Miembros de una congregación evangélica de Picún Leufú regresaban a destino cuando una falla mecánica desató un incendio en el vehículo, que sufrió pérdidas totales en la ruta 33.
La misericordia de Dios, para las personas que en Él creen, suele obrar de las formas más impredecibles. Cuando en algún momento de la vida la desgracia juega a favor y la suerte en contra, aparece su benevolencia y la de tantos seres humanos que se transforman en héroes anónimos porque justamente están en el momento y lugar indicados. Esto ocurrió el pasado domingo cuando una familia oriunda de la localidad de Picún Leufú sufrió el incendio del automóvil en el que se movilizaban de regreso a su comunidad de origen.
Al respecto, el jefe de la Comisaría 26 de Loncopué, Comisario Roberto Fuentes, en contacto con LMNeuquén, informó que el siniestro se produjo a las 12:40 del pasado domingo sobre la ruta provincial 33. “Fue a unos 8 kilómetros aproximadamente de la localidad de Loncopué en dirección sur.
El vehículo presentó problemas mecánicos, según se pudo establecer”, indicó el jefe policial. Agregó que “se trató de un Ford Fiesta en el que viajaban seis ocupantes, tres mayores de edad y tres menores”. Respecto a las circunstancias del siniestro, informó que “se produjeron daños materiales únicamente. Sin perjuicio de ello se convocó a personal del nosocomio local; quien asistió a los ocupantes sin lesiones”.
Milagro en la ruta
Este diario logró contactar a una de las ocupantes del rodado, consumido por las llamas en su totalidad, a pesar del trabajo desplegado por los Bomberos Voluntarios de la región. “La verdad que fue un siniestro terrible, una situación tremenda la que vivimos, pero para la gloria de Dios estamos todos sanos y salvos. Esto fue un verdadero milagro”, contó con emoción María Isabel Piutrin. Añadió que “fue una tragedia que sucedió así tan rápidamente que el auto se consumió en el fuego por una pérdida de combustible”.
A continuación, aún conmovida, relató con más detalles lo sucedido. “Cuando volvíamos de una Vigilia Evangélica que se realizó en Huarenchenque en la Iglesia Evangélica Unión Pentecostal a cargo del Pastor José Huanquillan, en un momento determinado una piedra rompió una manguera de nafta donde se produjo el fuego, desde abajo del auto hacia arriba”.
Seguidamente, dijo que “el auto era un Ford Fiesta propiedad de mi padre Carlos Piutrin, quien minutos antes había decidido cambiarse de vehículo debido a que él es un hombre de 80 años, dejando otro chófer a cargo, Osvaldo Coliluan”. Recordando esos momentos desesperantes, comentó que “todos los ocupantes del auto pudieron descender rápidamente al momento de asomar el humo y las llamas en la guantera delantera”.
Una cruzada ciclística
En un acto de fe todos los miembros evangélicos de Picún Leufu habían llegado a este paraje cercano a Loncopue en el marco de una cruzada ciclística que se realizó entre los últimos días jueves y domingo. Más allá de la espectacularidad del incendio del vehículo, es bueno resaltar que no se produjeron lesionados.
Al respecto, María Isabel Piutrin, en sus redes sociales, publicó un extenso agradecimiento a todas las instituciones públicas y personas que los ayudaron en el momento complicado que les tocó atravesar. “Por este medio queremos agradecer el pronto accionar de la Comisaría 26 de Loncopué, a los Bomberos y también al personal del hospital de esta localidad por su buena predisposición y afecto que nos brindaron al momento de sufrir el siniestro vial”.
Por último, manifestó un especial agradecimiento “a los pastores de Huarenchenque José y Graciela, a su congregación, al hermano Miguel Mellao quien nos atendió en su hogar junto a su familia, a las iglesias IEUP de Loncopué y de Las Lajas por su atención y cariños y al personal de la Municipalidad de Picún Leufú quienes nos ayudaron a volver a nuestro pueblo”.
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