acudieron a apagar el incendio que provocó para evitar el desalojo de la vivienda.
"Así son los tiempos de la Justicia, que nos toca atravesar para los que tenemos estos problemas", dijo Emilce, la propietaria de la chacra cercana al club de polo La Sarita. La mujer, una docente jubilada, había alquilado esa vivienda al abogado durante la pandemia y, aunque el hombre pagó el alquiler durante un año, luego dejó de pagarlo y se negó a desalojar la casa.
En enero se produjo el episodio más violento. Tanto Emilce como un bombero y dos oficiales de Justicia fueron atacados cuando se quiso ejecutar la orden de desalojo.
"Esto se fue a mayores porque también sufrieron agresiones psicológicos dos oficiales de justicia", dijo la propietaria de la casa y agregó: "No solo me rompieron los vidrios de la camioneta, me abolló una puerta trasera, rompió las manijas de las luces de giro. Yo quedé en estado de shock".
La situación judicial
En una primera instancia, la Justicia le había formulado cargos al hermano y el padre del abogado, mientras que él fue exceptuado tras presentar una licencia psicológica. "Se fue dilatando porque cambiaron varias veces de abogado o nos decían que todas las salas estaban ocupadas", expresó la mujer, quien agregó que el usurpador utilizó todos los recursos legales disponibles para quedarse en la vivienda. "Apeló todas las instancias, pidió revocatorias y así esta persona ha logrado permanecer en mi casa tres años más desde que yo comencé el desalojo", se lamentó.
En agosto de este año, durante una audiencia anterior, se formularon cargos contra el padre y el hermano del hoy imputado por los delitos de privación ilegal de la libertad, amenazas simples y resistencia a la autoridad, en concurso real. Estos cargos están relacionados con su participación activa en la detención ilegal de las víctimas y las amenazas proferidas durante el hecho.
En la audiencia del pasado viernes, además, se le imputó el delito de daño, por la rotura del vidrio del automóvil de la propietaria de la chacra.
Pese a los avances judiciales, Emilce no puede acceder a su propiedad. "Mi casa sigue ocupada. Mi vivienda permanece en estos momentos ocupada. Si bien está en juicio, estamos esperando que la jueza me explique qué más pruebas faltan", se quejó.
La mujer aclaró que tiene sentencia firma por la falta de pago de los alquileres, pero supo que el abogado tiene más denuncias de otros damnificados. Por eso, solicitó que todos aquellos que hayan tenido una situación similar o conflictos con él, que hagan la denuncia para evitar más dilaciones en la Justicia.
El episodio en la chacra de Centenario
Según relató la fiscalía durante la audiencia, el 31 de enero pasado, alrededor de las 11:52 horas, la propietaria de la chacra, acompañada por su abogado y dos oficiales de justicia, se dirigió al lugar con el objetivo de constatar el estado general de la propiedad, la cual había sufrido un incendio previamente. El grupo llegó en dos vehículos y fue recibido por el padre del imputado, quien se encontraba en el lugar.
En un principio, el papá del hoy acusado, se negó a escuchar la orden judicial que habilitaba el acceso al inmueble y, de manera abrupta, se comunicó telefónicamente con su hijo, quien poco después arribó al sitio. La situación se complicó cuando el imputado cerró el portón de la chacra, bloqueando la salida de las personas que se encontraban dentro, y les advirtió que no podrían irse, lo que ocasionó un ambiente de gran tensión.
A medida que la situación se fue tornando más violenta, el hombre tomó medidas para dificultar aún más la salida del grupo. El imputado estacionó su camioneta frente a la entrada de la chacra, bloqueando completamente el paso. Ante esta situación, las víctimas no pudieron pedir auxilio, ya que, según explicó la fiscal, los teléfonos celulares de los presentes no contaban con señal en esa zona rural.
“En ese momento, el imputado descendió de su vehículo en un estado de gran agresividad, insultando y amenazando a todos los presentes”, relató la fiscal Paula González durante la audiencia. Según la acusación, el hombre golpeó el auto en el que se encontraba la propietaria de la chacra y rompió uno de los vidrios del vehículo.
La situación se agravó aún más con la llegada de otro de los involucrados, un hermano del acusado. “Cuando arribó al lugar, se sumó a las amenazas y agresiones hacia las víctimas, aumentando la tensión en el ambiente”, indicó la fiscal. La situación de aprisionamiento duró varios minutos, pero finalmente, después de una serie de negociaciones y la intervención de los agresores, las víctimas lograron salir del lugar, aunque no sin antes recibir varias amenazas y sin poder llevar a cabo la tarea para la cual habían llegado.
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