Las ventas totales a precios reales no terminan de salir de la recesión, con grupos de productos que ganan demanda y otros que ceden. Una radiografía del consumo masivo.
La evolución anual de las ventas en los supermercados de Neuquén ajustadas por el IPC de la provincia ofrece una visión integral sobre el impacto del desplome de la demanda en los patrones de consumo de la región. La crisis persiste, pero no se refleja en todas las góndolas por igual.
Los neuquinos cargaron al carrito menos bebidas y productos de almacén y más carnes, en febrero de este año respecto al mismo mes de 2024. También los consumidores locales gastaron más en ropa y artículos electrónicos.
El IPC neuquino saltó un 80,2% en el periodo, informó la Dirección de Estadísticas de Neuquén, que, en otro orden, midió un incremento del índice de ventas de los supermercados del 64,7%. La inflación interanual de febrero fue 13,3 puntos porcentuales más alta en Neuquén que a nivel nacional. El IPC que midió el INDEC a nivel nacional dio 66,9% anual.
El consumo no termina de recomponerse
A nivel agregado, las ventas nominales de los supermercados neuquinos crecieron un 65%, de $50.378.281 en febrero de 2024 a $82.962.032 el segundo mes de 2025. Sin embargo, ajustadas por el impacto de la inflación, las ventas reales reflejan una contracción del 1,8%.
Este retroceso evidencia una disminución en el volumen de consumo y pone de manifiesto cómo los aumentos de precios afectan el comportamiento de los hogares.
La caída real en grupos esenciales como almacén y bebidas se destaca frente a los avances logrados por categorías emergentes como rotisería y electrónicos, mostrando una redistribución del gasto hacia productos más específicos. El mapa del consumo a esta altura da muestras del impacto de una retracción constante durante más de un año.
La mesa de los neuquinos
El grupo de almacén se mantuvo como líder absoluto en participación, aunque su porción en el total se achicó desde 26,6% en febrero de 2024 a 24,6% el mismo mes de 2025. Sus ventas ajustadas por el IPC descendieron en febrero un 9%, frente a las de hace un año, que habían generado 13.400 millones de pesos en febrero de 2024. Este comportamiento refleja una saturación en la demanda con fuga hacia otras categorías. Aunque su descenso real se destaca, el sector almacén sigue siendo el principal motor de las ventas en términos absolutos.
Las carnes, en cambio, consolidaron su relevancia en la canasta de los consumidores, aumentando su participación del 15,4% al 17,1%. Su facturación real creció un 8,8% en términos reales, desde los 7.800 millones de pesos en 2024.
Este crecimiento reafirma la estabilidad del consumo de carnes, incluso en un contexto de inflación, que golpea al almacén y las bebidas, rubros con los que comparte la mesa de los neuquinos.
Lácteos, limpieza y verdulería
Los lácteos también mostraron un desempeño sólido, aumentando su participación en las ventas totales del 8,6% al 9,1% en un año y registrando un crecimiento de facturación del 3,3% descontada la inflación. En el otro extremo, el grupo de bebidas enfrentó una disminución en la participación, pasando del 12,1% al 10,7% entre los últimos dos últimos febrero, acompañado de una impactante caída real del 12,9% desde los 6100 millones de pesos del segundo mes del año pasado.
Limpieza y perfumería, que representó el 13,7% del total en 2024 y el 13,1% en 2025, también enfrentó una caída de facturación del 5,9% en términos reales. Pese a su leve descenso, sigue siendo una categoría importante en el cuidado personal y doméstico.
La sección verdulería y frutería mantuvo una participación estable en las ventas totales, del 5,8%, pero registró una disminución real del 2% en facturación, desde los 2.900 millones de pesos de febrero de 2024.
Volvió el interés por la electrónica y la ropa
Entre los grupos que lograron avances significativos, rotisería lideró el crecimiento real con un inmenso salto del 30,8 frente a la facturación de $320.819 en 2024 ajustada por inflación. El grupo tiene una participación modesta en el total de las ventas, que creció de 0,6% en 2024 a 0,8% en 2025, su evolución refleja una tendencia hacia el consumo de alimentos preparados, favorecida por cambios en los estilos de vida.
También avanzó fuerte la venta de electrónicos: 26,1% en febrero respecto a los $2.064.728 de 2024. Su participación también aumentó del 4,1% al 5,3%, lo que evidencia una recuperación en el consumo de bienes duraderos, fundamentalmente motivada por promociones y condiciones de financiamiento.
El otro rubro que mostró una recuperación fuerte es Indumentaria, con un crecimiento real del 23,7% frente a los 971.500 millones de pesos de 2024. Su participación pasó de 1,9% a 2,4%, reflejando un avance gradual en el consumo de bienes no esenciales, impulsado por estrategias comerciales específicas. Un dato conectado: en febrero la inflación en la ropa (0,2%) casi no existió, mientras alimentos se encarecieron y bebidas se encarecieron 3,8%.
En la zona más caliente de los indicadores del consumo se nuclearon, entonces, los alimentos preparados, los electrónicos y la ropa y calzado. En los últimos dos casos se trata de sectores del consumo que arrastran años con traspaso constante de operaciones desde el sistema tradicional de comercialización en la sucursales físicas de los supermercados a los canales online, fundamentalmente Mercado Libre.
Las ventas entre las dos puntas del año cerrado en febrero revelan un quiebre de tendencia en el comportamiento de los clientes de los supermercados frente a las góndolas que guardan ropa, zapatos y zapatillas. La demanda neuquina en los supermercados volvió a comprar ropa en cantidad, en contraste con lo que había ocurrido previo al periodo bajo la lupa.
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