El artista zapalino adapta los muñecos He-Man, uno de los dibujitos que marcó a fuego la década de los '80. Su historia.
Rafael Paz (42) era muy fan de He-Man. En realidad, lo sigue siendo. De chico, esperaba la merienda para encender la televisión y disfrutar de uno de los dibujitos del momento, cuando la señal transmitía todavía algunos pocos programas y había un horario acotado para ser televidentes.
Los años pasaron, Rafael dejó atrás la infancia de los ´80, formó una familia, tuvo un hijo. Estudió, se recibió de licenciado en Publicidad en Buenos Aires. Fue fotógrafo de rock muchos años. También produjo discos y eventos ligados a la música. Volvió a Zapala, de donde es oriundo, y se puso al frente de un local de ropa.
Sin embargo, la nostalgia del pasado volvió de manera insospechada al ingresar a un galpón donde su madre había guardado su tesoro de niño. "Después de 30 años, encontré todos mis juguetes de la época y quise completar la colección. Cuando vi que no había mucho más, empecé con mi propia línea de muñecos", comentó Rafael, en diálogo con LMNeuquén.
Así arranca su proyecto, con la idea de customizar los muñecos de He-Man y los Amos del Universo. En su faceta artista, les dio una nueva identidad. Por supuesto que al principio la idea comenzó como un hobby. Sin embargo, su emprendimiento fue creciendo y expandiendo sus horizontes, tanto que los muñecos que hace han recorrido el mundo. "Ya tengo hechos como 400", contó.
Muñecos articulados y reversionados
Hay que decir que los muñecos que realiza están intervenidos con distintos tipos de materiales, desde piezas de metal hasta bijouterie. Vienen empaquetados, con un comic inventado por él y una reseña del personaje. Del proceso de elaboración también participan distintos diseñadores y dibujantes que proceden de varias partes del país, como Córdoba y Santiago del Estero. Entre todos, le dan forma a estos muñecos. Incluso, hace poco incursionaron con aplicaciones de la Inteligencia Artificial para ofrecer otros prototipos.
En cualquier caso, los muñecos que hace Rafael son únicos. Es decir, no hay uno igual a otro.
El año pasado tuvo la oportunidad de participar de un evento que tuvo lugar en el ex Centro Cultural Kirchner (CCK), donde varios artistas mostraron sus trabajos. "Tuvo muy buen recibimiento", indicó.
No obstante, todavía recuerda que en los primeros pasos de su emprendimiento recibió varias críticas. "Mostré los personales en un lugar donde no había que mostrarlos, ya que los sentían como una falta de respeto hacia los muñecos originales, para quien los colecciona. No aceptaban que pintara de rosa un mono que era verde; o que le pusiera plumas a un faker de He-Man. Con el tiempo, se fue dando vuelta la torta, y nos dimos cuenta que había un mundo de gente ávida por consumir estos bichos, que tenía plata para gastar en cualquier cosa y desde muy lejos", reconoció.
Hoy sus muñecos se venden en lugares tan remotos como México, Chile, España y Canadá. Aunque Rafael apuesta al mercado local y nacional a través de su canal de ventas en Instagram.
Cómo hace los muñecos
Los muñecos que realiza, acotó, "tienen una referencia a los '80 que despierta nostalgia". Indicó también que son "muy eclécticos".
"Yo compro el muñeco de época, el original, y de ahí lo intervengo con pinturas, aerosoles, retazos de telas, bijouterie, metales...y tienen entre 15 y 18 cm. de alto", señaló.
Aclaró también que el nombre de su emprendimiento "Leyendas de la Patagonia" tiene el propósito de ofrecer una georreferencia. No obstante, los personajes no tienen absolutamente nada que ver con los mitos y leyendas que nacen de esta tierra.
El artista zapalino comentó que está la posibilidad de recrear los personales en tamaños más chicos o más grandes con una impresora 3D. "Son reversionados y muñecos articulados", insistió.
Su hijo Salvador, de 7 años, también colabora con "ideas y ocurrencias" para escribir los comics que adosan a los muñecos. En algún momento participaron del circuito de ferias, pero fue muy difícil sostener su permanencia en este nicho de economía social porque el traslado de las piezas es complicado. "Hay mucho detalle que se puede romper", advirtió.
En cuanto a los comics que realiza, indicó que se trata de historias de los personajes que son creación propia. Ya ideó cuatro y en breve publicará su primer comic de 8 a 10 páginas, a color. En éste, contará el origen de Leyendas de la Patagonia. "Será una edición limitada en papel, de producción local e independiente", subrayó.
Con su trabajo, explicó, quiere visibilizar el potencial artístico que existe en la provincia de Neuquén. "Es una manera de destacarlo", añadió.
Destacar el arte y la creatividad local
Es que, según Paz, " no todo pasa en Buenos Aires, en Hong Kong o New York (por mencionar algunas capitales del mundo). También pueden pasar cosas interesantes en un pueblito como Zapala, donde tenemos la mejor hamburguesa de Neuquén, lejos; y estos muñecos, por ejemplo", reflexionó.
Su proyecto condensa un movimiento colectivo donde convergen artistas de distintas provincias.
Con esta primera edición, saldrán a la venta 200 ejemplares. El artista neuquino estima que podrán adquirirse dentro de un mes, aproximadamente. Los interesados e interesadas podrán contactarse con él a través de su página de Instagram. "De ahí mandamos para cualquier parte", sostuvo.
He-Man, una referencia de los '80
Para los desmemoriados o las generaciones más posteriores, recordó que He-Man era un príncipe que tenía poderes y se transformaba en un super muscoluso gigante. Sus aventuras constitían en salvar a sus amigos, todo por medio de una transformación. "Sus amigos eran Orko, Man at arms, Gringer/ battle ca", mencionó.
Parte de la nostalgia viene de la época en la cual no había muchas opciones para consumir frente a una pantalla de televisión.
"Mi generación esperaba a las 17 para que He-Man saque la espada y explote todo mientras tomábamos la merienda. Además, fue tener juguetes, y la posibilidad de jugar con algo que a la vez podíamos mirar en la tele. Nosotros que somos categoría '82, con uno o dos muñecos más estábamos como locos. La gente después, cuando crece y no quiere despegarse de ciertos recuerdos, hace cosas como yo: se pone a coleccionar o inventa", cerró.
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