A los minutos del despegue, los pasajeros fueron advertidos que estaban en situación de emergencia. El relato de un periodista que estuvo en el vuelo.
Se vivieron momentos de tensión en el aire el miércoles por la tarde, cuando un avión de Aerolíneas Argentinas que se dirigía a Neuquéntuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Ezeiza, minutos después de despegar de Aeroparque. Un reconocido periodista que iba en el vuelo contó detalles acerca del momento que le tocó vivir en el aire.
Según las informaciones que se conocieron tras el incidente, se trató de una falla en el motor, producto de una "ingesta de aves" que generó una explosión y dificultades en la aeronave para sumar pies de altura.
"Fue un susto grande, una situación que más allá que he volado infinidades de veces, nunca me había tocado vivir una situación así", afirmó Alejandro Klappenbach, periodista deportivo de ESPN, quien finalmente pudo llegar hasta el aeropuerto de Neuquén para luego trasladarse hacia Cipolletti y brindar una charla en el marco de la 39° edición de La Corrida.
Según precisaron las autoridades, el vuelo AR 1648 que tenía como destino el Aeropuerto Presidente Perón de Neuquén, AR 1648, aterrizó luego sin inconvenientes en Ezeiza, donde unidades de emergencia (SSEI) aguardaban para brindar asistencia.
Desde la empresa de bandera explicaron que los pasajeros fueron reubicados en un vuelo en horas de la noche.
Klappenbach dio detalles -en declaraciones a LU19- sobre cómo fue el momento en que se dieron cuenta de que algo extraño sucedía. "Cuando levantó el avión en Buenos Aires sentimos con una explosión, un ruido muy fuerte, no sabíamos que era una explosión aunque sí hubo gente que iba a la altura del ala que sí vio el fogonazo, pero algunos de los que íbamos en las filas de adelante sentimos el ruido y no mucho más", dijo.
Y afirmó que se puso a leer para tratar de distraerse, pero a los 10-15 minutos de vuelo les informaron que tenían que aterrizar de imprevisto en Ezeiza: "Nos dijeron que había un desperfecto, que había que activar el protocolo de aterrizaje de emergencia".
"Con algunos cuidados que no son los que solemos tomar, hubo una atmosfera de mucho nervio y mucha intriga de lo que podía pasar, el protocolo se activó también en tierra, entonces cuando llegamos había camiones de bomberos, ambulancias y policía", agregó.
Finalmente, el periodista reconoció que por suerte fue solo un susto y nadie tuvo ningún inconveniente.
¿Qué fue lo que provocó la emergencia?
En la jerga aeronáutica se conoce como "ingesta de aves" o "ingestión de pájaros" a un incidente en que un ave choca contra una turbina, con la capacidad de ocasionar daños graves en los motores y poner en riesgo la seguridad del vuelo. Se trata de uno de los riesgos más comunes que corren las aeronaves.
Según la Asociación de Pilotos Argentinos (APLA), las aves que ingresan en los motores de reacción no se pulverizan al contacto, sino que pueden trabar las turbinas y afectar su funcionamiento, hasta -incluso- detenerlo por completo. Este tipo de situaciones, pueden derivar en situaciones de emergencia, como la que se vivió este miércoles con el vuelo que tenía como destino Neuquén.
Los aeropuertos de todo el mundo desarrollaron distintas estrategias para alejar a este tipo de animales de las pistas y reducir riesgos. Una de las técnicas más comunes es el uso de halcones entrenados, que se despliegan en las inmediaciones de las pistas para espantar a otras aves. También se instalan barriletes que imitan la silueta de las aves de rapiña para lograr un efecto disuasorio en las especies más pequeñas.
Otra medida preventiva incluye la pintura de espirales en las turbinas de los aviones. Estas espirales, al girar durante el funcionamiento del motor, crean la ilusión de un ojo de halcón, lo que también contribuye a mantener alejadas a las aves. En algunos casos, se realizan disparos controlados para asustarlas y evitar que se acerquen a las zonas de mayor riesgo.
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