En medio de la angustia, pero con la esperanza intacta, Mirna asegura que su hija no se ahogó aquel día que desapareció en el Río Limay. Qué se sabe de la investigación.
El 7 de enero fue la última vez que vieron a Yéssica Antelo. Esa tarde de calor se metió a bañar con su hermano de 13 años al río Limay en el sector de Balsa Las Perlas y desapareció. Desde entonces se sabía que la pequeña había sido arrastrada por la corriente, pero no ha aparecido el cuerpo. Su mamá vive momentos de angustia y no ha cesado en el pedido de que siga la búsqueda, pero en las últimas horas volvió a pedir que investiguen los extraños mensajes que recibió en su celular y habló sobre una posible nueva pista. Afirma que su hija está con vida.
“Estamos igual, seguimos preocupados porque aún no tenemos ninguna noticia concreta de mi hija. Sabemos por el abogado que hemos contratado, que aún siguen la búsqueda, pero no hay nada”, aseguró Mirna Terraza en medio de una angustia que la envuelve hace más de 70 días.
Según se pudo conocer, la pequeña de 10 años se tiró al río para tratar de sacar a su hermano, pero la corriente se la llevó. Desde entonces se llevan a cabo intensos operativos de búsqueda. Con el paso de los días se fue ampliando la zona de rastrillajes por agua y también por tierra, pero la nena no apareció hasta el momento.
“Yo creo que mi hija está viva"
El 12 de enero el aviso de un testigo hizo centrar la búsqueda de la nena en Allen. Fue un vecino quien aseguró a la Policía que vio "un cuerpo flotando" en el río Negro. El operativo de búsqueda se trasladó a la zona del avistaje, pero no hubo resultado positivo. “El fiscal citó a esa persona para que fueran a declarar, pero no coincide con las características que dio con mi hija. Dicen que vieron un cuerpo según ellos, pero el abogado dijo que no coinciden”, afirmó Mirna.
Fue durante esos primeros días de búsqueda que surgió la información de que la Policía se reunió con la mamá de Yéssica, luego de que ella alertara sobre unos extraños mensajes que recibió en su teléfono celular. "Me llegaron unos mensajes que eran una forma de comunicarse de mi hija conmigo y con sus hermanos. Pero dicen que no es nada, eran mensajes de números desconocidos, pero eso llegó a mi teléfono", contó en ese momento.
En las últimas horas, y a dos meses y medio de esa alerta, Mirna volvió a insistir en la importancia de los mensajes que recibió en su celular, ya que para ella es un contundente indicio que eran de su pequeña.
“Yo creo que mi hija está viva, porque a mí me mandaron unos mensajes en la madrugada del 8 de enero (un día después de la desaparición)”, afirmó. Y explicó que “no dice ninguna palabra, solamente letras, pero era así como se comunicaba mi niña con nosotros, ella solo presionaba las teclas del teléfono y solo escribiendo eso sabía que se estaba comunicando y nosotros sabíamos que teníamos que llamarla a ella”, aseguró en declaraciones radiales.
Al respecto, aclaró que ese tipo de mensajes “es algo que solo ella y nosotros sabíamos, eso no creo que sea un error ortográfico como dicen”. Esta información es algo que fue investigada desde aquel momento por la Policía, pero no hubo resultados.
Mirna destacó además que pidió asistencia para su hijo, el único testigo del momento en que la pequeña desapareció. “Según lo que había dicho se la llevó la corriente, pero él estaba totalmente en shock, no sabía nada, él con el tiempo está recordando otras cosas, ahora dice que él no vio que la corriente la arrastró”, relató.
Y por último, dijo que espera que en los próximos días pueda haber novedades: “Voy a esperar hasta el 15 de abril, depende de las respuestas que tenga. Hay una investigación federal que se está haciendo. Pero no puedo dar mayores detalles sobre eso. Yo quiero que no esto no pare, que se sigue difundiendo hasta dar con el paradero de mi hija”, advirtió.
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